En este país
(Que me perdonen los animales)
Que me perdonen los animales,
Pero en este país
Los cerdos, las vacas y los burros
Surcan los cielos con sus flácidas carnes.
Las aves caminan tristes sobre la Tierra,
Los peces se arrastran en el desierto
Y los árboles esconden sus flores,
Sus hojas y sus frutos,
Y sus ramas semejan raíces secas.
En este país
Los ríos se aquietan, vacían los mares
Y se van a esconder entre las piedras,
Y los lechos secos de los mares
Son el sepulcro del hombre bueno.
En este país
Las cucarachas gobiernan,
Esas que se adaptan y que han sobrevivido
A todos los holocaustos sociales.
En este país
Sólo son escuchados los demagogos,
Los explotadores, los envenenadores,
Los magos de la mentira y del engaño,
Los embusteros por gusto y convicción.
En este país
Los poetas callan
Y se someten vergonzosamente.
Hasta hoy, hasta ahora.
ROBERTO ESCAMILLA PÉREZ.
sábado, 12 de diciembre de 2009
Sindicato Mexicano de Electricistas.
AL PUEBLO DE MÉXICO
A LA CLASE TRABAJADORA Y A NUESTROS COMPAÑEROS DEL
SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS
LOS ABAJO FIRMANTES QUE TUVIMOS EL HONOR DE OCUPAR DIVERSOS CARGOS DE REPRESENTACIÓN SINDICAL EN EL COMITÉ CENTRAL Y COMISIONES AUTÒNOMAS DEL GLORIOSO SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS (SME), MANIFESTAMOS NUESTRO PROFUNDO REPUDIO POR LA ARBITRARIEDAD MÀS GRANDE DE LA HISTORIA MODERNA PERPETRADA EN CONTRA DE NUESTRA ORGANIZACIÓN SINDICAL Y DEL ORGANISMO LUZ Y FUERZA DEL CENTRO, CUANDO LA MADRUGADA DEL 10 DE OCTUBRE PASADO EL EJÉRCITO MEXICANO Y LA POLICÌA FEDERAL DESALOJARON POR LA FUERZA A NUESTROS COMPAÑEROS PARA DESPUÉS MANTENER EN ESTADO DE SITIO TODOS LOS CENTROS DE TRABAJO, SIN DARNOS LA OPORTUNIDAD, TAL COMO LO ESTABLECEN LAS LEYES LABORALES, DE IMPLEMENTAR NUESTRA LEGÌTIMA DEFENSA.
POSTERIORMENTE, EN LOS PRIMEROS MINUTOS DEL DÍA 11, CALDERÓN EMITIÓ EL DECRETO DE EXTINCIÓN DE LyFC, QUE VIOLA FLAGRANTEMENTE EL RÉGIMEN DE DERECHO QUE DEBE PREVALECER EN NUESTRO PAÍS Y SITÚA AL GOBIERNO, CONCRETAMENTE AL EJECUTIVO, COMO DELINCUENTE AL VIOLAR –A JUICIO DE LOS MEJORES JURISTAS DEL PAÍS- LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO, EL CONTRATO COLECTIVO DE TRABAJO, CONVENIOS INTERNACIONALES, LOS DERECHOS HUMANOS Y LOS ACUERDOS DE LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO (OIT), QUE EL ESTADO MEXICANO HA SUSCRITO, ADEMÁS DE INVADIR FACULTADES QUE SOLO COMPETEN AL PODER LEGISLATIVO.
EL SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS –NO OBSTANTE LAS PROVOCACIONES DE QUE HEMOS SIDO OBJETO- HA OPTADO POR SEGUIR EN EL CAMINO DEL ORDEN LEGAL Y CONSTITUCIONAL, CON PROTESTAS Y MANIFESTACIONES PACÌFICAS, INCLUSO HUELGAS DE HAMBRE DE COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS, QUE VALIENTEMENTE DEMUESTRAN SU INCONFORMIDAD POR TAL DISPOSICIÓN Y REFRENDAN SU CONCIENCIA SINDICAL PARA PONER EN EVIDENCIA LA INJUSTICIA QUE SE PRETENDE MATERIALIZAR.
RATIFICAMOS NUESTRA MILITANCIA DENTRO DE LAS FILAS DEL SME, QUE TIENE 95 AÑOS DE EXISTENCIA Y QUE DEFIENDE NO SOLO LOS INTERESES DE SUS AGREMIADOS SINO LOS DEL PUEBLO DE MÉXICO, SU SOBERANÍA E INDEPENDENCIA, PARTICULARMENTE EN MATERIA ENERGÉTICA, QUE ES LO QUE ESTORBA AL GOBIERNO Y MOLESTA A LAS TRANSNACIONALES.
SE NOS ACUSA DE INEFICACES Y DE QUE SOMOS RESPONSABLES DE LAS FALLAS ADMINISTRATIVAS, CUANDO SE HA DEMOSTRADO HASTA LA SACIEDAD QUE EL BAJO PRESUPUESTO PARA LyFC ES LO QUE HA IMPEDIDO LA PRESTACIÓN DE NUEVOS SERVICIOS Y ATENDER MEJOR EL SERVICIO YA INSTALADO. AÚN ASÍ, LA CIUDAD MÁS DENSAMENTE POBLADA DEL MUNDO HA TENIDO SIEMPRE UN SERVICIO CONTÍNUO Y EFICIENTE.
LAS FALLAS ADMINISTRATIVAS SIEMPRE HAN SIDO DENUNCIADAS OPORTUNAMENTE POR EL SINDICATO, PERO ES NECESARIO PRECISAR QUE QUIENES ADMINISTRABAN A LyFC SON PERSONAS A LAS QUE DESIGNA EL PROPIO GOBIERNO, Y SON ELLOS LOS QUE DEBIERAN ESTAR EN EL BANQUILLO DE LOS ACUSADOS.
¡YA BASTA DE GASTAR TANTO DINERO EN LA CAMPAÑA MEDIÁTICA PARA DESPRESTIGIAR, CALUMNIAR Y DIFAMAR A LOS TRABAJADORES ELECTRICISTAS; NUNCA HABÍAMOS PRESENCIADO UNA CAMPAÑA TAN MENDAZ COMO LA QUE ESTÁ HACIENDO ESTE GOBIERNO EN CONTRA DE UN SINDICATO!.
¡BASTA DE ACCIDENTES QUE POR IMPROVISACIÓN EN EL TRABAJO DE CONTRATISTAS INESCRUPULOSOS AL SERVICIO DE LA COMISIÓN FEDERAL DE ELECTRICIDAD (CFE), EXPONEN AL MÁXIMO PELIGRO A PERSONAS INEXPERTAS!
AUNQUE LO NIEGUE CALDERÓN, EN DOCUMENTOS QUE PRETENDÍAN OCULTAR, HAN SIDO DEMOSTRADAS FEHACIENTEMENTE LAS MENTIRAS DEL GOBIERNO, QUEDANDO AL DESCUBIERTO QUE EL PROPÓSITO FUNDAMENTAL DEL DECRETO DE EXTINCIÓN DE LyFC, ES ELIMINAR AL SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS, PARA FAVORECER –CON ESTOS TINTES FASCISTOIDES- A LA OLIGARQUÍA NACIONAL E INTERNACIONAL, QUE APROVECHA PARA PROFUNDIZAR EN LAS REFORMAS ESTRUCTURALES (PARTICULARMENTE LA LABORAL, ENERGÉTICA Y LA FISCAL, ADEMÁS DE LA RECIENTE INICIATIVA DE DECRETO DEL PAN QUE EXPIDE LA “LEY DE ASOCIACIONES PÚBLICO PRIVADAS” QUE PRETENDE SEGUIR PRIVATIZANDO POR LA PUERTA DE ATRÁS LAS POCAS EMPRESAS PÚBLICAS QUE QUEDAN). (SENADO DE LA REP. 10 DE NOVIEMBRE DE 2009. GACETA 47).
LA INDUSTRIA ELÉCTRICA NO ES PROPIEDAD DEL GOBIERNO Y MENOS DE UN FUNCIONARIO, POR MUY ELEVADO QUE SEA SU CARGO Y PUEDA –CON UN DECRETO ILEGAL- DAR POR DESAPARECIDA UNA EMPRESA QUE DURANTE MÁS DE CIEN AÑOS HA DADO SERVICIO AL CENTRO DEL PAÍS, NI MANDAR AL DESEMPLEO A MÁS DE 44 MIL TRABAJADORES, SITUAR EN LA INCERTIDUMBRE A 22 MIL JUBILADOS, AFECTANDO A MÁS DE 66 MIL FAMILIAS.
SABEMOS BIEN QUE TENEMOS UN GOBIERNO QUE SIRVE A LAS EMPRESAS TRANSNACIONALES, QUE SE ESCUDA EN EL EJÉRCITO Y EN LA POLICÍA FEDERAL Y QUE EL PUEBLO LO REPUDIA, LO QUE ESTÁ GENERANDO UNA SITUACIÓN NACIONAL MUY DELICADA.
ANTE LA ACTITUD AGRESIVA Y BELICOSA DEL TITULAR DE LA SECRETARÍA DEL TRABAJO, LOZANO ALARCÓN, QUE ACTÚA POR SU CUENTA COMO PORRO DEL SISTEMA, SABEMOS DE AMPLIOS SECTORES DEL EJÉRCITO, ASÍ COMO MILITANTES DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS; DE EMPRESARIOS NACIONALISTAS Y DE LA SOCIEDAD EN GENERAL, QUE NO COMPARTEN SU ESTILO FASCISTOIDE PORQUE RECONOCEN QUE SE SITÚA AL PAÍS AL BORDE DE UN CONFLICTO SOCIAL.
RIDÍCULO, SUCIO Y EVIDENTEMENTE PERVERSO ES EL HECHO DE QUE LOZANO ALARCÓN QUIERA APROVECHAR LA “DISIDENCIA” EN EL SME Y PRETENDA DARLE CUERPO A UNA FUERZA QUE ÚNICAMENTE BUSCA SACAR PROVECHO MEZQUINO DE LA SITUACIÓN.
LA DIRECCIÓN DE NUESTRO SINDICATO, ENCABEZADA POR MARTIN ESPARZA FLORES, HA DEMOSTRADO FIRMEZA EN LA DEFENSA DE NUESTRA ORGANIZACIÓN.
REPUDIAMOS LA INTROMISIÓN DESCARADA DE LOZANO ALARCÓN EN NUESTRA VIDA INTERNA, PRETENDIENDO DESCONOCER A NUESTROS DIRIGENTES, ARGUMENTANDO INCONSISTENCIAS EN EL PASADO PROCESO ELECTORAL. NUESTRO ESTATUTO ES PILAR RECONOCIDO DE LA DEMOCRACIA SINDICAL, Y EN ÉL ESTÁN CONTEMPLADOS Y RESUELTOS TODOS LOS CASOS IMPREVISTOS, INCLUIDA LA NULIDAD DE UNA ELECCIÓN, Y QUE EN NUESTRO CASO PERMITE QUE MARTIN ESPARZA CONTINÚE EN EL CARGO HASTA QUE ÉSTA, LA SUPUESTA NULIDAD, SEA RESUELTA DEMOCRÁTICAMENTE.
HACEMOS UN LLAMADO FRATERNAL A TODOS NUESTROS COMPAÑEROS –SIN EXCEPCIÓN- PARA QUE CON DISCIPLINA, ORDEN Y MEJOR ORGANIZACIÓN CONTINUEMOS EN LA INDECLINABLE LUCHA EN DEFENSA DE NUESTROS DERECHOS.
LA LUCHA DE CLASES ESTÁ EN EL NIVEL SUPERLATIVO; RESISTAMOS. RESISTIR ES AVANZAR EL CAMINO DE LA LEGALIDAD NOS UBICA EN MEJOR POSICIÓN QUE LOS DELINCUENTES QUE VIOLAN LA LEY.
EN ESTA DESCOMPOSICIÓN INSTITUCIONAL, SIN EMBARGO, HAY UNA EXCEPCIÓN: LA DE LA JUEZ GUILLERMINA COUTIÑO MATA, QUE A PESAR DE TODAS LAS PRESIONES, HA HECHO QUE AÚN PREVALEZCA LA CONFIANZA EN LA LEY.
HEMOS RECIBIDO INFINIDAD DE APOYOS Y MUESTRAS DE SOLIDARIDAD NACIONAL E INTERNACIONAL; ADEMÁS, EL PUEBLO NOS APOYA PORQUE ESTÁ CANSADO DE TANTA INJUSTICIA, POBREZA, DESOCUPACIÓN, DESIGUAL DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA Y POR LA AGRESIÓN A LOS TRABAJADORES, POR ESO APOYA LA LUCHA DEL SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS, AL QUE CONSIDERA UNA TRINCHERA PARA LUCHAR EN CONTRA DEL ACTUAL ESTADO DE COSAS PREVALECIENTES EN EL PAÍS.
LA AGRESIÓN AL SME HA TRASCENDIDO NUESTRAS FRONTERAS, HEMOS RECIBIDO APOYO DE LA FEDERACIÓN SINDICAL MUNDIAL Y DE MUCHAS ORGANIZACIONES DE AMÉRICA LATINA, EUROPA, ESTADOS UNIDOS, ASIA, DEL CONTINENTE AFRICANO, CANADÁ, HEMOS DENUNCIADO ANTE EL PARLAMENTO EUROPEO Y LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO (OIT), LAS VIOLACIONES A LA NORMA MUNDIAL DEL TRABAJO Y A LOS DERECHOS HUMANOS. RECIBIMOS EL APOYO, ENTRE OTROS, DE LA “ASOCIACIÓN DERECHO A LA ENERGÍA SOS FUTURO”, DE LA CUAL EL SME ES MIEMBRO DESDE EL AÑO 2005, EL COMITÉ DE LIBERTAD SINDICAL HARÁ LA INVESTIGACIÓN CORRESPONDIENTE SOBRE TODAS LAS DENUNCIAS PRESENTADAS POR NUESTRA DELEGACIÓN EN EUROPA.
EL SME HA SOLICITADO DIALOGAR BAJO LA PREMISA DE REINSTALAR EN SUS PUESTOS A TODOS LOS TRABAJADORES A TRAVÉS DEL SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS Y DESDE LUEGO, QUE SE RESPETE –EN TODOS SUS TÉRMINOS- NUESTRO CONTRATO COLECTIVO DE TRABAJO, DE OTRO MODO, EL DIÁLOGO CON LAS AUTORIDADES SÓLO SERÍA UNA SIMULACIÓN.
ESTE 14 DE DICIEMBRE SE CUMPLE UN ANIVERSARIO MÁS DE NUESTRO SINDICATO; CELEBREMOS CON ALEGRÍA Y COMBATIVIDAD; CON LA UNIDAD FÉRREA DE TODOS LOS MIEMBROS DE LA ORGANIZACIÓN; Y CONFIEMOS EN QUE, EN ALIANZA CON LAS MEJORES FUERZAS DE NUESTRO PUEBLO, SALDREMOS VENCEDORES, TENEMOS LA SEGURIDAD DE QUE TRIUNFAREMOS PORQUE NOS ASISTEN LA LEY Y LA RAZÓN; HACEMOS NUESTRA LA FRASE DE NUESTRO PRÓCER BENITO JUÁREZ: “EL TRIUNFO DE LA REACCIÓN ES MORALMENTE IMPOSIBLE”-
¡FUERA LA POLICÍA Y EL EJÉRCITO DE LAS INSTALACIONES DE LyFC!
¡REINSTALACIÓN DE TODOS LOS TRABAJADORES A SUS LABORES!
¡DEROGACIÓN DEL DECRETO INCONSTITUCIONAL, QUE EXTINGUE AL ORGANISMO PÚBLICO LyFC!
¡RESPETO AL CONTRATO COLECTIVO DE TRABAJO Y A LA AUTONOMÍA SINDICAL!
FRATERNALMENTE
“POR EL DERECHO Y LA JUSTICIA DEL TRABAJADOR”
MÉXICO, D.F. 7 DE DICIEMBRE DE 2009
LOS EX DIRIGENTES:
MANUEL FERNÁNDEZ FLORES, SECRETARIO GENERAL; MARIO TORRES AGUILAR, ARTURO RODRÍGUEZ CHAVARRÍA, BRAULIO GARCÍA ÁVILA, SECRETARIO DEL INTERIOR; ARMANDO PAREDES MARTÍNEZ, JOSÉ ANTONIO ALMAZÁN GONZÁLEZ, SECRETARIO DEL EXTERIOR; MIGUEL SOTO, JORGE HERRERA IRETA, SECRETARIO TESORERO; FRANCISCO CARRILLO SOBERÓN, ALFREDO SOTO SÁNCHEZ, ROLANDO MORENO RESÉNDIZ, SECRETARIO DEL TRABAJO; CÉSAR TORROELLA LABRADA SECRETARIO DEL SERVICIO MÉDICO; HILARIO MARTÍNEZ MARTÍNEZ, IGNACIO SILVA URENDA, RAFAEL RAMÍREZ OCHOA, MIGUEL A. GUZMÁN MELGAREJO, SRIO. DE FOMENTO A LA SALUD Y PREVISIÓN SOCIAL; PEDRO BELTRÁN MEJÍA, GUSTAVO ALCÁNTARA CÁRDENAS, ARTURO ORIHUELA SALGADO, PRO SRIO. DE DIVISIONES; AUGUSTO YÁÑEZ RODRÍGUEZ, PRO SRIO. DE JUBILADOS; TOMÁS AVELARDO SÁNCHEZ, JUAN MIGUEL REYES MUÑOZ, RUBÉN MARTÍNEZ DURÁN, RAÚL ISLAS MEDRANO, PRO SRIO. DEL TRABAJO; FERNANDO OLIVA BARRERA, PRO SRIO. DE OBRA DETERMINADA; COSME HERNÁNDEZ JARDINES, RODOLFO PÉREZ PINEDA, FCO. JAVIER GUTIÉRREZ AGUILAR, JULIO LÓPEZ ÁLVAREZ, PRO SECRETARIO DE ESCALAFONES; LUIS RICARDO MEDINA ORNELAS, GERARDO GARFIAS VILLA, PRO SECRETARIO DE SUCURSALES; RAMÓN RODOLFO ROSALES LULE, ANTONIO GUADARRAMA SAUCEDO, JAIME VILLAFUERTE RUIZ, ROBERTO ROJAS HORMIGO, PRO SRIO. DE CULT. Y RECREACIÓN; MIIGUEL A. KAYSSER ESPINOSA, PRO SRIO. DEL SERVICIO MÉDICO; VICTOR PÉREZ FLORES, PRO SRIO. SEG. E HIGIENE; IGNACIO CRUZ RODRÍGUEZ, PRO SRIO. CAP. INSTR. Y ADMTO; NAHUM VELÁZQUEZ URBINA, PRO SRIO. DEL SERV. MÉDICO; SALVADOR HERNÁNDEZ JUÁREZ, JESÚS LOZA SOSA, CORNELIO CEDILLO CEDILLO, JOSÉ GUADALUPE CASTELLÓN, JUEZ DE LA COM. AUT. DE JUSTICIA; ELPIDIO ESTRADA TÉLLEZ, ALFREDO RUIZ GARCÍA, JAVIER ALCALÁ AGUILAR, MARIO CARRASCO DE LA CRUZ, JOSÉ ANGEL GONZÁLEZ LOBATO, MIEMBRO COM. AUT. HACIENDA.
RESPONSABLE DE LA PUBLICACIÓN: CÉSAR A. TORROELLA LABRADA.
A LA CLASE TRABAJADORA Y A NUESTROS COMPAÑEROS DEL
SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS
LOS ABAJO FIRMANTES QUE TUVIMOS EL HONOR DE OCUPAR DIVERSOS CARGOS DE REPRESENTACIÓN SINDICAL EN EL COMITÉ CENTRAL Y COMISIONES AUTÒNOMAS DEL GLORIOSO SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS (SME), MANIFESTAMOS NUESTRO PROFUNDO REPUDIO POR LA ARBITRARIEDAD MÀS GRANDE DE LA HISTORIA MODERNA PERPETRADA EN CONTRA DE NUESTRA ORGANIZACIÓN SINDICAL Y DEL ORGANISMO LUZ Y FUERZA DEL CENTRO, CUANDO LA MADRUGADA DEL 10 DE OCTUBRE PASADO EL EJÉRCITO MEXICANO Y LA POLICÌA FEDERAL DESALOJARON POR LA FUERZA A NUESTROS COMPAÑEROS PARA DESPUÉS MANTENER EN ESTADO DE SITIO TODOS LOS CENTROS DE TRABAJO, SIN DARNOS LA OPORTUNIDAD, TAL COMO LO ESTABLECEN LAS LEYES LABORALES, DE IMPLEMENTAR NUESTRA LEGÌTIMA DEFENSA.
POSTERIORMENTE, EN LOS PRIMEROS MINUTOS DEL DÍA 11, CALDERÓN EMITIÓ EL DECRETO DE EXTINCIÓN DE LyFC, QUE VIOLA FLAGRANTEMENTE EL RÉGIMEN DE DERECHO QUE DEBE PREVALECER EN NUESTRO PAÍS Y SITÚA AL GOBIERNO, CONCRETAMENTE AL EJECUTIVO, COMO DELINCUENTE AL VIOLAR –A JUICIO DE LOS MEJORES JURISTAS DEL PAÍS- LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO, EL CONTRATO COLECTIVO DE TRABAJO, CONVENIOS INTERNACIONALES, LOS DERECHOS HUMANOS Y LOS ACUERDOS DE LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO (OIT), QUE EL ESTADO MEXICANO HA SUSCRITO, ADEMÁS DE INVADIR FACULTADES QUE SOLO COMPETEN AL PODER LEGISLATIVO.
EL SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS –NO OBSTANTE LAS PROVOCACIONES DE QUE HEMOS SIDO OBJETO- HA OPTADO POR SEGUIR EN EL CAMINO DEL ORDEN LEGAL Y CONSTITUCIONAL, CON PROTESTAS Y MANIFESTACIONES PACÌFICAS, INCLUSO HUELGAS DE HAMBRE DE COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS, QUE VALIENTEMENTE DEMUESTRAN SU INCONFORMIDAD POR TAL DISPOSICIÓN Y REFRENDAN SU CONCIENCIA SINDICAL PARA PONER EN EVIDENCIA LA INJUSTICIA QUE SE PRETENDE MATERIALIZAR.
RATIFICAMOS NUESTRA MILITANCIA DENTRO DE LAS FILAS DEL SME, QUE TIENE 95 AÑOS DE EXISTENCIA Y QUE DEFIENDE NO SOLO LOS INTERESES DE SUS AGREMIADOS SINO LOS DEL PUEBLO DE MÉXICO, SU SOBERANÍA E INDEPENDENCIA, PARTICULARMENTE EN MATERIA ENERGÉTICA, QUE ES LO QUE ESTORBA AL GOBIERNO Y MOLESTA A LAS TRANSNACIONALES.
SE NOS ACUSA DE INEFICACES Y DE QUE SOMOS RESPONSABLES DE LAS FALLAS ADMINISTRATIVAS, CUANDO SE HA DEMOSTRADO HASTA LA SACIEDAD QUE EL BAJO PRESUPUESTO PARA LyFC ES LO QUE HA IMPEDIDO LA PRESTACIÓN DE NUEVOS SERVICIOS Y ATENDER MEJOR EL SERVICIO YA INSTALADO. AÚN ASÍ, LA CIUDAD MÁS DENSAMENTE POBLADA DEL MUNDO HA TENIDO SIEMPRE UN SERVICIO CONTÍNUO Y EFICIENTE.
LAS FALLAS ADMINISTRATIVAS SIEMPRE HAN SIDO DENUNCIADAS OPORTUNAMENTE POR EL SINDICATO, PERO ES NECESARIO PRECISAR QUE QUIENES ADMINISTRABAN A LyFC SON PERSONAS A LAS QUE DESIGNA EL PROPIO GOBIERNO, Y SON ELLOS LOS QUE DEBIERAN ESTAR EN EL BANQUILLO DE LOS ACUSADOS.
¡YA BASTA DE GASTAR TANTO DINERO EN LA CAMPAÑA MEDIÁTICA PARA DESPRESTIGIAR, CALUMNIAR Y DIFAMAR A LOS TRABAJADORES ELECTRICISTAS; NUNCA HABÍAMOS PRESENCIADO UNA CAMPAÑA TAN MENDAZ COMO LA QUE ESTÁ HACIENDO ESTE GOBIERNO EN CONTRA DE UN SINDICATO!.
¡BASTA DE ACCIDENTES QUE POR IMPROVISACIÓN EN EL TRABAJO DE CONTRATISTAS INESCRUPULOSOS AL SERVICIO DE LA COMISIÓN FEDERAL DE ELECTRICIDAD (CFE), EXPONEN AL MÁXIMO PELIGRO A PERSONAS INEXPERTAS!
AUNQUE LO NIEGUE CALDERÓN, EN DOCUMENTOS QUE PRETENDÍAN OCULTAR, HAN SIDO DEMOSTRADAS FEHACIENTEMENTE LAS MENTIRAS DEL GOBIERNO, QUEDANDO AL DESCUBIERTO QUE EL PROPÓSITO FUNDAMENTAL DEL DECRETO DE EXTINCIÓN DE LyFC, ES ELIMINAR AL SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS, PARA FAVORECER –CON ESTOS TINTES FASCISTOIDES- A LA OLIGARQUÍA NACIONAL E INTERNACIONAL, QUE APROVECHA PARA PROFUNDIZAR EN LAS REFORMAS ESTRUCTURALES (PARTICULARMENTE LA LABORAL, ENERGÉTICA Y LA FISCAL, ADEMÁS DE LA RECIENTE INICIATIVA DE DECRETO DEL PAN QUE EXPIDE LA “LEY DE ASOCIACIONES PÚBLICO PRIVADAS” QUE PRETENDE SEGUIR PRIVATIZANDO POR LA PUERTA DE ATRÁS LAS POCAS EMPRESAS PÚBLICAS QUE QUEDAN). (SENADO DE LA REP. 10 DE NOVIEMBRE DE 2009. GACETA 47).
LA INDUSTRIA ELÉCTRICA NO ES PROPIEDAD DEL GOBIERNO Y MENOS DE UN FUNCIONARIO, POR MUY ELEVADO QUE SEA SU CARGO Y PUEDA –CON UN DECRETO ILEGAL- DAR POR DESAPARECIDA UNA EMPRESA QUE DURANTE MÁS DE CIEN AÑOS HA DADO SERVICIO AL CENTRO DEL PAÍS, NI MANDAR AL DESEMPLEO A MÁS DE 44 MIL TRABAJADORES, SITUAR EN LA INCERTIDUMBRE A 22 MIL JUBILADOS, AFECTANDO A MÁS DE 66 MIL FAMILIAS.
SABEMOS BIEN QUE TENEMOS UN GOBIERNO QUE SIRVE A LAS EMPRESAS TRANSNACIONALES, QUE SE ESCUDA EN EL EJÉRCITO Y EN LA POLICÍA FEDERAL Y QUE EL PUEBLO LO REPUDIA, LO QUE ESTÁ GENERANDO UNA SITUACIÓN NACIONAL MUY DELICADA.
ANTE LA ACTITUD AGRESIVA Y BELICOSA DEL TITULAR DE LA SECRETARÍA DEL TRABAJO, LOZANO ALARCÓN, QUE ACTÚA POR SU CUENTA COMO PORRO DEL SISTEMA, SABEMOS DE AMPLIOS SECTORES DEL EJÉRCITO, ASÍ COMO MILITANTES DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS; DE EMPRESARIOS NACIONALISTAS Y DE LA SOCIEDAD EN GENERAL, QUE NO COMPARTEN SU ESTILO FASCISTOIDE PORQUE RECONOCEN QUE SE SITÚA AL PAÍS AL BORDE DE UN CONFLICTO SOCIAL.
RIDÍCULO, SUCIO Y EVIDENTEMENTE PERVERSO ES EL HECHO DE QUE LOZANO ALARCÓN QUIERA APROVECHAR LA “DISIDENCIA” EN EL SME Y PRETENDA DARLE CUERPO A UNA FUERZA QUE ÚNICAMENTE BUSCA SACAR PROVECHO MEZQUINO DE LA SITUACIÓN.
LA DIRECCIÓN DE NUESTRO SINDICATO, ENCABEZADA POR MARTIN ESPARZA FLORES, HA DEMOSTRADO FIRMEZA EN LA DEFENSA DE NUESTRA ORGANIZACIÓN.
REPUDIAMOS LA INTROMISIÓN DESCARADA DE LOZANO ALARCÓN EN NUESTRA VIDA INTERNA, PRETENDIENDO DESCONOCER A NUESTROS DIRIGENTES, ARGUMENTANDO INCONSISTENCIAS EN EL PASADO PROCESO ELECTORAL. NUESTRO ESTATUTO ES PILAR RECONOCIDO DE LA DEMOCRACIA SINDICAL, Y EN ÉL ESTÁN CONTEMPLADOS Y RESUELTOS TODOS LOS CASOS IMPREVISTOS, INCLUIDA LA NULIDAD DE UNA ELECCIÓN, Y QUE EN NUESTRO CASO PERMITE QUE MARTIN ESPARZA CONTINÚE EN EL CARGO HASTA QUE ÉSTA, LA SUPUESTA NULIDAD, SEA RESUELTA DEMOCRÁTICAMENTE.
HACEMOS UN LLAMADO FRATERNAL A TODOS NUESTROS COMPAÑEROS –SIN EXCEPCIÓN- PARA QUE CON DISCIPLINA, ORDEN Y MEJOR ORGANIZACIÓN CONTINUEMOS EN LA INDECLINABLE LUCHA EN DEFENSA DE NUESTROS DERECHOS.
LA LUCHA DE CLASES ESTÁ EN EL NIVEL SUPERLATIVO; RESISTAMOS. RESISTIR ES AVANZAR EL CAMINO DE LA LEGALIDAD NOS UBICA EN MEJOR POSICIÓN QUE LOS DELINCUENTES QUE VIOLAN LA LEY.
EN ESTA DESCOMPOSICIÓN INSTITUCIONAL, SIN EMBARGO, HAY UNA EXCEPCIÓN: LA DE LA JUEZ GUILLERMINA COUTIÑO MATA, QUE A PESAR DE TODAS LAS PRESIONES, HA HECHO QUE AÚN PREVALEZCA LA CONFIANZA EN LA LEY.
HEMOS RECIBIDO INFINIDAD DE APOYOS Y MUESTRAS DE SOLIDARIDAD NACIONAL E INTERNACIONAL; ADEMÁS, EL PUEBLO NOS APOYA PORQUE ESTÁ CANSADO DE TANTA INJUSTICIA, POBREZA, DESOCUPACIÓN, DESIGUAL DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA Y POR LA AGRESIÓN A LOS TRABAJADORES, POR ESO APOYA LA LUCHA DEL SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS, AL QUE CONSIDERA UNA TRINCHERA PARA LUCHAR EN CONTRA DEL ACTUAL ESTADO DE COSAS PREVALECIENTES EN EL PAÍS.
LA AGRESIÓN AL SME HA TRASCENDIDO NUESTRAS FRONTERAS, HEMOS RECIBIDO APOYO DE LA FEDERACIÓN SINDICAL MUNDIAL Y DE MUCHAS ORGANIZACIONES DE AMÉRICA LATINA, EUROPA, ESTADOS UNIDOS, ASIA, DEL CONTINENTE AFRICANO, CANADÁ, HEMOS DENUNCIADO ANTE EL PARLAMENTO EUROPEO Y LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO (OIT), LAS VIOLACIONES A LA NORMA MUNDIAL DEL TRABAJO Y A LOS DERECHOS HUMANOS. RECIBIMOS EL APOYO, ENTRE OTROS, DE LA “ASOCIACIÓN DERECHO A LA ENERGÍA SOS FUTURO”, DE LA CUAL EL SME ES MIEMBRO DESDE EL AÑO 2005, EL COMITÉ DE LIBERTAD SINDICAL HARÁ LA INVESTIGACIÓN CORRESPONDIENTE SOBRE TODAS LAS DENUNCIAS PRESENTADAS POR NUESTRA DELEGACIÓN EN EUROPA.
EL SME HA SOLICITADO DIALOGAR BAJO LA PREMISA DE REINSTALAR EN SUS PUESTOS A TODOS LOS TRABAJADORES A TRAVÉS DEL SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS Y DESDE LUEGO, QUE SE RESPETE –EN TODOS SUS TÉRMINOS- NUESTRO CONTRATO COLECTIVO DE TRABAJO, DE OTRO MODO, EL DIÁLOGO CON LAS AUTORIDADES SÓLO SERÍA UNA SIMULACIÓN.
ESTE 14 DE DICIEMBRE SE CUMPLE UN ANIVERSARIO MÁS DE NUESTRO SINDICATO; CELEBREMOS CON ALEGRÍA Y COMBATIVIDAD; CON LA UNIDAD FÉRREA DE TODOS LOS MIEMBROS DE LA ORGANIZACIÓN; Y CONFIEMOS EN QUE, EN ALIANZA CON LAS MEJORES FUERZAS DE NUESTRO PUEBLO, SALDREMOS VENCEDORES, TENEMOS LA SEGURIDAD DE QUE TRIUNFAREMOS PORQUE NOS ASISTEN LA LEY Y LA RAZÓN; HACEMOS NUESTRA LA FRASE DE NUESTRO PRÓCER BENITO JUÁREZ: “EL TRIUNFO DE LA REACCIÓN ES MORALMENTE IMPOSIBLE”-
¡FUERA LA POLICÍA Y EL EJÉRCITO DE LAS INSTALACIONES DE LyFC!
¡REINSTALACIÓN DE TODOS LOS TRABAJADORES A SUS LABORES!
¡DEROGACIÓN DEL DECRETO INCONSTITUCIONAL, QUE EXTINGUE AL ORGANISMO PÚBLICO LyFC!
¡RESPETO AL CONTRATO COLECTIVO DE TRABAJO Y A LA AUTONOMÍA SINDICAL!
FRATERNALMENTE
“POR EL DERECHO Y LA JUSTICIA DEL TRABAJADOR”
MÉXICO, D.F. 7 DE DICIEMBRE DE 2009
LOS EX DIRIGENTES:
MANUEL FERNÁNDEZ FLORES, SECRETARIO GENERAL; MARIO TORRES AGUILAR, ARTURO RODRÍGUEZ CHAVARRÍA, BRAULIO GARCÍA ÁVILA, SECRETARIO DEL INTERIOR; ARMANDO PAREDES MARTÍNEZ, JOSÉ ANTONIO ALMAZÁN GONZÁLEZ, SECRETARIO DEL EXTERIOR; MIGUEL SOTO, JORGE HERRERA IRETA, SECRETARIO TESORERO; FRANCISCO CARRILLO SOBERÓN, ALFREDO SOTO SÁNCHEZ, ROLANDO MORENO RESÉNDIZ, SECRETARIO DEL TRABAJO; CÉSAR TORROELLA LABRADA SECRETARIO DEL SERVICIO MÉDICO; HILARIO MARTÍNEZ MARTÍNEZ, IGNACIO SILVA URENDA, RAFAEL RAMÍREZ OCHOA, MIGUEL A. GUZMÁN MELGAREJO, SRIO. DE FOMENTO A LA SALUD Y PREVISIÓN SOCIAL; PEDRO BELTRÁN MEJÍA, GUSTAVO ALCÁNTARA CÁRDENAS, ARTURO ORIHUELA SALGADO, PRO SRIO. DE DIVISIONES; AUGUSTO YÁÑEZ RODRÍGUEZ, PRO SRIO. DE JUBILADOS; TOMÁS AVELARDO SÁNCHEZ, JUAN MIGUEL REYES MUÑOZ, RUBÉN MARTÍNEZ DURÁN, RAÚL ISLAS MEDRANO, PRO SRIO. DEL TRABAJO; FERNANDO OLIVA BARRERA, PRO SRIO. DE OBRA DETERMINADA; COSME HERNÁNDEZ JARDINES, RODOLFO PÉREZ PINEDA, FCO. JAVIER GUTIÉRREZ AGUILAR, JULIO LÓPEZ ÁLVAREZ, PRO SECRETARIO DE ESCALAFONES; LUIS RICARDO MEDINA ORNELAS, GERARDO GARFIAS VILLA, PRO SECRETARIO DE SUCURSALES; RAMÓN RODOLFO ROSALES LULE, ANTONIO GUADARRAMA SAUCEDO, JAIME VILLAFUERTE RUIZ, ROBERTO ROJAS HORMIGO, PRO SRIO. DE CULT. Y RECREACIÓN; MIIGUEL A. KAYSSER ESPINOSA, PRO SRIO. DEL SERVICIO MÉDICO; VICTOR PÉREZ FLORES, PRO SRIO. SEG. E HIGIENE; IGNACIO CRUZ RODRÍGUEZ, PRO SRIO. CAP. INSTR. Y ADMTO; NAHUM VELÁZQUEZ URBINA, PRO SRIO. DEL SERV. MÉDICO; SALVADOR HERNÁNDEZ JUÁREZ, JESÚS LOZA SOSA, CORNELIO CEDILLO CEDILLO, JOSÉ GUADALUPE CASTELLÓN, JUEZ DE LA COM. AUT. DE JUSTICIA; ELPIDIO ESTRADA TÉLLEZ, ALFREDO RUIZ GARCÍA, JAVIER ALCALÁ AGUILAR, MARIO CARRASCO DE LA CRUZ, JOSÉ ANGEL GONZÁLEZ LOBATO, MIEMBRO COM. AUT. HACIENDA.
RESPONSABLE DE LA PUBLICACIÓN: CÉSAR A. TORROELLA LABRADA.
martes, 1 de diciembre de 2009
Las huelgas en México
(Fragmento del libro México visto en el siglo XX: entrevistas con Vicente Lombardo Toledano, de James W. Wilkie y Edna Monzón de Wilkie)
Wilkie: Usted acaba de decir que Cárdenas era el único candidato posible en esos momentos, y también que había un gran número de huelgas. Según la estadística en 1923 hubo 7 huelgas, y en 1935 hubo 642. ¿Quiere esto decir que Cárdenas fomentó las huelgas?
Lombardo: Cárdenas lo único que dijo durante su gira electoral, fue que haría cumplir la Constitución, el artículo 27 impulsando la Reforma Agraria; reconocer los derechos de la clase obrera, etcétera; cumplir la Constitución, que en muchos sentidos sólo existía jurídicamente, pero que en la práctica era un cuerpo inoperante y muerto. En otras palabras, el general Cárdenas ofreció que la Revolución continuaría, y claro, al oír la clase obrera y campesina esas promesas, el llegar Cárdenas al poder todo el mundo se puso inmediatamente en marcha. Eso fue lo que ocurrió. No había huelgas, en efecto. ¿Por qué? Porque no había justicia. Los tribunales del trabajo no reconocían los derechos de la clase obrera. Había muchas vacilaciones y dudas. Y cuando llegó Cárdenas, por supuesto, la clase obrera empezó a exigir mejores salarios condiciones de existencia, y por eso fuimos a las huelgas. No porque Cárdenas hubiera prometido nada, sino simplemente porque prometió cumplir con la Constitución e impulsar adelante la Revolución.
Wilkie: Usted acaba de decir que Cárdenas era el único candidato posible en esos momentos, y también que había un gran número de huelgas. Según la estadística en 1923 hubo 7 huelgas, y en 1935 hubo 642. ¿Quiere esto decir que Cárdenas fomentó las huelgas?
Lombardo: Cárdenas lo único que dijo durante su gira electoral, fue que haría cumplir la Constitución, el artículo 27 impulsando la Reforma Agraria; reconocer los derechos de la clase obrera, etcétera; cumplir la Constitución, que en muchos sentidos sólo existía jurídicamente, pero que en la práctica era un cuerpo inoperante y muerto. En otras palabras, el general Cárdenas ofreció que la Revolución continuaría, y claro, al oír la clase obrera y campesina esas promesas, el llegar Cárdenas al poder todo el mundo se puso inmediatamente en marcha. Eso fue lo que ocurrió. No había huelgas, en efecto. ¿Por qué? Porque no había justicia. Los tribunales del trabajo no reconocían los derechos de la clase obrera. Había muchas vacilaciones y dudas. Y cuando llegó Cárdenas, por supuesto, la clase obrera empezó a exigir mejores salarios condiciones de existencia, y por eso fuimos a las huelgas. No porque Cárdenas hubiera prometido nada, sino simplemente porque prometió cumplir con la Constitución e impulsar adelante la Revolución.
Wilkie: ¿Y eso les permitió actuar?
Lombardo: Sí, creó un clima favorable y actuamos.
Lombardo: Sí, creó un clima favorable y actuamos.
Wilkie: ¿Usted cree que es posible hacer un gran número de huelgas satisfactorias, si el gobierno no les permite actuar dentro de sus derechos?
Lombardo: Si el gobierno viola la ley y con cualquier pretexto declara las huelgas ilegales, es muy difícil que las huelgas triunfen. Pero, por otra parte también, si la clase obrera está dividida no logra nada. En aquellos momentos, al crearse la CTM, nosotros éramos una fuerza importante en la República, muy importante. Claro que por esa fuerza que representábamos también el gobierno se veía obligado a reconocer nuestros derechos. Era una cosa recíproca: es decir, el gobierno bien orientado, bien intencionado, y nosotros muy fuertes.
Lombardo: Si el gobierno viola la ley y con cualquier pretexto declara las huelgas ilegales, es muy difícil que las huelgas triunfen. Pero, por otra parte también, si la clase obrera está dividida no logra nada. En aquellos momentos, al crearse la CTM, nosotros éramos una fuerza importante en la República, muy importante. Claro que por esa fuerza que representábamos también el gobierno se veía obligado a reconocer nuestros derechos. Era una cosa recíproca: es decir, el gobierno bien orientado, bien intencionado, y nosotros muy fuertes.
Wilkie: Parece que en 1928 no había oportunidad de lanzar una huelga.
Lombardo: No, al contrario. El general Abelardo L. Rodríguez había dicho que las huelgas eran antipatrióticas en tiempo de crisis, y como estábamos en la crisis económica internacional que había surgido en Estados Unidos, produciendo la Depresión que se inició en 1929-1930, entonces yo le contesté diciendo que en tiempos de crisis, si las huelgas son antipatrióticas, había que reconocer que desapareciera el régimen capitalista para que hubiera huelgas buenas…
Wilkie: Cárdenas después de 1938 lanzó un manifiesto para advertir que era un peligro ya admitir las huelgas, ¿no?
Lombardo: No fue así. El general Cárdenas dijo que todas las huelgas eran útiles en tanto se realizaran dentro del marco de la ley, y que no había ninguna huelga ilegal que pudiera ser útil tampoco a los trabajadores. Pero helecho es que las grandes huelgas de la historia de México fueron en aquella época. Yo personalmente las dirigí, y no perdimos una sola huelga. Todas las huelgas fueron bien fundadas legalmente, bien preparadas, bien dirigidas y alcanzamos la victoria.
… Al llegar Cárdenas al gobierno y durante su campaña electoral, la clase trabajadora se movilizó con gran fuerza y esperando que su victoria electoral permitiese que se cumpliera con algunos ofrecimientos hechos a los trabajadores, y así ocurrió. Las huelgas más importantes que ha habido en México hasta hoy, desde que la Revolución triunfó, fueron justamente las huelgas de la etapa de Cárdenas. ¿Por qué razón? En primer lugar porque la clase obrera se unificó. Formamos la CTM en el año de 1936. En segundo lugar, porque le dimos a la CTM el carácter de organismo de combate, de lucha, que nunca había tenido. Y en tercer término porque unificada la clase obrera tratamos de conseguir contratos colectivos de trabajo en las ramas industriales más importantes del país: electricidad, petróleo y otras más.
La primera huelga de verdadera resonancia en México fue la huelga de los obreros electricistas, al iniciarse el gobierno de Cárdenas, agrupados en el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME). Por la primera vez la ciudad de México quedó a oscuras durante una semana aproximadamente y se suspendieron todos los servicios, excepto los de emergencia: el bombeo de agua potable, los servicios de hospitales, etcétera. Preparamos muy bien la huelga. La compañía afirmaba que no tenía recursos para poder aceptar las demandas de los trabajadores; pero nosotros demostramos que la compañía había recobrado su capital invertido varias veces y que había logrado grandes ganancias. El movimiento fue cuidadosamente preparado no sólo en el sentido de la suspensión de labores, sino del apoyo solidario que debían recibir los huelguistas, porque una suspensión de labores en un servicio público molesta a la gente si se la priva del servicio. Entonces nosotros hicimos una gran campaña entre la población del Distrito Federal, demostrando que la compañía tenía una actitud injusta y, en cierta forma, rebelde en contra de los derechos de la clase trabajadora establecidos en la Constitución del país. Además como al suspenderse la energía eléctrica tenían que paralizarse todas las fábricas, conseguimos la solidaridad de los obreros.
Cuando se produjo la huelga había una gran simpatía para la causa de los trabajadores electricistas. Recuerdo que nuestra preparación fue tan firme, tan sólida, que yo convoqué a todos los extranjeros que se hallaban en la ciudad de México –turistas norteamericanos en su gran mayoría— para explicarles por qué íbamos a suspender el servicio eléctrico, y se realizó el acto en el cine de la Avenida Madero. Fueron más de trescientos norteamericanos y les explicamos, les enseñamos los libros de la empresa, sus ganancias, la forma en que habían recobrado su capital y aún de ellos recibimos el apoyo de carácter moral.
Nunca antes se había suspendido el servicio eléctrico en la capital de la República, y el general Cárdenas estaba, por supuesto, un poco inquieto y le sugerí: váyase usted de la ciudad de México, y déjenos solos aquí, porque de otro modo usted va a recibir muchas presiones de todas partes. Y se fue. Entonces quedamos solos y resolvimos el conflicto obligando a la empresa a aceptar las demandas de los trabajadores.
La otra gran huelga, ya se sabe, fue la que preparamos en 1937, en las empresas del petróleo. Durante más de medio año estuvimos conversando con los representantes de la Compañía Royal Dutch Shell y de las compañías norteamericanas, hasta que fue imposible llegar a un convenio y después estalló la huelga. También esta huelga fue cuidadosamente preparada no sólo desde el punto de vista de nuestros documentos y pruebas de la recuperación del capital invertido por las empresas, sino también con el apoyo solidario de los trabajadores de todo el país y de muchos sectores de la sociedad mexicana.
Lombardo: No fue así. El general Cárdenas dijo que todas las huelgas eran útiles en tanto se realizaran dentro del marco de la ley, y que no había ninguna huelga ilegal que pudiera ser útil tampoco a los trabajadores. Pero helecho es que las grandes huelgas de la historia de México fueron en aquella época. Yo personalmente las dirigí, y no perdimos una sola huelga. Todas las huelgas fueron bien fundadas legalmente, bien preparadas, bien dirigidas y alcanzamos la victoria.
… Al llegar Cárdenas al gobierno y durante su campaña electoral, la clase trabajadora se movilizó con gran fuerza y esperando que su victoria electoral permitiese que se cumpliera con algunos ofrecimientos hechos a los trabajadores, y así ocurrió. Las huelgas más importantes que ha habido en México hasta hoy, desde que la Revolución triunfó, fueron justamente las huelgas de la etapa de Cárdenas. ¿Por qué razón? En primer lugar porque la clase obrera se unificó. Formamos la CTM en el año de 1936. En segundo lugar, porque le dimos a la CTM el carácter de organismo de combate, de lucha, que nunca había tenido. Y en tercer término porque unificada la clase obrera tratamos de conseguir contratos colectivos de trabajo en las ramas industriales más importantes del país: electricidad, petróleo y otras más.
La primera huelga de verdadera resonancia en México fue la huelga de los obreros electricistas, al iniciarse el gobierno de Cárdenas, agrupados en el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME). Por la primera vez la ciudad de México quedó a oscuras durante una semana aproximadamente y se suspendieron todos los servicios, excepto los de emergencia: el bombeo de agua potable, los servicios de hospitales, etcétera. Preparamos muy bien la huelga. La compañía afirmaba que no tenía recursos para poder aceptar las demandas de los trabajadores; pero nosotros demostramos que la compañía había recobrado su capital invertido varias veces y que había logrado grandes ganancias. El movimiento fue cuidadosamente preparado no sólo en el sentido de la suspensión de labores, sino del apoyo solidario que debían recibir los huelguistas, porque una suspensión de labores en un servicio público molesta a la gente si se la priva del servicio. Entonces nosotros hicimos una gran campaña entre la población del Distrito Federal, demostrando que la compañía tenía una actitud injusta y, en cierta forma, rebelde en contra de los derechos de la clase trabajadora establecidos en la Constitución del país. Además como al suspenderse la energía eléctrica tenían que paralizarse todas las fábricas, conseguimos la solidaridad de los obreros.
Cuando se produjo la huelga había una gran simpatía para la causa de los trabajadores electricistas. Recuerdo que nuestra preparación fue tan firme, tan sólida, que yo convoqué a todos los extranjeros que se hallaban en la ciudad de México –turistas norteamericanos en su gran mayoría— para explicarles por qué íbamos a suspender el servicio eléctrico, y se realizó el acto en el cine de la Avenida Madero. Fueron más de trescientos norteamericanos y les explicamos, les enseñamos los libros de la empresa, sus ganancias, la forma en que habían recobrado su capital y aún de ellos recibimos el apoyo de carácter moral.
Nunca antes se había suspendido el servicio eléctrico en la capital de la República, y el general Cárdenas estaba, por supuesto, un poco inquieto y le sugerí: váyase usted de la ciudad de México, y déjenos solos aquí, porque de otro modo usted va a recibir muchas presiones de todas partes. Y se fue. Entonces quedamos solos y resolvimos el conflicto obligando a la empresa a aceptar las demandas de los trabajadores.
La otra gran huelga, ya se sabe, fue la que preparamos en 1937, en las empresas del petróleo. Durante más de medio año estuvimos conversando con los representantes de la Compañía Royal Dutch Shell y de las compañías norteamericanas, hasta que fue imposible llegar a un convenio y después estalló la huelga. También esta huelga fue cuidadosamente preparada no sólo desde el punto de vista de nuestros documentos y pruebas de la recuperación del capital invertido por las empresas, sino también con el apoyo solidario de los trabajadores de todo el país y de muchos sectores de la sociedad mexicana.
jueves, 22 de octubre de 2009
Derogación del decreto de liquidación de Luz y Fuerza del Centro y respeto al SME: demandas del pueblo mexicano.
“Cuando los de arriba hablan de paz, el pueblo sabe que habrá guerra”
Bertolt Brecht.
Por Roberto ESCAMILLA PÉREZ.
De un plumazo, y en un acto de auténtica traición a la patria, quien se ostenta como titular del Poder Ejecutivo de la Nación, Felipe Calderón Hinojosa, decretó la desaparición, o liquidación, de la compañía de Luz y Fuerza del Centro (LyFC), asestando al mismo tiempo un duro golpe a una organización obrera histórica, y una de las más combativas, democráticas e independientes del país, el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), que en los últimos años se había sumado decididamente a la lucha en contra de las privatizaciones y de la política económica de los gobiernos de derecha emanados tanto del PRI como del PAN.
Con ello, Calderón dejó sin empleo a cerca de 45 mil mexicanos, y sin sustento, seguridad social y demás prestaciones a igual número de familias, lo que en sí constituye una acción criminal y muestra la verdadera cara de su gobierno y de su partido, Acción Nacional.
Justificaciones, pretextos y mentiras.
En el fondo de estas acciones la derecha pretende el logro de dos de los objetivos que se propuso desde que asumió el poder hace ya aproximadamente 27 años: la privatización de la industria eléctrica y la destrucción del sindicalismo en general, pero en especial de los sindicatos revolucionarios e independientes. Para ello se valen de infinidad de argucias y mentiras, y, por supuesto, de todos los medios económicos y propagandísticos a su alcance, que son enormes.
El desprestigio permanente de las empresas en manos del Estado y de los sindicatos a través de los medios masivos de comunicación es parte importantísima de esta estrategia para convencer a los mexicanos que dichas empresas son ineficientes y una carga para el pueblo, y que los sindicatos son nidos de corrupción, y de canonjías y privilegios mal habidos, generalizando acerca de sus líderes.
Dividir a las organizaciones de los trabajadores y corromper a sus dirigentes es otro aspecto a destacar de esta manera de actuar de la derecha neoliberal en el gobierno, lográndolo en no pocos casos, convirtiendo a las organizaciones obreras en instrumentos a su servicio, deformando su vida democrática interna y anulándolas como defensoras de los intereses de sus agremiados, del pueblo y de la nación.
Si bien el desprestigiar a las empresas del Estado desde fuera le dio ciertos resultados, hoy que la derecha panista se encuentra en el poder, actúa como un virus mortal que socava desde dentro a estas empresas que pertenecen al pueblo de México, promoviendo su descapitalización, su ineficiencia y su estancamiento en relación a los avances científicos y tecnológicos, todo con el propósito de tener el pretexto perfecto para privatizarlas.
¿Los problemas de LyFC son culpa de los trabajadores y de su sindicato?
Por supuesto que no. Infinidad de veces el propio SME ha demostrado, con datos reales y concretos, con argumentos sólidos, que no es así, y ahí están sus numerosas publicaciones y documentos, y las declaraciones que en días recientes sus líderes han realizado como parte de la defensa de su organización, de su fuente de trabajo y de una empresa que pertenece a todos los mexicanos, no al gobierno.
El sindicato ha señalado que la situación de LyFC se debe a varios factores, entre ellos a la incapacidad de quienes han sido sus administradores, pero también a un intencional mal manejo de la misma con el propósito concreto de desaparecerla, primero, y luego privatizar el servicio, concedérselo a la gran burguesía nacional y trasnacional que ya están como buitres al acecho.
Asimismo, los trabajadores han denunciado desde siempre el enorme subsidio del que gozan los grandes industriales asentados en el área de servicio de LyFC, así como funcionarios federales, además de las deudas millonarias que arrastran distintas dependencias federales y el descarado robo de energía eléctrica que estos grupos privilegiados del sistema practican, todo en detrimento de esta empresa propiedad de la nación.
¿Es LyFC una carga para el pueblo mexicano?
Hablemos de verdaderas cargas para el pueblo: el IPAB-Fobaproa y la deuda externa, en los que se gastan miles de millones de dólares anuales para premiar la corrupción de los grandes banqueros, en el caso del primero, y para engrosar las arcas del imperio norteamericano y mantenernos en el subdesarrollo y la dependencia, en el segundo caso, mientras que el pueblo sufre de desempleo y miseria.
También los regímenes especiales de los que gozan los grandes empresarios a través de los cuales el Estado deja de percibir miles de millones de pesos en impuestos que deberían ser ocupados en la generación de empleos, en educación, salud, vivienda, etc., derechos de los que carecen millones de compatriotas.
Pero hay otras pesadas lozas que el pueblo carga sobre sus espaldas, el propio gobierno de Felipe Calderón es una de ellas, porque los mexicanos le pagamos a nuestro propio enemigo, y situación similar sucede con el Instituto Federal Electoral (IFE), el Tribunal Federal Electoral (Trife) o la Suprema Corte de Justicia de la Nación, entre otras instituciones infectadas por el virus panista neoliberal.
¿Es LyFC una empresa ineficiente?
Diversos países del mundo saben de la triste experiencia de contar con una industria eléctrica en manos de las trasnacionales, de particulares, entre ellos Argentina, Inglaterra, Chile y los propios Estados Unidos, donde, por ejemplo, se han registrado enormes apagones que han afectado a ciudades enteras, a millones de personas y que han dejado pérdidas económicas millonarias, como el del 14 de agosto del 2003, que afectó a ocho estados de la Unión Americana, a 50 millones de personas y dejó pérdidas diarias de tres mil millones de dólares.
A pesar de todo lo que el gobierno pueda decir de LyFC, esto no sucede en nuestro país y es gracias precisamente a que esta empresa no pertenece a un puñado de ricos, sino al pueblo mexicano, y a la labor diaria que realizan los trabajadores electricistas afiliados al SME.
Además, los habitantes de dichos países, pero especialmente el pueblo trabajador, sufre el cobro de altísimas tarifas, pagando relativamente mucho más por el servicio que las clases privilegiadas.
Lo anterior es pues lo que nos espera si permitimos que LyFC y la CFE, y la energía eléctrica en general, queden en manos de la gran burguesía nacional y trasnacional.
En el centro del país, ni en ninguna región del mismo, se han registrado los problemas que han sufrido y sufren los países mencionados, tenemos problemas, sí, lo mismo que grandes deficiencias que afectan a los mexicanos en este sentido, pero no son atribuibles al hecho de que la industria eléctrica esté en manos del Estado, sino a los que transitoriamente la han manejado, en este caso a los neoliberales priístas y panistas que han gobernado al país en los últimos 27 años y que están interesados en privatizarla.
Finalmente, el SME advirtió desde hace muchos años del hecho de que las diversas administraciones de LyFC no proporcionaban a los trabajadores los instrumentos, herramientas y condiciones necesarias para dar un adecuado mantenimiento, ampliar el servicio y mejorar las instalaciones, así como para su modernización, y, sin embargo, esto no fue pretexto para que los sindicalizados olvidaran sus obligaciones para con la nación y los mexicanos, cumpliéndolas lo mejor posible aún a expensas de su propia economía, de su vida y de su seguridad personal.
Enfrentar al pueblo contra los electricistas: estrategia perversa.
Hoy, para el gobierno panista neoliberal el SME es el responsable de las deficiencias de LyFC, del desempleo, de la miseria en la que viven 20 millones de mexicanos y hasta de la crisis. ¡Caramba, que poder tienen los electricistas para hacer estas cosas tan malas! Y además, dicen los panistas, gozan de grandes e ilegítimos privilegios que son un insulto para el resto de los mexicanos. ¡Cuánta maldad hay en ese sindicato!
A este grado ha llegado la campaña, de claros tintes fascistas, que se ha desatado en los medios masivos de comunicación, especialmente en Televisa y TV-Azteca, en contra del SME, con el propósito de desprestigiarlo, y aislarlo de quienes deberían constituir su más grande apoyo: el pueblo de México, al que quieren enfrentarlo. Pero no lo han logrado, ni lo lograrán, y eso quedó demostrado en la gran marcha realizada el pasado 15 de octubre.
¿Que los del SME gozan de privilegios inmerecidos, ilegales, ilegítimos y vergonzosos? No, disfrutan de los derechos que la Ley Federal del Trabajo otorga a todos los trabajadores de México, pero también de los que les da su Contrato Colectivo de Trabajo, fruto de una larga y dura lucha llevada a cabo en los 95 años de su existencia. Ellos los han sabido defender y hacer valer.
Gozan de los salarios, prestaciones y condiciones de trabajo que todos los trabajadores mexicanos deberíamos tener, a los que deberíamos aspirar, porque nuestro México es tan rico en recursos naturales y humanos que serían suficientes para que todos los mexicanos tuviéramos el mismo nivel de vida del que gozan no sólo los trabajadores electricistas de LyFC y de la CFE, sino los de Pemex, del IMSS y los maestros afiliados al SNTE.
Sin embargo, resulta que desgraciadamente la riqueza está pésimamente repartida, porque mientras México ha dado al mundo al hombre más rico, Carlos Slim (fruto de la privatización de Telmex), 80 millones de mexicanos vivimos en condiciones de pobreza.
¿Por qué los medios no cuestionan la riqueza de los Azcárraga, de los Salinas, de los Mouriño o de los Slim? Porque estamos acostumbrados a ver como natural que unas cuantas personas se enriquezcan de manera descomunal a costa del trabajo y sufrimiento de cientos, miles y millones de trabajadores. Porque la explotación del hombre por el hombre en el capitalismo es legal, no es punible, no se castiga, y la riqueza obtenida a través de ella hasta causa admiración y respeto, siendo que es una acción tan baja y tan vil, tan injusta, que debería ser erradicada para siempre de la faz de la Tierra, como algún día sin duda sucederá.
Las empresas del Estado y los números rojos.
En este conflicto generado por el gobierno panista neoliberal debemos considerar algo muy importante: el objetivo de una empresa del Estado es completamente diferente al de una perteneciente a la iniciativa privada. La empresa particular tiene como principal objetivo la obtención de una ganancia para el capitalista, mientras que una empresa del Estado tiene como propósito central proporcionar un bien o un servicio al pueblo y a la nación, no la obtención de ganancias, por lo que eso de que LyFC trabaja con números rojos es un argumento mañoso y manipulador.
De lo anterior se deduce que la energía eléctrica en manos de particulares resultaría carísima para el pueblo mexicano puesto que buscarían que su empresa fuera rentable, les dejara aceptables márgenes de ganancia. La iniciativa privada tiene dos maneras de lograr este propósito: incrementando arbitrariamente el costo del servicio, una, y, otra, aumentando la explotación de los trabajadores, haciendo que la labor que antes realizaban 10 obreros, por ejemplo, ahora la hagan cinco, despidiendo al resto, intensificando así la jornada laboral para los que tengan la “fortuna” de quedarse, y disminuyendo además sus prestaciones y salarios.
¿Por qué el SME?
El PAN, debido a su origen, ideología y a los intereses que representa, los de la gran burguesía nacional y trasnacional, ha sido siempre enemigo de los sindicatos revolucionarios, y hoy el SME es, además, el primer obstáculo que tiene que enfrentar el gobierno de derecha en su pretensión de privatizar la industria eléctrica.
Asimismo, este sindicato se ha granjeado un odio particular de la derecha debido a su historia y a su carácter combativo, y particularmente a su posición de vanguardia en la lucha contra la política económica neoliberal pues fue el núcleo del Frente Nacional de Resistencia Contra la Privatización de la Industria Eléctrica (FNRCPIE), y participante activo y permanente de las movilizaciones que diferentes sectores del pueblo de México realizan en protesta por dicha política.
Son esos los “pecados” que han cometido los electricistas, y por los cuales están siendo castigados por el dedo implacable y “justiciero” de un gobierno intolerante, que no cree en el diálogo sino en la aplicación de la fuerza y la represión en contra de sus enemigos de clase y adversarios políticos e ideológicos, a los cuales tiene plenamente identificados.
Calderón se gana un lugar destacado en la historia de México.
Por su magnitud, gravedad y por lo que significa para cualquier país del mundo la industria eléctrica, el golpe dado por el gobierno panista neoliberal en contra de LyFC y del SME constituye, además de una acción de claros tintes fascistas, un enorme retroceso en el camino de construir un régimen verdaderamente democrático y una patria económicamente más independiente, camino que perdimos desde hace ya cerca de 27 años con la ascensión de los neoliberales al poder.
Estas acciones, además de poner en grave riesgo la paz social en nuestro país debido a las circunstancias de crisis y de pobreza en las que se dan, traerán “daños colaterales” para el propio gobierno panista, pues, como ya estamos viendo, harán crecer la conciencia entre el pueblo mexicano de las consecuencias que acarrea el hecho de que la derecha gobierne México, e incentivarán a las fuerzas progresistas, democráticas y antiimperialistas a unirse en un solo y gran frente para derrotar, y derrocar, a los neoliberales en el poder.
Pocos hechos en la historia de nuestro país hay tan viles y tan bajos como el realizado por el gobierno panista en contra de los trabajadores electricistas y de una empresa propiedad de la nación, y con ello Calderón se ha ganado a pulso un lugar en la historia de México al lado de personajes tan destacados como el usurpador Victoriano Huerta y el dictador Porfirio Díaz. Felicidades “Señor Presidente. Su Majestad”.
Correo electrónico: a_babor@hotmail.com
http://ababor-roberto.blogspot.com
Bertolt Brecht.
Por Roberto ESCAMILLA PÉREZ.
De un plumazo, y en un acto de auténtica traición a la patria, quien se ostenta como titular del Poder Ejecutivo de la Nación, Felipe Calderón Hinojosa, decretó la desaparición, o liquidación, de la compañía de Luz y Fuerza del Centro (LyFC), asestando al mismo tiempo un duro golpe a una organización obrera histórica, y una de las más combativas, democráticas e independientes del país, el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), que en los últimos años se había sumado decididamente a la lucha en contra de las privatizaciones y de la política económica de los gobiernos de derecha emanados tanto del PRI como del PAN.
Con ello, Calderón dejó sin empleo a cerca de 45 mil mexicanos, y sin sustento, seguridad social y demás prestaciones a igual número de familias, lo que en sí constituye una acción criminal y muestra la verdadera cara de su gobierno y de su partido, Acción Nacional.
Justificaciones, pretextos y mentiras.
En el fondo de estas acciones la derecha pretende el logro de dos de los objetivos que se propuso desde que asumió el poder hace ya aproximadamente 27 años: la privatización de la industria eléctrica y la destrucción del sindicalismo en general, pero en especial de los sindicatos revolucionarios e independientes. Para ello se valen de infinidad de argucias y mentiras, y, por supuesto, de todos los medios económicos y propagandísticos a su alcance, que son enormes.
El desprestigio permanente de las empresas en manos del Estado y de los sindicatos a través de los medios masivos de comunicación es parte importantísima de esta estrategia para convencer a los mexicanos que dichas empresas son ineficientes y una carga para el pueblo, y que los sindicatos son nidos de corrupción, y de canonjías y privilegios mal habidos, generalizando acerca de sus líderes.
Dividir a las organizaciones de los trabajadores y corromper a sus dirigentes es otro aspecto a destacar de esta manera de actuar de la derecha neoliberal en el gobierno, lográndolo en no pocos casos, convirtiendo a las organizaciones obreras en instrumentos a su servicio, deformando su vida democrática interna y anulándolas como defensoras de los intereses de sus agremiados, del pueblo y de la nación.
Si bien el desprestigiar a las empresas del Estado desde fuera le dio ciertos resultados, hoy que la derecha panista se encuentra en el poder, actúa como un virus mortal que socava desde dentro a estas empresas que pertenecen al pueblo de México, promoviendo su descapitalización, su ineficiencia y su estancamiento en relación a los avances científicos y tecnológicos, todo con el propósito de tener el pretexto perfecto para privatizarlas.
¿Los problemas de LyFC son culpa de los trabajadores y de su sindicato?
Por supuesto que no. Infinidad de veces el propio SME ha demostrado, con datos reales y concretos, con argumentos sólidos, que no es así, y ahí están sus numerosas publicaciones y documentos, y las declaraciones que en días recientes sus líderes han realizado como parte de la defensa de su organización, de su fuente de trabajo y de una empresa que pertenece a todos los mexicanos, no al gobierno.
El sindicato ha señalado que la situación de LyFC se debe a varios factores, entre ellos a la incapacidad de quienes han sido sus administradores, pero también a un intencional mal manejo de la misma con el propósito concreto de desaparecerla, primero, y luego privatizar el servicio, concedérselo a la gran burguesía nacional y trasnacional que ya están como buitres al acecho.
Asimismo, los trabajadores han denunciado desde siempre el enorme subsidio del que gozan los grandes industriales asentados en el área de servicio de LyFC, así como funcionarios federales, además de las deudas millonarias que arrastran distintas dependencias federales y el descarado robo de energía eléctrica que estos grupos privilegiados del sistema practican, todo en detrimento de esta empresa propiedad de la nación.
¿Es LyFC una carga para el pueblo mexicano?
Hablemos de verdaderas cargas para el pueblo: el IPAB-Fobaproa y la deuda externa, en los que se gastan miles de millones de dólares anuales para premiar la corrupción de los grandes banqueros, en el caso del primero, y para engrosar las arcas del imperio norteamericano y mantenernos en el subdesarrollo y la dependencia, en el segundo caso, mientras que el pueblo sufre de desempleo y miseria.
También los regímenes especiales de los que gozan los grandes empresarios a través de los cuales el Estado deja de percibir miles de millones de pesos en impuestos que deberían ser ocupados en la generación de empleos, en educación, salud, vivienda, etc., derechos de los que carecen millones de compatriotas.
Pero hay otras pesadas lozas que el pueblo carga sobre sus espaldas, el propio gobierno de Felipe Calderón es una de ellas, porque los mexicanos le pagamos a nuestro propio enemigo, y situación similar sucede con el Instituto Federal Electoral (IFE), el Tribunal Federal Electoral (Trife) o la Suprema Corte de Justicia de la Nación, entre otras instituciones infectadas por el virus panista neoliberal.
¿Es LyFC una empresa ineficiente?
Diversos países del mundo saben de la triste experiencia de contar con una industria eléctrica en manos de las trasnacionales, de particulares, entre ellos Argentina, Inglaterra, Chile y los propios Estados Unidos, donde, por ejemplo, se han registrado enormes apagones que han afectado a ciudades enteras, a millones de personas y que han dejado pérdidas económicas millonarias, como el del 14 de agosto del 2003, que afectó a ocho estados de la Unión Americana, a 50 millones de personas y dejó pérdidas diarias de tres mil millones de dólares.
A pesar de todo lo que el gobierno pueda decir de LyFC, esto no sucede en nuestro país y es gracias precisamente a que esta empresa no pertenece a un puñado de ricos, sino al pueblo mexicano, y a la labor diaria que realizan los trabajadores electricistas afiliados al SME.
Además, los habitantes de dichos países, pero especialmente el pueblo trabajador, sufre el cobro de altísimas tarifas, pagando relativamente mucho más por el servicio que las clases privilegiadas.
Lo anterior es pues lo que nos espera si permitimos que LyFC y la CFE, y la energía eléctrica en general, queden en manos de la gran burguesía nacional y trasnacional.
En el centro del país, ni en ninguna región del mismo, se han registrado los problemas que han sufrido y sufren los países mencionados, tenemos problemas, sí, lo mismo que grandes deficiencias que afectan a los mexicanos en este sentido, pero no son atribuibles al hecho de que la industria eléctrica esté en manos del Estado, sino a los que transitoriamente la han manejado, en este caso a los neoliberales priístas y panistas que han gobernado al país en los últimos 27 años y que están interesados en privatizarla.
Finalmente, el SME advirtió desde hace muchos años del hecho de que las diversas administraciones de LyFC no proporcionaban a los trabajadores los instrumentos, herramientas y condiciones necesarias para dar un adecuado mantenimiento, ampliar el servicio y mejorar las instalaciones, así como para su modernización, y, sin embargo, esto no fue pretexto para que los sindicalizados olvidaran sus obligaciones para con la nación y los mexicanos, cumpliéndolas lo mejor posible aún a expensas de su propia economía, de su vida y de su seguridad personal.
Enfrentar al pueblo contra los electricistas: estrategia perversa.
Hoy, para el gobierno panista neoliberal el SME es el responsable de las deficiencias de LyFC, del desempleo, de la miseria en la que viven 20 millones de mexicanos y hasta de la crisis. ¡Caramba, que poder tienen los electricistas para hacer estas cosas tan malas! Y además, dicen los panistas, gozan de grandes e ilegítimos privilegios que son un insulto para el resto de los mexicanos. ¡Cuánta maldad hay en ese sindicato!
A este grado ha llegado la campaña, de claros tintes fascistas, que se ha desatado en los medios masivos de comunicación, especialmente en Televisa y TV-Azteca, en contra del SME, con el propósito de desprestigiarlo, y aislarlo de quienes deberían constituir su más grande apoyo: el pueblo de México, al que quieren enfrentarlo. Pero no lo han logrado, ni lo lograrán, y eso quedó demostrado en la gran marcha realizada el pasado 15 de octubre.
¿Que los del SME gozan de privilegios inmerecidos, ilegales, ilegítimos y vergonzosos? No, disfrutan de los derechos que la Ley Federal del Trabajo otorga a todos los trabajadores de México, pero también de los que les da su Contrato Colectivo de Trabajo, fruto de una larga y dura lucha llevada a cabo en los 95 años de su existencia. Ellos los han sabido defender y hacer valer.
Gozan de los salarios, prestaciones y condiciones de trabajo que todos los trabajadores mexicanos deberíamos tener, a los que deberíamos aspirar, porque nuestro México es tan rico en recursos naturales y humanos que serían suficientes para que todos los mexicanos tuviéramos el mismo nivel de vida del que gozan no sólo los trabajadores electricistas de LyFC y de la CFE, sino los de Pemex, del IMSS y los maestros afiliados al SNTE.
Sin embargo, resulta que desgraciadamente la riqueza está pésimamente repartida, porque mientras México ha dado al mundo al hombre más rico, Carlos Slim (fruto de la privatización de Telmex), 80 millones de mexicanos vivimos en condiciones de pobreza.
¿Por qué los medios no cuestionan la riqueza de los Azcárraga, de los Salinas, de los Mouriño o de los Slim? Porque estamos acostumbrados a ver como natural que unas cuantas personas se enriquezcan de manera descomunal a costa del trabajo y sufrimiento de cientos, miles y millones de trabajadores. Porque la explotación del hombre por el hombre en el capitalismo es legal, no es punible, no se castiga, y la riqueza obtenida a través de ella hasta causa admiración y respeto, siendo que es una acción tan baja y tan vil, tan injusta, que debería ser erradicada para siempre de la faz de la Tierra, como algún día sin duda sucederá.
Las empresas del Estado y los números rojos.
En este conflicto generado por el gobierno panista neoliberal debemos considerar algo muy importante: el objetivo de una empresa del Estado es completamente diferente al de una perteneciente a la iniciativa privada. La empresa particular tiene como principal objetivo la obtención de una ganancia para el capitalista, mientras que una empresa del Estado tiene como propósito central proporcionar un bien o un servicio al pueblo y a la nación, no la obtención de ganancias, por lo que eso de que LyFC trabaja con números rojos es un argumento mañoso y manipulador.
De lo anterior se deduce que la energía eléctrica en manos de particulares resultaría carísima para el pueblo mexicano puesto que buscarían que su empresa fuera rentable, les dejara aceptables márgenes de ganancia. La iniciativa privada tiene dos maneras de lograr este propósito: incrementando arbitrariamente el costo del servicio, una, y, otra, aumentando la explotación de los trabajadores, haciendo que la labor que antes realizaban 10 obreros, por ejemplo, ahora la hagan cinco, despidiendo al resto, intensificando así la jornada laboral para los que tengan la “fortuna” de quedarse, y disminuyendo además sus prestaciones y salarios.
¿Por qué el SME?
El PAN, debido a su origen, ideología y a los intereses que representa, los de la gran burguesía nacional y trasnacional, ha sido siempre enemigo de los sindicatos revolucionarios, y hoy el SME es, además, el primer obstáculo que tiene que enfrentar el gobierno de derecha en su pretensión de privatizar la industria eléctrica.
Asimismo, este sindicato se ha granjeado un odio particular de la derecha debido a su historia y a su carácter combativo, y particularmente a su posición de vanguardia en la lucha contra la política económica neoliberal pues fue el núcleo del Frente Nacional de Resistencia Contra la Privatización de la Industria Eléctrica (FNRCPIE), y participante activo y permanente de las movilizaciones que diferentes sectores del pueblo de México realizan en protesta por dicha política.
Son esos los “pecados” que han cometido los electricistas, y por los cuales están siendo castigados por el dedo implacable y “justiciero” de un gobierno intolerante, que no cree en el diálogo sino en la aplicación de la fuerza y la represión en contra de sus enemigos de clase y adversarios políticos e ideológicos, a los cuales tiene plenamente identificados.
Calderón se gana un lugar destacado en la historia de México.
Por su magnitud, gravedad y por lo que significa para cualquier país del mundo la industria eléctrica, el golpe dado por el gobierno panista neoliberal en contra de LyFC y del SME constituye, además de una acción de claros tintes fascistas, un enorme retroceso en el camino de construir un régimen verdaderamente democrático y una patria económicamente más independiente, camino que perdimos desde hace ya cerca de 27 años con la ascensión de los neoliberales al poder.
Estas acciones, además de poner en grave riesgo la paz social en nuestro país debido a las circunstancias de crisis y de pobreza en las que se dan, traerán “daños colaterales” para el propio gobierno panista, pues, como ya estamos viendo, harán crecer la conciencia entre el pueblo mexicano de las consecuencias que acarrea el hecho de que la derecha gobierne México, e incentivarán a las fuerzas progresistas, democráticas y antiimperialistas a unirse en un solo y gran frente para derrotar, y derrocar, a los neoliberales en el poder.
Pocos hechos en la historia de nuestro país hay tan viles y tan bajos como el realizado por el gobierno panista en contra de los trabajadores electricistas y de una empresa propiedad de la nación, y con ello Calderón se ha ganado a pulso un lugar en la historia de México al lado de personajes tan destacados como el usurpador Victoriano Huerta y el dictador Porfirio Díaz. Felicidades “Señor Presidente. Su Majestad”.
Correo electrónico: a_babor@hotmail.com
http://ababor-roberto.blogspot.com
martes, 6 de octubre de 2009
Por una salida mexicana a la crisis.
Por Roberto ESCAMILLA PÉREZ.
“Que pague más quien más tiene, menos quien menos tiene y nada quien nada posea”
Nadie puede negar que los revolucionarios mexicanos de todas las épocas estuvieron influidos por ideas, doctrinas o principios que tuvieron su origen en otros pueblos, en otros países, pero que, por ser de carácter avanzado y promotores del progreso de los pueblos y de las naciones del mundo, se volvieron universales y fueron adoptados por ellos, aplicándolos de acuerdo a las condiciones y circunstancias de nuestra patria, pero también que rechazaron todas aquellas tesis contrarias al avance de la humanidad, impuestas por lo general por las clases y países dominantes con el fin de sojuzgar y someter a otros.
Los primeros pasos hacia el abismo.
Así, hace ya aproximadamente 27 años, durante el gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado, a nuestro pueblo, a la patria mexicana, les fueron impuestas, por parte del gobierno norteamericano, de las trasnacionales y de sus instrumentos financieros como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), tesis reaccionarias en el ámbito social, político y económico, resumidas en lo que hoy llamamos neoliberalismo.
Nuestro México, que hasta ese momento, aunque con obstáculos y traiciones, había avanzado por su propia ruta, por el camino abierto por la Revolución Mexicana iniciada en 1910, empezó a ser conducido hacia un callejón sin salida, hacia el abismo, primero por los grupos reaccionarios que siempre han existido al interior del Partido Revolucionario Institucional (PRI), encabezados por Salinas de Gortari, y después por el partido de la derecha mexicana, tradicional enemigo de todo progreso, el Partido (de) Acción Nacional (PAN), instrumento de la gran burguesía nacional y trasnacional, y del clero político.
Inicia la resistencia a las políticas neoliberales.
Es en aquella época en la que se inicia, por parte de los sectores y partidos más avanzados y consecuentes, la resistencia, la lucha en contra de las ideas neoliberales y de la política económica aplicada por los gobiernos federales, siendo sus momentos más destacados el combate parlamentario que, desde aquellos años, libraron los diputados federales del Partido Popular Socialista (PPS) y el debate ideológico de altura que este partido impulsó a nivel nacional para desenmascarar el carácter reaccionario del neoliberalismo, o del llamado “liberalismo social” como lo bautizó Salinas de Gortari.
Partiendo de esa lucha de carácter ideológico, de la toma de conciencia de importantes sectores del pueblo mexicano y del descontento que se empezó a generar, inclusive al interior del propio PRI, entonces en el gobierno, surgió el Frente Democrático Nacional (FDN), organismo formado por el propio PPS, la llamada Corriente Democrática (CD), salida del PRI, el Partido Socialista de los Trabajadores (PST) y el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM), y que lanzó como candidato a la Presidencia de la República en las elecciones federales de 1988 a Cuauhtémoc Cárdenas.
Ya casi al final de una exitosa y gran campaña, a la candidatura del FDN se sumó el llamado Partido Mexicano Socialista (PMS), antecedente, junto con la CD, del PRD, con su candidato Heberto Castillo, quien se había quedado prácticamente solo y aislado del gran movimiento popular que se había gestado en torno al Frente.
A partir de entonces las movilizaciones en contra de las políticas económicas neoliberales aumentaron, sumándose a la lucha decenas de organizaciones de todo tipo, como el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), el de Teléfonos de México, el del IMSS y el de la UNAM, entre los más destacados, contra los cuales el gobierno panista ha enfocado su política antisindical de corte fascista para tratar de dividirlos y hacer que desistan de la lucha consecuente que llevan a cabo a favor de sus legítimos derechos y de los intereses del pueblo y de la nación.
Posteriormente surgió el Frente Amplio Progresista (FAP), un movimiento popular más vigoroso y combativo, aunque aún falto de un programa tan avanzado y completo como el que tuvo el FDN en 1988, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, movimiento al que le fue arrebatada la Presidencia de la República en el 2006, y en el que el pueblo de México y sus sectores más progresistas tienen puestas sus esperanzas.
Al borde del abismo.
El camino por el que hasta ahora nos han conducido los gobiernos neoliberales nos tiene cerca del abismo, al borde de una confrontación violenta entre los mexicanos, y ha sumido al pueblo en la más grande miseria y desesperación.
La privatización de la economía nacional, de la tierra y de las instituciones de gobierno, y la que se hace de manera permanente con la educación pública y la seguridad social; la contención salarial y, por consecuencia, la pérdida del poder adquisitivo de los salarios; la disminución del presupuesto destinado a la educación, a la salud, y a la ciencia y tecnología; la política antisindical del gobierno federal; la eliminación de subsidios directos al pueblo y la creación de otros destinados a premiar la incapacidad y corrupción de la gran burguesía (como el IPAB-Fobaproa).
Además, el aumento de los impuestos y la creación de nuevos; el encarecimiento de productos y servicios que proporciona el Estado a sus diferentes niveles (como el transporte, la recolección de basura, el agua potable, el diesel y la gasolina); la apertura indiscriminada a las inversiones extranjeras; el comerciar casi exclusivamente con los Estados Unidos de Norteamérica, y otras políticas de gobierno de corte neoliberal, lo único que han conseguido es agudizar las contradicciones propias del régimen capitalista dependiente y subdesarrollado en el que vivimos, generar la crisis que estamos padeciendo y poner en grave peligro la paz social en nuestro país.
La salida mexicana a la crisis.
Más de lo mismo es el camino que propone el gobierno federal panista, la reacción y los neoliberales en general, es lo que “recomiendan” todos los días el FMI y el BM, instrumentos financieros de los países imperialistas, y hoy hasta la devaluada Organización de las Naciones Unidas (ONU), ahora poniendo de pretexto a los pobres entre los pobres; pero este camino ya es rechazado por la inmensa mayoría de mexicanos, por todos los que no votamos por el PAN en las elecciones federales realizadas en este año, por el simple hecho de que esas políticas van en contra del progreso y del pueblo y de la nación.
Para salir de la crisis sólo existe una vía, un camino, el abierto por la Revolución Mexicana iniciada en 1910, que se propuso el logro de tres objetivos fundamentales: nuestra plena independencia política y económica respecto de las potencias extranjeras, la elevación constante del nivel de vida del pueblo mexicano y la ampliación de nuestro régimen democrático.
Este camino de progreso propone que en lugar de privatizar se deben fortalecer las empresas del Estado, y nacionalizar aquellas industrias y recursos naturales que sean estratégicos para un desarrollo independiente y con progreso social del país; establece que lejos de debilitar al ejido se le debe proteger y dotarlo de las condiciones necesarias para hacerlo nuevamente productivo, y base de la producción y de la autosuficiencia alimentaria de nuestro país, como lo fue en el pasado; señala que en vez de debilitar la educación pública y la seguridad social, se debe aumentar su presupuesto para hacerlas de mayor calidad y con cobertura universal, apegadas siempre al espíritu constitucional.
Se propone sustituir la política de contención salarial por otra que haga que los salarios recuperen su poder adquisitivo, fortaleciendo así el mercado interno y mejorando el nivel de vida de los mexicanos; en lugar de disminuir el presupuesto destinado a ciencia y tecnología, y a las instituciones de educación superior, impulsa su incremento real para lograr nuestro pleno desarrollo e independencia en este aspecto, y su vinculación con nuestra economía.
Antes que pensar en eliminar subsidios destinados al pueblo, se propone crear empleos para que los primeros se hagan innecesarios, y, eso sí, desaparecer aquellos destinados a enriquecer a los más ricos, como el IPAB-Fobaproa, en el que se gastan miles de millones de pesos de manera criminal; en sustitución de la política de aumentar los precios en los bienes y servicios que proporciona el Estado y los particulares, este camino revolucionario implica implementar el control de precios y la escala móvil de salarios.
Lejos de aumentar los impuestos y crear otros, señala que se debe implementar una política fiscal integral bajo el principio de que paguen más quienes más tienen, menos quienes menos tienen y nada quienes nada posean; en vez de que nuestro país siga siendo un paraíso para las inversiones extranjeras, se propone regular su presencia en nuestro territorio, admitiéndolas sólo con carácter complementario, en áreas no estratégicas de la economía y en las que no signifiquen un peligro para nuestra seguridad, desarrollo e independencia nacional, impulsando, por lo contrario, a la pequeña y mediana industria nacional.
Finalmente, la vía abierta por la Revolución Mexicana implica que en lugar de comerciar casi exclusivamente con los Estados Unidos de Norteamérica, urge diversificar nuestro comercio exterior para hacerlo con la mayor cantidad de países posibles y en condiciones de real beneficio mutuo, porque de esta manera nuestro país evitará la dependencia enfermiza que hoy padecemos respecto a la economía norteamericana.
Un camino probado.
Implementar estas medidas es una garantía para darle una salida progresista a la grave crisis por la que atravesamos, porque contribuirían a aliviar las contradicciones que le dieron origen, es decir, habría una menos injusta distribución de la riqueza, aumentaría el bienestar del pueblo y el poder adquisitivo de los salarios, se fortalecería el mercado interno y la economía nacional empezaría a crecer sostenida y sanamente, con independencia y progreso social, fórmula que no inventamos nosotros, sino que es fruto de la experiencia acumulada por los mexicanos desde su lucha por la Independencia hasta la época actual, pasando por la Reforma y la Revolución Mexicana iniciada en 1910.
Sin embargo, el gobierno federal panista nunca pondrá en práctica estas medidas debido a su esencia reaccionaria, por estar al servicio de la gran burguesía nacional y trasnacional, por ello la importancia de vigorizar al FAP y al movimiento encabezado por López Obrador, de convertirlos en un gran frente, lo más amplio posible, de las fuerzas democráticas, patrióticas, progresistas y antiimperialistas, continuador de las luchas históricas del pueblo mexicano, para hacer realidad la formación de un gobierno integrado por dichas fuerzas y capaz de implementar un programa como el ya señalado.
Parafraseando al maestro Vicente Lombardo Toledano, genial líder de la clase obrera mexicana, diríamos que la Revolución es como un tren, en cuyo trayecto unos se suben y otros se bajan, pero que al final, más temprano que tarde, inevitablemente llegará a su destino, y a cada uno de nosotros, como individuos o como organizaciones, nos corresponde decidir si lo abordamos y arribamos junto con él al México con el que soñaron Hidalgo, Juárez, Morelos, Villa, Zapata, Madero, los Flores Magón, Lázaro Cárdenas y el propio Vicente Lombardo Toledano, entre muchos otros grandes mexicanos.
Correo electrónico: a_babor@hotmail.com
http://ababor-roberto.blogspot.com
“Que pague más quien más tiene, menos quien menos tiene y nada quien nada posea”
Nadie puede negar que los revolucionarios mexicanos de todas las épocas estuvieron influidos por ideas, doctrinas o principios que tuvieron su origen en otros pueblos, en otros países, pero que, por ser de carácter avanzado y promotores del progreso de los pueblos y de las naciones del mundo, se volvieron universales y fueron adoptados por ellos, aplicándolos de acuerdo a las condiciones y circunstancias de nuestra patria, pero también que rechazaron todas aquellas tesis contrarias al avance de la humanidad, impuestas por lo general por las clases y países dominantes con el fin de sojuzgar y someter a otros.
Los primeros pasos hacia el abismo.
Así, hace ya aproximadamente 27 años, durante el gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado, a nuestro pueblo, a la patria mexicana, les fueron impuestas, por parte del gobierno norteamericano, de las trasnacionales y de sus instrumentos financieros como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), tesis reaccionarias en el ámbito social, político y económico, resumidas en lo que hoy llamamos neoliberalismo.
Nuestro México, que hasta ese momento, aunque con obstáculos y traiciones, había avanzado por su propia ruta, por el camino abierto por la Revolución Mexicana iniciada en 1910, empezó a ser conducido hacia un callejón sin salida, hacia el abismo, primero por los grupos reaccionarios que siempre han existido al interior del Partido Revolucionario Institucional (PRI), encabezados por Salinas de Gortari, y después por el partido de la derecha mexicana, tradicional enemigo de todo progreso, el Partido (de) Acción Nacional (PAN), instrumento de la gran burguesía nacional y trasnacional, y del clero político.
Inicia la resistencia a las políticas neoliberales.
Es en aquella época en la que se inicia, por parte de los sectores y partidos más avanzados y consecuentes, la resistencia, la lucha en contra de las ideas neoliberales y de la política económica aplicada por los gobiernos federales, siendo sus momentos más destacados el combate parlamentario que, desde aquellos años, libraron los diputados federales del Partido Popular Socialista (PPS) y el debate ideológico de altura que este partido impulsó a nivel nacional para desenmascarar el carácter reaccionario del neoliberalismo, o del llamado “liberalismo social” como lo bautizó Salinas de Gortari.
Partiendo de esa lucha de carácter ideológico, de la toma de conciencia de importantes sectores del pueblo mexicano y del descontento que se empezó a generar, inclusive al interior del propio PRI, entonces en el gobierno, surgió el Frente Democrático Nacional (FDN), organismo formado por el propio PPS, la llamada Corriente Democrática (CD), salida del PRI, el Partido Socialista de los Trabajadores (PST) y el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM), y que lanzó como candidato a la Presidencia de la República en las elecciones federales de 1988 a Cuauhtémoc Cárdenas.
Ya casi al final de una exitosa y gran campaña, a la candidatura del FDN se sumó el llamado Partido Mexicano Socialista (PMS), antecedente, junto con la CD, del PRD, con su candidato Heberto Castillo, quien se había quedado prácticamente solo y aislado del gran movimiento popular que se había gestado en torno al Frente.
A partir de entonces las movilizaciones en contra de las políticas económicas neoliberales aumentaron, sumándose a la lucha decenas de organizaciones de todo tipo, como el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), el de Teléfonos de México, el del IMSS y el de la UNAM, entre los más destacados, contra los cuales el gobierno panista ha enfocado su política antisindical de corte fascista para tratar de dividirlos y hacer que desistan de la lucha consecuente que llevan a cabo a favor de sus legítimos derechos y de los intereses del pueblo y de la nación.
Posteriormente surgió el Frente Amplio Progresista (FAP), un movimiento popular más vigoroso y combativo, aunque aún falto de un programa tan avanzado y completo como el que tuvo el FDN en 1988, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, movimiento al que le fue arrebatada la Presidencia de la República en el 2006, y en el que el pueblo de México y sus sectores más progresistas tienen puestas sus esperanzas.
Al borde del abismo.
El camino por el que hasta ahora nos han conducido los gobiernos neoliberales nos tiene cerca del abismo, al borde de una confrontación violenta entre los mexicanos, y ha sumido al pueblo en la más grande miseria y desesperación.
La privatización de la economía nacional, de la tierra y de las instituciones de gobierno, y la que se hace de manera permanente con la educación pública y la seguridad social; la contención salarial y, por consecuencia, la pérdida del poder adquisitivo de los salarios; la disminución del presupuesto destinado a la educación, a la salud, y a la ciencia y tecnología; la política antisindical del gobierno federal; la eliminación de subsidios directos al pueblo y la creación de otros destinados a premiar la incapacidad y corrupción de la gran burguesía (como el IPAB-Fobaproa).
Además, el aumento de los impuestos y la creación de nuevos; el encarecimiento de productos y servicios que proporciona el Estado a sus diferentes niveles (como el transporte, la recolección de basura, el agua potable, el diesel y la gasolina); la apertura indiscriminada a las inversiones extranjeras; el comerciar casi exclusivamente con los Estados Unidos de Norteamérica, y otras políticas de gobierno de corte neoliberal, lo único que han conseguido es agudizar las contradicciones propias del régimen capitalista dependiente y subdesarrollado en el que vivimos, generar la crisis que estamos padeciendo y poner en grave peligro la paz social en nuestro país.
La salida mexicana a la crisis.
Más de lo mismo es el camino que propone el gobierno federal panista, la reacción y los neoliberales en general, es lo que “recomiendan” todos los días el FMI y el BM, instrumentos financieros de los países imperialistas, y hoy hasta la devaluada Organización de las Naciones Unidas (ONU), ahora poniendo de pretexto a los pobres entre los pobres; pero este camino ya es rechazado por la inmensa mayoría de mexicanos, por todos los que no votamos por el PAN en las elecciones federales realizadas en este año, por el simple hecho de que esas políticas van en contra del progreso y del pueblo y de la nación.
Para salir de la crisis sólo existe una vía, un camino, el abierto por la Revolución Mexicana iniciada en 1910, que se propuso el logro de tres objetivos fundamentales: nuestra plena independencia política y económica respecto de las potencias extranjeras, la elevación constante del nivel de vida del pueblo mexicano y la ampliación de nuestro régimen democrático.
Este camino de progreso propone que en lugar de privatizar se deben fortalecer las empresas del Estado, y nacionalizar aquellas industrias y recursos naturales que sean estratégicos para un desarrollo independiente y con progreso social del país; establece que lejos de debilitar al ejido se le debe proteger y dotarlo de las condiciones necesarias para hacerlo nuevamente productivo, y base de la producción y de la autosuficiencia alimentaria de nuestro país, como lo fue en el pasado; señala que en vez de debilitar la educación pública y la seguridad social, se debe aumentar su presupuesto para hacerlas de mayor calidad y con cobertura universal, apegadas siempre al espíritu constitucional.
Se propone sustituir la política de contención salarial por otra que haga que los salarios recuperen su poder adquisitivo, fortaleciendo así el mercado interno y mejorando el nivel de vida de los mexicanos; en lugar de disminuir el presupuesto destinado a ciencia y tecnología, y a las instituciones de educación superior, impulsa su incremento real para lograr nuestro pleno desarrollo e independencia en este aspecto, y su vinculación con nuestra economía.
Antes que pensar en eliminar subsidios destinados al pueblo, se propone crear empleos para que los primeros se hagan innecesarios, y, eso sí, desaparecer aquellos destinados a enriquecer a los más ricos, como el IPAB-Fobaproa, en el que se gastan miles de millones de pesos de manera criminal; en sustitución de la política de aumentar los precios en los bienes y servicios que proporciona el Estado y los particulares, este camino revolucionario implica implementar el control de precios y la escala móvil de salarios.
Lejos de aumentar los impuestos y crear otros, señala que se debe implementar una política fiscal integral bajo el principio de que paguen más quienes más tienen, menos quienes menos tienen y nada quienes nada posean; en vez de que nuestro país siga siendo un paraíso para las inversiones extranjeras, se propone regular su presencia en nuestro territorio, admitiéndolas sólo con carácter complementario, en áreas no estratégicas de la economía y en las que no signifiquen un peligro para nuestra seguridad, desarrollo e independencia nacional, impulsando, por lo contrario, a la pequeña y mediana industria nacional.
Finalmente, la vía abierta por la Revolución Mexicana implica que en lugar de comerciar casi exclusivamente con los Estados Unidos de Norteamérica, urge diversificar nuestro comercio exterior para hacerlo con la mayor cantidad de países posibles y en condiciones de real beneficio mutuo, porque de esta manera nuestro país evitará la dependencia enfermiza que hoy padecemos respecto a la economía norteamericana.
Un camino probado.
Implementar estas medidas es una garantía para darle una salida progresista a la grave crisis por la que atravesamos, porque contribuirían a aliviar las contradicciones que le dieron origen, es decir, habría una menos injusta distribución de la riqueza, aumentaría el bienestar del pueblo y el poder adquisitivo de los salarios, se fortalecería el mercado interno y la economía nacional empezaría a crecer sostenida y sanamente, con independencia y progreso social, fórmula que no inventamos nosotros, sino que es fruto de la experiencia acumulada por los mexicanos desde su lucha por la Independencia hasta la época actual, pasando por la Reforma y la Revolución Mexicana iniciada en 1910.
Sin embargo, el gobierno federal panista nunca pondrá en práctica estas medidas debido a su esencia reaccionaria, por estar al servicio de la gran burguesía nacional y trasnacional, por ello la importancia de vigorizar al FAP y al movimiento encabezado por López Obrador, de convertirlos en un gran frente, lo más amplio posible, de las fuerzas democráticas, patrióticas, progresistas y antiimperialistas, continuador de las luchas históricas del pueblo mexicano, para hacer realidad la formación de un gobierno integrado por dichas fuerzas y capaz de implementar un programa como el ya señalado.
Parafraseando al maestro Vicente Lombardo Toledano, genial líder de la clase obrera mexicana, diríamos que la Revolución es como un tren, en cuyo trayecto unos se suben y otros se bajan, pero que al final, más temprano que tarde, inevitablemente llegará a su destino, y a cada uno de nosotros, como individuos o como organizaciones, nos corresponde decidir si lo abordamos y arribamos junto con él al México con el que soñaron Hidalgo, Juárez, Morelos, Villa, Zapata, Madero, los Flores Magón, Lázaro Cárdenas y el propio Vicente Lombardo Toledano, entre muchos otros grandes mexicanos.
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jueves, 17 de septiembre de 2009
Lobos y ovejas.
¿Desde cuándo los lobos dialogan y proponen alianzas con las ovejas?
El Informe de los lobos.
El pasado miércoles 3 de septiembre, Felipe Calderón envió un mensaje a la Nación con motivo de la entrega al Congreso de la Unión de su III Informe de Gobierno, en un acto en el que se evitó la presencia del pueblo y donde los invitados fueron cuidadosamente seleccionados por el propio Poder Ejecutivo para evitar desagradables sorpresas.
Por su contenido, características y orientación, dicho mensaje no requiere, ni merece, un análisis amplio ni sesudo para descubrir su esencia y propósitos. Pleno de demagogia y ambigüedad fue, aunque parezca contradictorio, claro: el gobierno panista, a pesar de la crisis y de sus dramáticas consecuencias para el pueblo y la nación, no está dispuesto a modificar, ni en lo más mínimo, su política económica neoliberal, al contrario, planea insistir en ella, continuarla y profundizarla.
El plan de los lobos.
Lo anterior implica que Calderón, como ya lo confirmó con su paquete económico para el 2010 dado a conocer recientemente por el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, pretende continuar con su política de privatizaciones de lo poco que queda en manos de la nación, como el petróleo, la electricidad, la seguridad social y la educación; además, desea modificar el artículo 123 constitucional y la Ley Federal del Trabajo en un sentido contrario a los intereses de la clase trabajadora, y, por si lo anterior fuera poco, forzar la “salida de la crisis” en base a un mayor sacrificio del empobrecido pueblo mexicano, fomentando mayor desempleo y creando más impuestos, así como aumentando los precios de los servicios y productos que el Estado proporciona, como el diesel, la gasolina, el transporte, el agua potable y la electricidad, entre otros. Este es su “gran plan anticrisis”.
Lobos con piel de oveja.
Partiendo de esta realidad, no comprendemos cómo es posible que alguien crea que el llamado de Calderón al “diálogo” y a una “gran alianza” de “todos” los mexicanos sea serio, toda vez que no da ni el más mínimo signo de rectificación de las políticas económicas que aplica su gobierno, claramente negativas, antipopulares, antinacionales y generadoras de la crisis.
Sin embargo, lo realmente increíble es que, de manera inmediata y sin mediar reflexión alguna, ciertos dirigentes de partidos políticos de origen progresista, personajes que inclusive se dicen hasta de izquierda, hayan aceptado, sin condición alguna, el falso llamado calderonista, y se hayan sentado ya a la misma mesa con altos dirigentes del partido en el gobierno en una actitud por demás irresponsable, servil y oportunista.
La estrategia de las ovejas.
Es ingenuo e infantil pensar que el gobierno panista, por voluntad propia, aceptará o llevará a cabo cambios en la política económica neoliberal o dará un llamado “golpe de timón” en materia económica.
La única manera en la que la situación puede cambiar a favor del pueblo mexicano es substituyendo a este gobierno de la gran burguesía reaccionaria nacional y trasnacional, por otro que esté formado sólo por las fuerzas democráticas, patrióticas y progresistas de México, por auténticos representantes de los pequeños y medianos empresarios y comerciantes mexicanos, de los obreros, de los campesinos, de los maestros, de los intelectuales progresistas, de los profesionistas, científicos y técnicos mexicanos, de los pescadores, de los jóvenes, de las mujeres y de los millones de mexicanos sin empleo.
Para que un gobierno de este tipo se haga realidad se requiere de la unidad, de una gran alianza, de un gran frente, sí, pero no de “todos” los mexicanos, porque este supuesto calderonista es irreal, tendencioso y demagógico, sino de los mexicanos de pensamiento progresista y democrático que, a pesar de sus diferencias, coincidan en un programa común de carácter avanzado, contrario a las tesis neoliberales, y que apunte a lograr para la patria su independencia económica, política, científica y tecnológica, para los mexicanos un mejor nivel de vida en un plazo mediato e inmediato (no a 30 años como lo ha prometido demagógicamente Calderón), y un régimen verdaderamente democrático en el que la clase trabajadora mexicana esté auténticamente representada en todos los niveles de gobierno, tanto en el ámbito federal y estatal como en el municipal.
Somos más los mexicanos pobres, casi 80 millones, somos más los mexicanos con pensamiento progresista, es una ridícula minoría acaudalada y corrupta la que sostiene en el poder a Calderón, por eso la unidad de las mayorías, de quienes queremos el progreso de México, es tan importante, y de darse sería invencible.
Por una salida mexicana a la crisis.
Hay a quienes les encanta inventar teorías sobre la realidad, o, mejor dicho, inventar la realidad, pero los mexicanos no necesitamos inventar nada, sólo tenemos que abrevar en nuestra experiencia histórica y veremos que fue la unidad de los habitantes de la Nueva España, criollos, indígenas, negros y mestizos, pero de pensamiento revolucionario y humanista, de los que amaban a la naciente patria, encabezados por Miguel Hidalgo y José María Morelos, la que logró la independencia de México respecto a España.
Fue también la unidad de los mexicanos patriotas, avanzados y visionarios, a cuya cabeza se puso el gran Benito Juárez, lo que nos permitió derrotar a mediados del siglo XIX, a un príncipe extranjero que quiso gobernar a México con la ayuda de un grupúsculo de traidores, y además hacer realidad las revolucionarias Leyes de Reforma.
Asimismo, la Revolución Mexicana de 1910 fue obra de una gran alianza, de un gran frente formado por obreros, campesinos, indígenas, rancheros con pensamiento avanzado, la burguesía naciente, intelectuales revolucionarios, etc., sectores que, aún con sus fuertes contradicciones internas, lucharon por derrotar a la dictadura latifundista de Porfirio Díaz, pero además por lograr nuestro desarrollo con independencia económica y política plena, elevar el nivel de vida del pueblo y ampliar nuestro régimen democrático, metas históricas y permanentes de los mexicanos de todas la épocas y tiempos.
Ahí, en nuestra experiencia histórica, están las respuestas que necesitamos para superar la crisis que hoy padecemos. Cien o 200 años son muchos para un hombre, pero insignificantes para la historia de un pueblo, por eso se equivocan quienes señalan que la Revolución Mexicana murió o es ya obsoleta: sus principios y objetivos esenciales están vivos, plenamente vigentes, y nos toca a nosotros aplicarlos creativamente a las circunstancias actuales en beneficio de la nación y del pueblo mexicano.
-o-
“Asumir los costos políticos”
Si el “cambio” y las medidas económicas que plantea el gobierno neoliberal fueran positivos para el pueblo y la nación en el corto, o por lo menos en el mediano o largo plazo, el PAN y Calderón no estarían preocupados por “asumir los costos políticos” de las mismas, sino seguros de cosechar los aplausos y el reconocimiento del pueblo, y de la Historia.
Correo electrónico: a_babor@hotmail.com
http://ababor-roberto.blogspot.com
El Informe de los lobos.
El pasado miércoles 3 de septiembre, Felipe Calderón envió un mensaje a la Nación con motivo de la entrega al Congreso de la Unión de su III Informe de Gobierno, en un acto en el que se evitó la presencia del pueblo y donde los invitados fueron cuidadosamente seleccionados por el propio Poder Ejecutivo para evitar desagradables sorpresas.
Por su contenido, características y orientación, dicho mensaje no requiere, ni merece, un análisis amplio ni sesudo para descubrir su esencia y propósitos. Pleno de demagogia y ambigüedad fue, aunque parezca contradictorio, claro: el gobierno panista, a pesar de la crisis y de sus dramáticas consecuencias para el pueblo y la nación, no está dispuesto a modificar, ni en lo más mínimo, su política económica neoliberal, al contrario, planea insistir en ella, continuarla y profundizarla.
El plan de los lobos.
Lo anterior implica que Calderón, como ya lo confirmó con su paquete económico para el 2010 dado a conocer recientemente por el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, pretende continuar con su política de privatizaciones de lo poco que queda en manos de la nación, como el petróleo, la electricidad, la seguridad social y la educación; además, desea modificar el artículo 123 constitucional y la Ley Federal del Trabajo en un sentido contrario a los intereses de la clase trabajadora, y, por si lo anterior fuera poco, forzar la “salida de la crisis” en base a un mayor sacrificio del empobrecido pueblo mexicano, fomentando mayor desempleo y creando más impuestos, así como aumentando los precios de los servicios y productos que el Estado proporciona, como el diesel, la gasolina, el transporte, el agua potable y la electricidad, entre otros. Este es su “gran plan anticrisis”.
Lobos con piel de oveja.
Partiendo de esta realidad, no comprendemos cómo es posible que alguien crea que el llamado de Calderón al “diálogo” y a una “gran alianza” de “todos” los mexicanos sea serio, toda vez que no da ni el más mínimo signo de rectificación de las políticas económicas que aplica su gobierno, claramente negativas, antipopulares, antinacionales y generadoras de la crisis.
Sin embargo, lo realmente increíble es que, de manera inmediata y sin mediar reflexión alguna, ciertos dirigentes de partidos políticos de origen progresista, personajes que inclusive se dicen hasta de izquierda, hayan aceptado, sin condición alguna, el falso llamado calderonista, y se hayan sentado ya a la misma mesa con altos dirigentes del partido en el gobierno en una actitud por demás irresponsable, servil y oportunista.
La estrategia de las ovejas.
Es ingenuo e infantil pensar que el gobierno panista, por voluntad propia, aceptará o llevará a cabo cambios en la política económica neoliberal o dará un llamado “golpe de timón” en materia económica.
La única manera en la que la situación puede cambiar a favor del pueblo mexicano es substituyendo a este gobierno de la gran burguesía reaccionaria nacional y trasnacional, por otro que esté formado sólo por las fuerzas democráticas, patrióticas y progresistas de México, por auténticos representantes de los pequeños y medianos empresarios y comerciantes mexicanos, de los obreros, de los campesinos, de los maestros, de los intelectuales progresistas, de los profesionistas, científicos y técnicos mexicanos, de los pescadores, de los jóvenes, de las mujeres y de los millones de mexicanos sin empleo.
Para que un gobierno de este tipo se haga realidad se requiere de la unidad, de una gran alianza, de un gran frente, sí, pero no de “todos” los mexicanos, porque este supuesto calderonista es irreal, tendencioso y demagógico, sino de los mexicanos de pensamiento progresista y democrático que, a pesar de sus diferencias, coincidan en un programa común de carácter avanzado, contrario a las tesis neoliberales, y que apunte a lograr para la patria su independencia económica, política, científica y tecnológica, para los mexicanos un mejor nivel de vida en un plazo mediato e inmediato (no a 30 años como lo ha prometido demagógicamente Calderón), y un régimen verdaderamente democrático en el que la clase trabajadora mexicana esté auténticamente representada en todos los niveles de gobierno, tanto en el ámbito federal y estatal como en el municipal.
Somos más los mexicanos pobres, casi 80 millones, somos más los mexicanos con pensamiento progresista, es una ridícula minoría acaudalada y corrupta la que sostiene en el poder a Calderón, por eso la unidad de las mayorías, de quienes queremos el progreso de México, es tan importante, y de darse sería invencible.
Por una salida mexicana a la crisis.
Hay a quienes les encanta inventar teorías sobre la realidad, o, mejor dicho, inventar la realidad, pero los mexicanos no necesitamos inventar nada, sólo tenemos que abrevar en nuestra experiencia histórica y veremos que fue la unidad de los habitantes de la Nueva España, criollos, indígenas, negros y mestizos, pero de pensamiento revolucionario y humanista, de los que amaban a la naciente patria, encabezados por Miguel Hidalgo y José María Morelos, la que logró la independencia de México respecto a España.
Fue también la unidad de los mexicanos patriotas, avanzados y visionarios, a cuya cabeza se puso el gran Benito Juárez, lo que nos permitió derrotar a mediados del siglo XIX, a un príncipe extranjero que quiso gobernar a México con la ayuda de un grupúsculo de traidores, y además hacer realidad las revolucionarias Leyes de Reforma.
Asimismo, la Revolución Mexicana de 1910 fue obra de una gran alianza, de un gran frente formado por obreros, campesinos, indígenas, rancheros con pensamiento avanzado, la burguesía naciente, intelectuales revolucionarios, etc., sectores que, aún con sus fuertes contradicciones internas, lucharon por derrotar a la dictadura latifundista de Porfirio Díaz, pero además por lograr nuestro desarrollo con independencia económica y política plena, elevar el nivel de vida del pueblo y ampliar nuestro régimen democrático, metas históricas y permanentes de los mexicanos de todas la épocas y tiempos.
Ahí, en nuestra experiencia histórica, están las respuestas que necesitamos para superar la crisis que hoy padecemos. Cien o 200 años son muchos para un hombre, pero insignificantes para la historia de un pueblo, por eso se equivocan quienes señalan que la Revolución Mexicana murió o es ya obsoleta: sus principios y objetivos esenciales están vivos, plenamente vigentes, y nos toca a nosotros aplicarlos creativamente a las circunstancias actuales en beneficio de la nación y del pueblo mexicano.
-o-
“Asumir los costos políticos”
Si el “cambio” y las medidas económicas que plantea el gobierno neoliberal fueran positivos para el pueblo y la nación en el corto, o por lo menos en el mediano o largo plazo, el PAN y Calderón no estarían preocupados por “asumir los costos políticos” de las mismas, sino seguros de cosechar los aplausos y el reconocimiento del pueblo, y de la Historia.
Correo electrónico: a_babor@hotmail.com
http://ababor-roberto.blogspot.com
miércoles, 9 de septiembre de 2009
Seis mentiras acerca de la crisis.
Seis mentiras acerca de la crisis.
Por Roberto ESCAMILLA PÉREZ.
Para los monopolios televisivos, para el gobierno panista, y para los intelectuales y analistas de derecha, la crisis por la que atraviesa el mundo capitalista, incluido México por supuesto, es transitoria, se debe a “errores” cometidos en la conducción de la economía mundial y a circunstancias “coyunturales” adversas, por lo que para salir de ella, y con la falsa ilusión de que ya no se repitan, proponen sólo algunos “ajustes” al modelo o a las políticas económicas neoliberales que en la actualidad se aplican. Nada más falso y alejado de la realidad.
1.- Antes y después de la crisis… crisis.
Que la crisis del sistema capitalista inició hace algunos meses como producto de las dificultades económicas en los Estados Unidos y que de ahí se extendió a todo el mundo, es una verdad a medias.
Las crisis son parte esencial del sistema capitalista, nacieron con él y morirán sólo hasta que este sistema desaparezca de la faz de la Tierra. La primera ocurrió en Inglaterra en 1825. La de 1836 abarcó Inglaterra y los Estados Unidos. La primera de carácter mundial ocurrió en 1847-1848, en Inglaterra, Estados Unidos y Europa. La de 1857 afectó a los principales países de Europa y América, pero fue la de 1873 la más profunda de ellas en el siglo XIX. La primera crisis del siglo pasado inició en Rusia, de 1900 a 1903, pero la mayor y más conocida fue la de 1929-1933, que inició en los Estados Unidos y se extendió por todo el mundo.
A éstas le siguieron muchas más en los años posteriores, originándose en uno o en varios países, afectando a un grupo de ellos o, como en la crisis actual, al sistema capitalista mundial. Las crisis económicas son cada vez más frecuentes a grado tal que los periodos de auge o recuperación relativa se van haciendo cada vez más cortos.
En realidad, desde hace ya muchos años, desde principios del siglo pasado, al pasar a la fase de imperialismo, con el dominio de los monopolios, el capitalismo dejó de ser un sistema floreciente, impulsor del desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad, para convertirse en una retranca del progreso de la humanidad, en un sistema decadente y en crisis general, es decir, que abarca lo económico, lo político y lo social.
Lo que hoy presenciamos es una de las crisis más profundas en la historia del sistema capitalista mundial, a pesar de que a finales del siglo pasado ya se le daba por invulnerable y eterno debido a la desaparición del campo socialista, a la Revolución Científico-Técnica, a la “globalización” y al mágico “libre mercado”, habiéndose inclusive anunciado, por parte de los intelectuales al servicio del imperialismo, el llamado “fin de la historia”.
Así pues, las nuevas generaciones de mexicanos, los más jóvenes, nacieron en medio de la crisis y viven en un país donde ésta se ha manifestado de manera más grave y violenta debido a las políticas económicas neoliberales aplicadas desde hace cerca de 27 años; además, y por si esto fuera poco, la juventud mexicana es amenazada por el gobierno panista neoliberal con perecer en medio de la crisis sin jamás haber disfrutado de bienestar y de paz, truncando sus sueños de tener un futuro mejor para ellos y para sus hijos, y una patria libre y próspera.
2.- Que la crisis es coyuntural y transitoria.
Las crisis en el capitalismo no se dan por “errores” en la conducción de la economía, tienen su origen en las contradicciones internas del sistema, principalmente en la que existe entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción (la propiedad capitalista sobre los medios de producción y sobre las riquezas producidas por las mayorías), y cuando ésta se agudiza sobreviene una profundización también de la crisis general y permanente en la que se encuentra inmerso este sistema.
Además, la producción en el capitalismo es caótica y su fin último es la obtención de ganancias, no la satisfacción de las necesidades de la gente; asimismo, en este sistema grandes masas del pueblo carecen de lo indispensable para vivir, mientras que unos pocos, los propietarios de los medios de producción, se apropian de la mayor parte de las riquezas producidas.
Todo lo anterior genera necesariamente las crisis, pues llega el momento en que, a pesar de haber una gran cantidad de productos y bienes en el mercado debido al gran desarrollo de las fuerzas productivas, la inmensa mayoría de la gente no tiene con qué adquirirlos, hecho que en corto plazo paraliza la producción y la economía en general, se produce una masiva destrucción de mercancías y de medios de producción, cierre y quiebra de industrias enteras, un enorme retroceso de la economía en general, crece la masa de desempleados y el caos, la miseria, la violencia, la incertidumbre, el miedo y la inseguridad predominan en la sociedad, especialmente entre la juventud. Todo esto es lo que hoy vivimos y padecemos.
3.- Que “la crisis es una oportunidad”… para morirse de hambre.
Cínicamente y utilizando los monopolios televisivos, Calderón, Carstens, todo el gobierno neoliberal panista y sus intelectuales a sueldo nos repiten constantemente que “la crisis representa una oportunidad para los mexicanos”.
En verdad que para el pueblo la crisis es una “oportunidad”, pero para morirse de hambre, para morirse de enfermedades prevenibles y curables, para que los jóvenes y niños mexicanos se vuelvan alcohólicos, drogadictos o delincuentes, para andar en harapos y descalzos. Aunque seguramente Felipe Calderón debe pensar, como alguna vez lo declarara un sanguinario dictador centroamericano, que es bueno y sano que los niños anden descalzos y desnudos porque así están en contacto directo con la naturaleza.
La única oportunidad verdadera para el pueblo en un escenario como el actual es aprender de esta terrible experiencia, fortalecer su organización y profundizar su lucha en la defensa de sus intereses.
Los mexicanos debemos darnos cuenta de lo que ha significado que la derecha panista, y los neoliberales en general, hayan tomado el poder, y de la necesidad de luchar para derrotarlos y sacar al pueblo de la pobreza, lograr una patria independiente en lo económico, político, científico y tecnológico, con una economía propia y un auténtico régimen democrático distinto al actual, en el que la clase trabajadora esté auténtica y fielmente representada.
4.- Que de la crisis “saldremos fortalecidos”.
Decir que saldremos fortalecidos es sólo otra vulgar y cínica mentira. ¿Acaso los más de 70 millones de mexicanos que hoy son pobres dejarán de serlo “después de la crisis”? Por supuesto que no: ¡La pobreza en México crecerá si continúa en el poder la derecha panista neoliberal, y los sufrimientos del pueblo aumentarán! En pocas palabras: la crisis se quedará con nosotros.
¿Quiénes se han beneficiado de la crisis y se están fortaleciendo con ella? Unos cuántos monopolios trasnacionales, los cuales han absorbido a otros que se han ido a la quiebra, concentrándose una inimaginable cantidad de riquezas en un pequeño grupo de magnates que pretenden seguir manejando al mundo a su antojo hasta llevarlo a su destrucción.
¿Que algunos millonarios también han perdido con motivo de la crisis? Sí, pero no es lo mismo poseer mil millones de dólares y perder 500 de ellos, que quedarse sin empleo y sin ingresos, o que éstos se reduzcan con motivo de los pactos antiobreros que algunos “líderes” sindicales han hecho con el gobierno y los patrones a pretexto de mantener las fuentes de empleo, o que perder la seguridad social, o que no tengas para alimentar a tu familia o para mandar a tus hijos a la escuela. Son pérdidas en verdad muy diferentes, de muy distinta dimensión y significado.
5.- Que la crisis vino de fuera… ¿Es de origen extraterrestre?
Como a Felipe Calderón le molesta sobremanera oír que el imperialismo norteamericano mantiene a México en una dependencia económica enfermiza y en el subdesarrollo, lo cual es verdad, en un tiempo dijo que no debíamos echarle la culpa de nuestros problemas a “otros”, refiriéndose seguramente a los Estados Unidos de Norteamérica. Hoy ha dado un giro de 180 grados a este discurso pues repite hasta el cansancio que “la crisis vino de fuera”. Es para morirse de risa, o de llanto, según nuestro estado de ánimo o la clase social a la que cada uno pertenezca.
Las crisis, como ya lo hemos explicado, provienen de dentro, del corazón, del núcleo del régimen capitalista, y México es un país capitalista, por lo que la crisis que padecemos los mexicanos es a causa de nuestro sistema económico, agravada, como el propio gobierno panista ha reconocido mañosamente, por nuestra enorme dependencia de la economía norteamericana, por nuestro subdesarrollo, por carecer de una auténtica industria nacional fuerte y por haber abandonado, desde hace más de 27 años ya, el camino progresista abierto por la Revolución Mexicana iniciada en 1910. El gobierno panista trata de evadir su enorme y criminal responsabilidad de lo que está ocurriendo.
6.- Las medidas “anticíclicas” y el “programa anticrisis”.
¿A qué le llama Calderón “medidas anticíclicas” o “anticrisis”? A incentivar más la inversión extranjera en nuestro país, principalmente norteamericana; a la eliminación de subsidios, especialmente aquellos dirigidos al pueblo, como el de la leche y la energía eléctrica, sin tocar los creados a favor de los ricos, como el Fobaproa-IPAB; al incremento de precios de servicios públicos como el agua y la electricidad; al aumento en los impuestos y a la creación de otros nuevos, como a los alimentos y medicinas.
También forman parte de estas medidas el encarecimiento de los combustibles que produce el Estado, como el diesel y la gasolina; el despido de trabajadores al servicio del Estado, fomentando aún más el desempleo; la disminución de los salarios de los trabajadores, reduciendo aún más su poder de compra; los recortes al gasto público, principalmente al dirigido a educación, salud, servicios y programas sociales, etc.
Una noticia señor Calderón: estas medidas, lejos de cumplir con el publicitado objetivo, harán que México se suma en una crisis cada vez más profunda, prepararán las condiciones para crisis futuras más graves y aumentarán a tal grado la desesperación del pueblo mexicano que se podrían desencadenar protestas violentas y derramamiento de sangre, que, por supuesto, no sería la de los grupos privilegiados que hoy gobiernan el país, sino del mismo pueblo.
Medidas como las que está tomando y pretende aplicar el gobierno panista neoliberal disminuirían los ingresos y el poder adquisitivo del pueblo, y por tanto su capacidad para consumir y comprar, enjutándose aún más el mercado interno y haciendo mucho más lento y doloroso para los trabajadores el largo proceso para salir de esta situación. Las contradicciones internas del sistema, de las que ya hablamos y que generan las crisis, se agudizarían aún más, con las consiguientes consecuencias negativas para el pueblo y la nación.
Revolución vs. Crisis.
Hoy la derecha no puede decir que las peores crisis ocurrieron mientras los gobiernos se condujeron, aún con titubeos, errores y traiciones, por el camino abierto por la Revolución Mexicana de 1910, por la vía del nacionalismo revolucionario, y también es claro que la crisis económica que estamos viviendo, la peor en la historia de México, se da como resultado de dos hechos: la llegada de la derecha neoliberal al poder y la aplicación de sus políticas económicas antinacionales y antipopulares por ya más de 27 años, factores que agravaron todas las contradicciones del sistema.
Una salida mexicana a la crisis deberá pasar, forzosamente, por retomar los principios que dieron origen a la Revolución Mexicana, para ello el gobierno de derecha deberá ser sustituido por uno formado por las fuerzas democráticas y progresistas del país; la política privatizadora, por una que promueva el fortalecimiento de las empresas y servicios en manos del Estado, y la nacionalización de aquellos que sean estratégicos para el desarrollo independiente del país; la política de basar nuestro “desarrollo” en las inversiones extranjeras, por otra que apoye real y eficazmente la auténtica pequeña y mediana industria nacional.
Asimismo, en lugar de comerciar casi exclusivamente con los EEUU, lo que hacemos en condiciones de clara desventaja, se deberá diversificar nuestro comercio exterior y realizarlo con todos los países del mundo; lejos de aumentar los impuestos al pueblo trabajador es urgente implementar una política fiscal bajo el principio de que paguen más quienes más tienen, menos los que menos tienen y nada quienes nada posean; en vez de imponer la llamada “flexibilización laboral” y topes criminales a los salarios de los trabajadores, se debe implementar el control de precios y la escala móvil de salarios para aumentar su poder de compra y fortalecer así el mercado interno.
Igualmente, lejos de eliminar los subsidios que benefician al pueblo, revisar instrumentos como el IPAB-Fobaproa que sólo han favorecido a una minoría corrupta, parasitaria y codiciosa, así como renegociar nuestra deuda externa para de esta manera contar con recursos para financiar nuestro desarrollo con independencia y progreso social, invirtiendo más en educación, salud, desarrollo científico y tecnológico, etc.; en lugar de amenazar con privatizar e incrementar las tarifas de los servicios que proporcionan los gobiernos federales, estatales y municipales, implementar políticas para su funcionamiento eficiente y para su cobro en proporción a los ingresos de los usuarios, y no cargarle la mano a los trabajadores asalariados de la ciudad y del campo; sustituir la política privatizadora del ejido por otra que, respetando esta institución revolucionaria, promueva la producción en el campo, su industrialización y la elevación del nivel de vida de los ejidatarios y auténticos pequeños propietarios.
Estas medidas, y no las que implementa y trata de imponer el gobierno panista, harán que salgamos de la crisis, conduciéndonos a etapas superiores de desarrollo con independencia y progresos social.
-o-
Pobrecito Ebrard.
Pobres dirigentes y funcionarios surgidos de los partidos pequeñoburgueses: ya no saben qué hacer con esto de la crisis y, temerosos de que se les compare con Hugo Chávez o con el mismo Fidel Castro, prefieren transigir con la derecha y asumir actitudes reaccionarias, como es el caso de Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del Distrito Federal, quien amenaza con privatizar el servicio de agua potable de la ciudad y aumentar sus tarifas con el pretexto de la escasez del líquido.
No cabe duda que siempre hemos tenido razón: la clase trabajadora mexicana no se encuentra auténticamente representada en ninguno de los niveles de gobierno ni en ninguno de los Poderes de la Nación.
Esperemos que partidos como el PRD, PT, Convergencia y aún el PRI, y sus dirigentes, resistan la tentación de coquetear con la derecha neoliberal en el poder y sean congruentes con su dicho de ser partidos de izquierda, progresistas y de origen revolucionario.
Correo electrónico: a_babor@hotmail.com
http://ababor-roberto.blogspot.com
Por Roberto ESCAMILLA PÉREZ.
Para los monopolios televisivos, para el gobierno panista, y para los intelectuales y analistas de derecha, la crisis por la que atraviesa el mundo capitalista, incluido México por supuesto, es transitoria, se debe a “errores” cometidos en la conducción de la economía mundial y a circunstancias “coyunturales” adversas, por lo que para salir de ella, y con la falsa ilusión de que ya no se repitan, proponen sólo algunos “ajustes” al modelo o a las políticas económicas neoliberales que en la actualidad se aplican. Nada más falso y alejado de la realidad.
1.- Antes y después de la crisis… crisis.
Que la crisis del sistema capitalista inició hace algunos meses como producto de las dificultades económicas en los Estados Unidos y que de ahí se extendió a todo el mundo, es una verdad a medias.
Las crisis son parte esencial del sistema capitalista, nacieron con él y morirán sólo hasta que este sistema desaparezca de la faz de la Tierra. La primera ocurrió en Inglaterra en 1825. La de 1836 abarcó Inglaterra y los Estados Unidos. La primera de carácter mundial ocurrió en 1847-1848, en Inglaterra, Estados Unidos y Europa. La de 1857 afectó a los principales países de Europa y América, pero fue la de 1873 la más profunda de ellas en el siglo XIX. La primera crisis del siglo pasado inició en Rusia, de 1900 a 1903, pero la mayor y más conocida fue la de 1929-1933, que inició en los Estados Unidos y se extendió por todo el mundo.
A éstas le siguieron muchas más en los años posteriores, originándose en uno o en varios países, afectando a un grupo de ellos o, como en la crisis actual, al sistema capitalista mundial. Las crisis económicas son cada vez más frecuentes a grado tal que los periodos de auge o recuperación relativa se van haciendo cada vez más cortos.
En realidad, desde hace ya muchos años, desde principios del siglo pasado, al pasar a la fase de imperialismo, con el dominio de los monopolios, el capitalismo dejó de ser un sistema floreciente, impulsor del desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad, para convertirse en una retranca del progreso de la humanidad, en un sistema decadente y en crisis general, es decir, que abarca lo económico, lo político y lo social.
Lo que hoy presenciamos es una de las crisis más profundas en la historia del sistema capitalista mundial, a pesar de que a finales del siglo pasado ya se le daba por invulnerable y eterno debido a la desaparición del campo socialista, a la Revolución Científico-Técnica, a la “globalización” y al mágico “libre mercado”, habiéndose inclusive anunciado, por parte de los intelectuales al servicio del imperialismo, el llamado “fin de la historia”.
Así pues, las nuevas generaciones de mexicanos, los más jóvenes, nacieron en medio de la crisis y viven en un país donde ésta se ha manifestado de manera más grave y violenta debido a las políticas económicas neoliberales aplicadas desde hace cerca de 27 años; además, y por si esto fuera poco, la juventud mexicana es amenazada por el gobierno panista neoliberal con perecer en medio de la crisis sin jamás haber disfrutado de bienestar y de paz, truncando sus sueños de tener un futuro mejor para ellos y para sus hijos, y una patria libre y próspera.
2.- Que la crisis es coyuntural y transitoria.
Las crisis en el capitalismo no se dan por “errores” en la conducción de la economía, tienen su origen en las contradicciones internas del sistema, principalmente en la que existe entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción (la propiedad capitalista sobre los medios de producción y sobre las riquezas producidas por las mayorías), y cuando ésta se agudiza sobreviene una profundización también de la crisis general y permanente en la que se encuentra inmerso este sistema.
Además, la producción en el capitalismo es caótica y su fin último es la obtención de ganancias, no la satisfacción de las necesidades de la gente; asimismo, en este sistema grandes masas del pueblo carecen de lo indispensable para vivir, mientras que unos pocos, los propietarios de los medios de producción, se apropian de la mayor parte de las riquezas producidas.
Todo lo anterior genera necesariamente las crisis, pues llega el momento en que, a pesar de haber una gran cantidad de productos y bienes en el mercado debido al gran desarrollo de las fuerzas productivas, la inmensa mayoría de la gente no tiene con qué adquirirlos, hecho que en corto plazo paraliza la producción y la economía en general, se produce una masiva destrucción de mercancías y de medios de producción, cierre y quiebra de industrias enteras, un enorme retroceso de la economía en general, crece la masa de desempleados y el caos, la miseria, la violencia, la incertidumbre, el miedo y la inseguridad predominan en la sociedad, especialmente entre la juventud. Todo esto es lo que hoy vivimos y padecemos.
3.- Que “la crisis es una oportunidad”… para morirse de hambre.
Cínicamente y utilizando los monopolios televisivos, Calderón, Carstens, todo el gobierno neoliberal panista y sus intelectuales a sueldo nos repiten constantemente que “la crisis representa una oportunidad para los mexicanos”.
En verdad que para el pueblo la crisis es una “oportunidad”, pero para morirse de hambre, para morirse de enfermedades prevenibles y curables, para que los jóvenes y niños mexicanos se vuelvan alcohólicos, drogadictos o delincuentes, para andar en harapos y descalzos. Aunque seguramente Felipe Calderón debe pensar, como alguna vez lo declarara un sanguinario dictador centroamericano, que es bueno y sano que los niños anden descalzos y desnudos porque así están en contacto directo con la naturaleza.
La única oportunidad verdadera para el pueblo en un escenario como el actual es aprender de esta terrible experiencia, fortalecer su organización y profundizar su lucha en la defensa de sus intereses.
Los mexicanos debemos darnos cuenta de lo que ha significado que la derecha panista, y los neoliberales en general, hayan tomado el poder, y de la necesidad de luchar para derrotarlos y sacar al pueblo de la pobreza, lograr una patria independiente en lo económico, político, científico y tecnológico, con una economía propia y un auténtico régimen democrático distinto al actual, en el que la clase trabajadora esté auténtica y fielmente representada.
4.- Que de la crisis “saldremos fortalecidos”.
Decir que saldremos fortalecidos es sólo otra vulgar y cínica mentira. ¿Acaso los más de 70 millones de mexicanos que hoy son pobres dejarán de serlo “después de la crisis”? Por supuesto que no: ¡La pobreza en México crecerá si continúa en el poder la derecha panista neoliberal, y los sufrimientos del pueblo aumentarán! En pocas palabras: la crisis se quedará con nosotros.
¿Quiénes se han beneficiado de la crisis y se están fortaleciendo con ella? Unos cuántos monopolios trasnacionales, los cuales han absorbido a otros que se han ido a la quiebra, concentrándose una inimaginable cantidad de riquezas en un pequeño grupo de magnates que pretenden seguir manejando al mundo a su antojo hasta llevarlo a su destrucción.
¿Que algunos millonarios también han perdido con motivo de la crisis? Sí, pero no es lo mismo poseer mil millones de dólares y perder 500 de ellos, que quedarse sin empleo y sin ingresos, o que éstos se reduzcan con motivo de los pactos antiobreros que algunos “líderes” sindicales han hecho con el gobierno y los patrones a pretexto de mantener las fuentes de empleo, o que perder la seguridad social, o que no tengas para alimentar a tu familia o para mandar a tus hijos a la escuela. Son pérdidas en verdad muy diferentes, de muy distinta dimensión y significado.
5.- Que la crisis vino de fuera… ¿Es de origen extraterrestre?
Como a Felipe Calderón le molesta sobremanera oír que el imperialismo norteamericano mantiene a México en una dependencia económica enfermiza y en el subdesarrollo, lo cual es verdad, en un tiempo dijo que no debíamos echarle la culpa de nuestros problemas a “otros”, refiriéndose seguramente a los Estados Unidos de Norteamérica. Hoy ha dado un giro de 180 grados a este discurso pues repite hasta el cansancio que “la crisis vino de fuera”. Es para morirse de risa, o de llanto, según nuestro estado de ánimo o la clase social a la que cada uno pertenezca.
Las crisis, como ya lo hemos explicado, provienen de dentro, del corazón, del núcleo del régimen capitalista, y México es un país capitalista, por lo que la crisis que padecemos los mexicanos es a causa de nuestro sistema económico, agravada, como el propio gobierno panista ha reconocido mañosamente, por nuestra enorme dependencia de la economía norteamericana, por nuestro subdesarrollo, por carecer de una auténtica industria nacional fuerte y por haber abandonado, desde hace más de 27 años ya, el camino progresista abierto por la Revolución Mexicana iniciada en 1910. El gobierno panista trata de evadir su enorme y criminal responsabilidad de lo que está ocurriendo.
6.- Las medidas “anticíclicas” y el “programa anticrisis”.
¿A qué le llama Calderón “medidas anticíclicas” o “anticrisis”? A incentivar más la inversión extranjera en nuestro país, principalmente norteamericana; a la eliminación de subsidios, especialmente aquellos dirigidos al pueblo, como el de la leche y la energía eléctrica, sin tocar los creados a favor de los ricos, como el Fobaproa-IPAB; al incremento de precios de servicios públicos como el agua y la electricidad; al aumento en los impuestos y a la creación de otros nuevos, como a los alimentos y medicinas.
También forman parte de estas medidas el encarecimiento de los combustibles que produce el Estado, como el diesel y la gasolina; el despido de trabajadores al servicio del Estado, fomentando aún más el desempleo; la disminución de los salarios de los trabajadores, reduciendo aún más su poder de compra; los recortes al gasto público, principalmente al dirigido a educación, salud, servicios y programas sociales, etc.
Una noticia señor Calderón: estas medidas, lejos de cumplir con el publicitado objetivo, harán que México se suma en una crisis cada vez más profunda, prepararán las condiciones para crisis futuras más graves y aumentarán a tal grado la desesperación del pueblo mexicano que se podrían desencadenar protestas violentas y derramamiento de sangre, que, por supuesto, no sería la de los grupos privilegiados que hoy gobiernan el país, sino del mismo pueblo.
Medidas como las que está tomando y pretende aplicar el gobierno panista neoliberal disminuirían los ingresos y el poder adquisitivo del pueblo, y por tanto su capacidad para consumir y comprar, enjutándose aún más el mercado interno y haciendo mucho más lento y doloroso para los trabajadores el largo proceso para salir de esta situación. Las contradicciones internas del sistema, de las que ya hablamos y que generan las crisis, se agudizarían aún más, con las consiguientes consecuencias negativas para el pueblo y la nación.
Revolución vs. Crisis.
Hoy la derecha no puede decir que las peores crisis ocurrieron mientras los gobiernos se condujeron, aún con titubeos, errores y traiciones, por el camino abierto por la Revolución Mexicana de 1910, por la vía del nacionalismo revolucionario, y también es claro que la crisis económica que estamos viviendo, la peor en la historia de México, se da como resultado de dos hechos: la llegada de la derecha neoliberal al poder y la aplicación de sus políticas económicas antinacionales y antipopulares por ya más de 27 años, factores que agravaron todas las contradicciones del sistema.
Una salida mexicana a la crisis deberá pasar, forzosamente, por retomar los principios que dieron origen a la Revolución Mexicana, para ello el gobierno de derecha deberá ser sustituido por uno formado por las fuerzas democráticas y progresistas del país; la política privatizadora, por una que promueva el fortalecimiento de las empresas y servicios en manos del Estado, y la nacionalización de aquellos que sean estratégicos para el desarrollo independiente del país; la política de basar nuestro “desarrollo” en las inversiones extranjeras, por otra que apoye real y eficazmente la auténtica pequeña y mediana industria nacional.
Asimismo, en lugar de comerciar casi exclusivamente con los EEUU, lo que hacemos en condiciones de clara desventaja, se deberá diversificar nuestro comercio exterior y realizarlo con todos los países del mundo; lejos de aumentar los impuestos al pueblo trabajador es urgente implementar una política fiscal bajo el principio de que paguen más quienes más tienen, menos los que menos tienen y nada quienes nada posean; en vez de imponer la llamada “flexibilización laboral” y topes criminales a los salarios de los trabajadores, se debe implementar el control de precios y la escala móvil de salarios para aumentar su poder de compra y fortalecer así el mercado interno.
Igualmente, lejos de eliminar los subsidios que benefician al pueblo, revisar instrumentos como el IPAB-Fobaproa que sólo han favorecido a una minoría corrupta, parasitaria y codiciosa, así como renegociar nuestra deuda externa para de esta manera contar con recursos para financiar nuestro desarrollo con independencia y progreso social, invirtiendo más en educación, salud, desarrollo científico y tecnológico, etc.; en lugar de amenazar con privatizar e incrementar las tarifas de los servicios que proporcionan los gobiernos federales, estatales y municipales, implementar políticas para su funcionamiento eficiente y para su cobro en proporción a los ingresos de los usuarios, y no cargarle la mano a los trabajadores asalariados de la ciudad y del campo; sustituir la política privatizadora del ejido por otra que, respetando esta institución revolucionaria, promueva la producción en el campo, su industrialización y la elevación del nivel de vida de los ejidatarios y auténticos pequeños propietarios.
Estas medidas, y no las que implementa y trata de imponer el gobierno panista, harán que salgamos de la crisis, conduciéndonos a etapas superiores de desarrollo con independencia y progresos social.
-o-
Pobrecito Ebrard.
Pobres dirigentes y funcionarios surgidos de los partidos pequeñoburgueses: ya no saben qué hacer con esto de la crisis y, temerosos de que se les compare con Hugo Chávez o con el mismo Fidel Castro, prefieren transigir con la derecha y asumir actitudes reaccionarias, como es el caso de Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del Distrito Federal, quien amenaza con privatizar el servicio de agua potable de la ciudad y aumentar sus tarifas con el pretexto de la escasez del líquido.
No cabe duda que siempre hemos tenido razón: la clase trabajadora mexicana no se encuentra auténticamente representada en ninguno de los niveles de gobierno ni en ninguno de los Poderes de la Nación.
Esperemos que partidos como el PRD, PT, Convergencia y aún el PRI, y sus dirigentes, resistan la tentación de coquetear con la derecha neoliberal en el poder y sean congruentes con su dicho de ser partidos de izquierda, progresistas y de origen revolucionario.
Correo electrónico: a_babor@hotmail.com
http://ababor-roberto.blogspot.com
martes, 25 de agosto de 2009
Ganador del Concurso Elecciones 2009 de Periodistas en Línea
Muchas felicidades a ROBERTO ESCAMILLA por ser el ganador el Concurso ELECCIONES 2009 con el trabajo Diecisiete buenas razones para no votar por la derecha.A nombre del Consejo Ciudadano del Premio Nacional de Periodismo felicitamos por su labor diaria a Roberto Escamilla y esperamos que el haber ganado este concurso le sirva de estímulo para realizar su trabajo periodístico.Esperamos que todos los usuarios de Periodistas en Línea sigan participando con sus votos y con sus trabajos.
jueves, 30 de julio de 2009
Menos votos para el PAN, más democracia para México.
¿Qué ocurrió el 5 de julio pasado? ¿Cómo se pueden interpretar los resultados de este proceso electoral?, son algunas de las preguntas que nos hacemos muchos mexicanos, por lo menos los que tenemos el privilegio de poder reflexionar sobre estos temas y de participar de una u otra manera en política, cosa que no pueden hacer millones de compatriotas debido a la penosa situación económica por la que atraviesan.
¿A quienes representan los partidos políticos en México?
Para hacer un análisis certero de las pasadas elecciones debemos partir del hecho de que vivimos en un país capitalista subdesarrollado y dependiente, en una sociedad dividida en clases sociales y en la que cada partido político existente, defiende los intereses de alguna de ellas, o de uno de sus sectores.
Así, el Partido (de) Acción Nacional (PAN) es el representante de la gran burguesía nacional y de la extranjera asentada en nuestro país, de sus sectores más acaudalados y privilegiados.
Mientras tanto, el resto de los partidos, como el Revolucionario Institucional (PRI), el de la Revolución Democrática (PRD), el del Trabajo (PT), Convergencia, etc., representan los intereses de la pequeña y mediana burguesía nacional, y en su interior militan, además de elementos de la clase trabajadora, campesinos, maestros e intelectuales, pequeños y medianos empresarios mexicanos. Estos partidos suelen adoptar posiciones progresistas, pero, en razón a que también en ellos participan elementos reaccionarios y aventureros, y a otros factores, como la correlación de fuerzas en su interior y en el país, toman a veces posiciones de derecha.
La clase trabajadora de la ciudad y del campo, manual e intelectual, que constituye la inmensa mayoría de la población, no está fielmente representada por ninguno de estos partidos, es decir, ninguno de ellos se propone la transformación radical de la sociedad a favor de los trabajadores mexicanos, quienes, por tanto y por el momento, carecen de representación en el Poder Legislativo, lo mismo que en ningún otro de los Poderes, ni a nivel federal, ni en los estados, ni en los municipios.
El entorno nacional e internacional.
Es necesario considerar, asimismo, el entorno en el que este proceso electoral se desarrolló, caracterizado por una profunda crisis económica mundial, que está siendo particularmente grave en México, y que ha traído como consecuencia el aumento de la pobreza, desempleo, insalubridad, desesperanza entre la juventud, drogadicción, violencia, inseguridad pública y un inusitado crecimiento de grupos delictivos extremadamente violentos.
Por último, pero no menos importante, debemos tomar en cuenta el hecho de que en nuestro país la derecha gobierna desde 1982, cuando arribaron al poder los grupos neoliberales que existen al interior del PRI, grupos que posteriormente cedieron el poder al partido de la derecha tradicional en México, el PAN, quienes con su política económica han conducido al país a una situación de enorme dependencia respecto a la economía norteamericana y han sumido al pueblo mexicano en la miseria, creando las condiciones internas perfectas para que se generara una crisis tan aguda como la que estamos padeciendo los mexicanos.
Los resultados.
En base a las anteriores consideraciones es fácil entender lo ocurrido en el pasado proceso electoral y sus resultados. Así, el estrepitoso fracaso del PAN y del gobierno para imponer a sus candidatos, y la pérdida que sufrieron de más de 5 millones de votos en relación a los obtenidos en las elecciones del 2006, se debió fundamentalmente a dos factores: primero, a su responsabilidad en la grave crisis económica y social por la que atraviesa nuestro país, y, segundo, a la toma de conciencia de grandes sectores de la población acerca de lo que el PAN realmente representa, gracias en gran parte al activar de partidos y organizaciones de todo tipo que se congregaron en torno a la alianza Salvemos a México y a Andrés Manuel López Obrador, que junto con miles de mexicanos hicieron suyo un programa progresista y antineoliberal bajo la consigna de derrotar en las urnas a la derecha.
Por otra parte, el derrumbe electoral del PRD se generó por tres razones: a su división interna; a que su actual dirigencia no está formada por sus elementos más avanzados; y finalmente a que fueron incapaces de elaborar y enarbolar un programa avanzado, progresista, antineoliberal, que explicara y propusiera soluciones viables a los graves problemas por los que atraviesa el pueblo mexicano.
En cambio, el PT y Convergencia aumentaron sus votos y lograron conservar su registro como partidos políticos nacionales gracias a la alianza progresista que encabezaron, apoyada por López Obrador y por decenas de organizaciones de todo tipo, sindicales, campesinas, populares y políticas, como el Partido Popular Socialista (PPS) encabezado por Manuel Fernández Flores, ex dirigente del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), partido que transitoriamente carece de registro, pero no de actividad, y que posee un significativo prestigio e influencia en sectores importantes de la población, principalmente de la clase obrera.
El PRI aumentó su votación no en base a ideas nuevas, avanzadas, progresistas o antineoliberales, porque no enarboló una plataforma electoral de estas características, sino gracias a la crisis, al descontento de la población con la manera de gobernar del PAN, y a la división al interior de partidos como el PRD.
Por otra parte, los votos obtenidos por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y por el Partido Alianza Nacional (Panal) fueron producto de su oportunismo, de la coerción, del engaño y de la manipulación del estado de ánimo en el que se encuentran muchos mexicanos debido a la crisis, a la pobreza y a la violencia, de todo lo cual los monopolios televisivos se hicieron partícipes, así como algunos medios escritos sin ética ni moral.
Abstencionismo y votos nulos.
El alto grado de abstencionismo, que en esta ocasión fue de cerca de más del 55%, así como los votos nulos, que no son fenómenos nuevos, se deben a factores de fondo y a otros coyunturales. Entre los primeros podemos mencionar a la pobreza y al bajísimo nivel educativo y cultural en el que, para su conveniencia, este sistema mantiene a millones de mexicanos; asimismo, al hecho ya señalado de que en estas elecciones no participó un partido que represente verdadera y fielmente los intereses de los trabajadores manuales e intelectuales de la ciudad y del campo, que constituyen la inmensa mayoría de la población; y, finalmente, a la perversión que han hecho de la política muchos de los que dirigen los partidos con registro, que de una ciencia la han convertido en un negocio y en una aventura, decepcionando con ello a millones de mexicanos que prefieren, ya no digamos no afiliarse a ninguno, sino ni siquiera votar en los procesos electorales.
Entre los factores coyunturales que contribuyeron al abstencionismo se encuentra el hecho de que vivimos una de las peores crisis en la historia moderna de México y del mundo; asimismo, la división al interior de partidos progresistas como el PRD, y entre éste y otros partidos como el PT y Convergencia; y la carencia, por parte de éstos, de un programa y propuestas claras, de carácter abiertamente antineoliberal, que realmente contribuyan a que salgamos de la crisis, a elevar el nivel de vida del pueblo, a lograr un auténtico régimen democrático y la independencia económica, política y científico-tecnológica de nuestro país respecto a la economía norteamericana.
De los “anuleros” (los que invitaban a los mexicanos a anular su voto) sólo podemos decir que fracasaron estrepitosamente y que el camino que les queda es convertirse en un partido político más, pero de derecha, dadas las propuestas que enarbolaron durante todo el proceso electoral y al apoyo que tuvieron de los monopolios televisivos, de algunos otros medios de comunicación, y de intelectuales y escritores de claras tendencias reaccionarias.
El balance.
Sin embargo y pese a todo, los mexicanos podemos congratularnos del fracaso electoral del PAN, porque el hecho en sí implica ya un avance democrático debido a lo que este partido representa y ha representado en la historia de México; asimismo, otro aspecto positivo que podemos rescatar de las pasadas elecciones es la toma de conciencia, en amplios sectores del pueblo, acerca de la necesidad de combatir las políticas económicas neoliberales con un programa de carácter progresista, y de la urgencia de constituir un gran Frente Nacional Democrático, Patriótico y Progresista para lograrlo y derrotar definitivamente a la derecha en las elecciones del 2012.
-o-
¡No a la Cédula de Identidad Ciudadana!
Venida del PAN y de un gobierno de derecha como lo es el de Felipe Calderón, la Cédula de Identidad Ciudadana constituye un instrumento de inspiración fascista creada para controlar, amedrentar y reprimir al pueblo mexicano, a sus organizaciones representativas, y a los elementos progresistas y avanzados, por ello todos los mexicanos debemos decir NO a su creación.
El narco es enemigo del pueblo: Calderón.
“Los que son enviados a la guerra no saben que el que los dirige es el enemigo, que el que habla del enemigo es el propio enemigo”: Bertolt Brecht.
El negado derecho a la salud y a la vida.
Es increíble e indignante, un verdadero crimen, que mientras se gastan millones y millones de pesos en una falsa lucha contra la delincuencia organizada, para subsidiar a los más ricos con el FOBAPROA-IPAB y para pagar puntualmente los intereses de una injusta e impagable deuda externa, el gobierno neoliberal panista de Felipe Calderón anuncie que sólo se tendrán en México, hasta el mes de octubre, 5 millones de dosis de la vacuna contra el virus de la influenza humana AH1N1, y no las dosis suficientes para inmunizar a todos y cada uno de los mexicanos.
Coreo electrónico: a_babor@hotmail.com
http://ababor-roberto.blogspot.com
¿A quienes representan los partidos políticos en México?
Para hacer un análisis certero de las pasadas elecciones debemos partir del hecho de que vivimos en un país capitalista subdesarrollado y dependiente, en una sociedad dividida en clases sociales y en la que cada partido político existente, defiende los intereses de alguna de ellas, o de uno de sus sectores.
Así, el Partido (de) Acción Nacional (PAN) es el representante de la gran burguesía nacional y de la extranjera asentada en nuestro país, de sus sectores más acaudalados y privilegiados.
Mientras tanto, el resto de los partidos, como el Revolucionario Institucional (PRI), el de la Revolución Democrática (PRD), el del Trabajo (PT), Convergencia, etc., representan los intereses de la pequeña y mediana burguesía nacional, y en su interior militan, además de elementos de la clase trabajadora, campesinos, maestros e intelectuales, pequeños y medianos empresarios mexicanos. Estos partidos suelen adoptar posiciones progresistas, pero, en razón a que también en ellos participan elementos reaccionarios y aventureros, y a otros factores, como la correlación de fuerzas en su interior y en el país, toman a veces posiciones de derecha.
La clase trabajadora de la ciudad y del campo, manual e intelectual, que constituye la inmensa mayoría de la población, no está fielmente representada por ninguno de estos partidos, es decir, ninguno de ellos se propone la transformación radical de la sociedad a favor de los trabajadores mexicanos, quienes, por tanto y por el momento, carecen de representación en el Poder Legislativo, lo mismo que en ningún otro de los Poderes, ni a nivel federal, ni en los estados, ni en los municipios.
El entorno nacional e internacional.
Es necesario considerar, asimismo, el entorno en el que este proceso electoral se desarrolló, caracterizado por una profunda crisis económica mundial, que está siendo particularmente grave en México, y que ha traído como consecuencia el aumento de la pobreza, desempleo, insalubridad, desesperanza entre la juventud, drogadicción, violencia, inseguridad pública y un inusitado crecimiento de grupos delictivos extremadamente violentos.
Por último, pero no menos importante, debemos tomar en cuenta el hecho de que en nuestro país la derecha gobierna desde 1982, cuando arribaron al poder los grupos neoliberales que existen al interior del PRI, grupos que posteriormente cedieron el poder al partido de la derecha tradicional en México, el PAN, quienes con su política económica han conducido al país a una situación de enorme dependencia respecto a la economía norteamericana y han sumido al pueblo mexicano en la miseria, creando las condiciones internas perfectas para que se generara una crisis tan aguda como la que estamos padeciendo los mexicanos.
Los resultados.
En base a las anteriores consideraciones es fácil entender lo ocurrido en el pasado proceso electoral y sus resultados. Así, el estrepitoso fracaso del PAN y del gobierno para imponer a sus candidatos, y la pérdida que sufrieron de más de 5 millones de votos en relación a los obtenidos en las elecciones del 2006, se debió fundamentalmente a dos factores: primero, a su responsabilidad en la grave crisis económica y social por la que atraviesa nuestro país, y, segundo, a la toma de conciencia de grandes sectores de la población acerca de lo que el PAN realmente representa, gracias en gran parte al activar de partidos y organizaciones de todo tipo que se congregaron en torno a la alianza Salvemos a México y a Andrés Manuel López Obrador, que junto con miles de mexicanos hicieron suyo un programa progresista y antineoliberal bajo la consigna de derrotar en las urnas a la derecha.
Por otra parte, el derrumbe electoral del PRD se generó por tres razones: a su división interna; a que su actual dirigencia no está formada por sus elementos más avanzados; y finalmente a que fueron incapaces de elaborar y enarbolar un programa avanzado, progresista, antineoliberal, que explicara y propusiera soluciones viables a los graves problemas por los que atraviesa el pueblo mexicano.
En cambio, el PT y Convergencia aumentaron sus votos y lograron conservar su registro como partidos políticos nacionales gracias a la alianza progresista que encabezaron, apoyada por López Obrador y por decenas de organizaciones de todo tipo, sindicales, campesinas, populares y políticas, como el Partido Popular Socialista (PPS) encabezado por Manuel Fernández Flores, ex dirigente del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), partido que transitoriamente carece de registro, pero no de actividad, y que posee un significativo prestigio e influencia en sectores importantes de la población, principalmente de la clase obrera.
El PRI aumentó su votación no en base a ideas nuevas, avanzadas, progresistas o antineoliberales, porque no enarboló una plataforma electoral de estas características, sino gracias a la crisis, al descontento de la población con la manera de gobernar del PAN, y a la división al interior de partidos como el PRD.
Por otra parte, los votos obtenidos por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y por el Partido Alianza Nacional (Panal) fueron producto de su oportunismo, de la coerción, del engaño y de la manipulación del estado de ánimo en el que se encuentran muchos mexicanos debido a la crisis, a la pobreza y a la violencia, de todo lo cual los monopolios televisivos se hicieron partícipes, así como algunos medios escritos sin ética ni moral.
Abstencionismo y votos nulos.
El alto grado de abstencionismo, que en esta ocasión fue de cerca de más del 55%, así como los votos nulos, que no son fenómenos nuevos, se deben a factores de fondo y a otros coyunturales. Entre los primeros podemos mencionar a la pobreza y al bajísimo nivel educativo y cultural en el que, para su conveniencia, este sistema mantiene a millones de mexicanos; asimismo, al hecho ya señalado de que en estas elecciones no participó un partido que represente verdadera y fielmente los intereses de los trabajadores manuales e intelectuales de la ciudad y del campo, que constituyen la inmensa mayoría de la población; y, finalmente, a la perversión que han hecho de la política muchos de los que dirigen los partidos con registro, que de una ciencia la han convertido en un negocio y en una aventura, decepcionando con ello a millones de mexicanos que prefieren, ya no digamos no afiliarse a ninguno, sino ni siquiera votar en los procesos electorales.
Entre los factores coyunturales que contribuyeron al abstencionismo se encuentra el hecho de que vivimos una de las peores crisis en la historia moderna de México y del mundo; asimismo, la división al interior de partidos progresistas como el PRD, y entre éste y otros partidos como el PT y Convergencia; y la carencia, por parte de éstos, de un programa y propuestas claras, de carácter abiertamente antineoliberal, que realmente contribuyan a que salgamos de la crisis, a elevar el nivel de vida del pueblo, a lograr un auténtico régimen democrático y la independencia económica, política y científico-tecnológica de nuestro país respecto a la economía norteamericana.
De los “anuleros” (los que invitaban a los mexicanos a anular su voto) sólo podemos decir que fracasaron estrepitosamente y que el camino que les queda es convertirse en un partido político más, pero de derecha, dadas las propuestas que enarbolaron durante todo el proceso electoral y al apoyo que tuvieron de los monopolios televisivos, de algunos otros medios de comunicación, y de intelectuales y escritores de claras tendencias reaccionarias.
El balance.
Sin embargo y pese a todo, los mexicanos podemos congratularnos del fracaso electoral del PAN, porque el hecho en sí implica ya un avance democrático debido a lo que este partido representa y ha representado en la historia de México; asimismo, otro aspecto positivo que podemos rescatar de las pasadas elecciones es la toma de conciencia, en amplios sectores del pueblo, acerca de la necesidad de combatir las políticas económicas neoliberales con un programa de carácter progresista, y de la urgencia de constituir un gran Frente Nacional Democrático, Patriótico y Progresista para lograrlo y derrotar definitivamente a la derecha en las elecciones del 2012.
-o-
¡No a la Cédula de Identidad Ciudadana!
Venida del PAN y de un gobierno de derecha como lo es el de Felipe Calderón, la Cédula de Identidad Ciudadana constituye un instrumento de inspiración fascista creada para controlar, amedrentar y reprimir al pueblo mexicano, a sus organizaciones representativas, y a los elementos progresistas y avanzados, por ello todos los mexicanos debemos decir NO a su creación.
El narco es enemigo del pueblo: Calderón.
“Los que son enviados a la guerra no saben que el que los dirige es el enemigo, que el que habla del enemigo es el propio enemigo”: Bertolt Brecht.
El negado derecho a la salud y a la vida.
Es increíble e indignante, un verdadero crimen, que mientras se gastan millones y millones de pesos en una falsa lucha contra la delincuencia organizada, para subsidiar a los más ricos con el FOBAPROA-IPAB y para pagar puntualmente los intereses de una injusta e impagable deuda externa, el gobierno neoliberal panista de Felipe Calderón anuncie que sólo se tendrán en México, hasta el mes de octubre, 5 millones de dosis de la vacuna contra el virus de la influenza humana AH1N1, y no las dosis suficientes para inmunizar a todos y cada uno de los mexicanos.
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martes, 30 de junio de 2009
Diecisiete buenas razones para no votar por la derecha.
Estamos a muy pocos días de las elecciones federales y locales del 5 de julio, mismas que se darán en el marco de la agudización de la crisis general del capitalismo (económica, social, política e ideológica), lo que las convierte en sumamente importantes para la patria, además de que serán un termómetro del grado de conciencia, organización y movilización de nuestro pueblo, y de la capacidad de los neoliberales en el poder para imponer o no a sus candidatos y programa reaccionario, todo lo cual definirá el rumbo del país para los próximos años.
El 5 de julio los mexicanos tendremos sólo dos opciones: votar por el continuismo neoliberal iniciado por Miguel de la Madrid y continuado por Salinas, Zedillo, Fox y Calderón, o votar por que se retome el camino de la independencia, soberanía y dignidad nacional, a favor de la elevación del nivel de vida del pueblo y de la verdadera ampliación del régimen democrático, opción esta última que constituye la verdadera salida a la gravísima crisis en la que México se encuentra. No votar o anular nuestro voto sólo beneficiaría a la derecha panista neoliberal que nos gobierna.
En estos momentos, en el que se ha formado un gran frente nacional con el lema “Ni un voto a la derecha”, se hace necesario recordar los orígenes y objetivos del Partido (de) Acción Nacional, y con ello clarificar las razones por las que los mexicanos no debemos darle ni un solo voto en los próximos procesos electorales:
1.- Por su origen reaccionario. El PAN fue fundado en 1939, en las oficinas del Banco de México, por banqueros y personajes de la gran burguesía nacional encabezados por Manuel Gómez Morín, grupo completamente alejado de los intereses del pueblo trabajador mexicano.
2.- Por sus tendencias fascistas. El PAN surgió a principios de la Segunda Guerra Mundial, cuando las fuerzas conservadoras y de derecha en el mundo pensaban y deseaban el triunfo de Hitler y del Eje fascista para gobernar de acuerdo con esta filosofía sus respectivos países.
3.- Por su oposición a la Revolución mexicana. El PAN nació para oponerse al gobierno revolucionario del general Lázaro Cárdenas del Río y a las medidas que éste adoptó en beneficio del pueblo y de la nación.
4.- Por ser enemigo de la Constitución y de las instituciones revolucionarias. El PAN es enemigo de la Constitución de la República, principalmente de los artículos 3º, 82, 27, 123 y 130, y desprecia las instituciones surgidas de ellos, y desde siempre ha luchado por su modificación regresiva o derogación, por lo que se aliaron con Salinas y Zedillo para aprobar diversas contrarreformas a los mismos, sentándose las bases para la privatización del ejido, de la educación, de la salud y de las diferentes empresas e instituciones del Estado, favoreciendo la participación del clero en política y creando las condiciones para que un hijo de extranjeros, como Fox, llegara a la Presidencia de la República.
5.- Porque representa sólo a los más ricos. El PAN es el representante de los intereses de los grandes empresarios nacionales y extranjeros, es decir, de las trasnacionales norteamericanas, del imperialismo norteamericano, y del clero político, de los cuales tiene el apoyo, y sin los cuales carecería de fuerza y no significaría nada en la vida política de nuestro país.
6.- Por ser el partido de la derecha. Los documentos básicos del PAN, su ideología y sus principios, lo hacen, aunque sus dirigentes lo nieguen, un partido de derecha, contrario al progreso, a la independencia del país y a la auténtica democracia.
7.- Por su doble careta y lenguaje. El PAN tiene dos caretas y un doble lenguaje: uno que muestra al pueblo, con el que pretenden engañarlo, y otro, el real, con el que, en los hechos, defiende a las clases más privilegiadas en contra de los intereses del pueblo. Como no puede servir a dos amos, siempre opta por favorecer a los grandes empresarios nacionales y extranjeros, nunca al pueblo.
8.- Por ser salinista. Durante el gobierno de Salinas, los líderes del PAN presumían que el Presidente estaba gobernando con el programa de su partido, por lo que Acción Nacional es el partido salinista por excelencia.
9.- Por su enorme responsabilidad en la actual crisis. Los panistas son moral y políticamente responsables de la actual crisis (que no es cierto que vino de fuera), porque son los principales impulsores de las políticas económicas neoliberales impuestas por el imperialismo norteamericano, que han sumido a los pueblos del mundo en la miseria, violencia e insalubridad, y a nuestra nación en una profunda dependencia política y económica respecto a los Estados Unidos, lo que ha generado que la crisis sea más aguda en México, además de un ambiente de violencia e inseguridad pública nunca antes vistas.
10.- Por privatizar los bienes de la nación. El PAN fue cómplice de los gobiernos neoliberales de De la Madrid, Salinas y Zedillo en la privatización de empresas e instituciones propiedad de la nación, como los bancos, la Conasupo, Teléfonos de México, la industria minera, ferrocarriles, ingenios azucareros, carreteras, la industria del acero (Altos Hornos de México), puertos, aeropuertos, líneas aéreas, etc., beneficiándose con ello sólo un pequeño grupo de ricos privilegiados.
Con el pretexto de “vender bienes para remediar males”, los neoliberales salinistas y el PAN entregaron en bandeja de plata los bienes del pueblo y de la nación a los grandes empresarios nacionales y extranjeros, esto sin que se resolvieran los grandes problemas de los mexicanos, al contrario, agravándolos.
11.- Porque sus dirigentes pertenecen a la gran burguesía reaccionaria. Los candidatos, dirigentes nacionales y estatales del PAN son millonarios en su mayoría, miembros de la gran burguesía nacional, muchos de ellos socios y prestanombres de empresas extranjeras, por lo que gobiernan para beneficiar a su clase, a los grandes empresarios y a las trasnacionales, y no para beneficiar a la gran mayoría del pueblo mexicano.
12.- Por ser cómplice y ejecutor de los enormes fraudes electorales de 1988 y 2006. El PAN fue el principal cómplice de Miguel de la Madrid y Salinas en uno de los fraudes electorales más grandes en la historia de nuestro país: el de 1988, cuando Cuauhtémoc Cárdenas ganó la Presidencia de la República encabezando al Frente Democrático Nacional (FDN).
Diego Fernández de Cevallos y sus huestes, entre ellos Calderón Hinojosa, se negaron a abrir los paquetes electorales guardados en la Cámara de Diputados para contar voto por voto, documentación que posteriormente fue incinerada con la total aprobación panista para borrar toda huella de su delito.
Acción Nacional aprendió tan bien que ya en el poder perpetró otro descomunal fraude en contra de la voluntad despueblo mexicano, imponiendo contra viento y marea, contra toda lógica y violando las leyes, en complicidad con los grandes empresarios y el clero político, a su candidato, a Felipe Calderón Hinojosa, en la Presidencia de la República.
13.- Por su vergonzosa complicidad en el FOBAPROA-IPAB. El PAN fue aliado de los gobiernos neoliberales en el mayor robo de la historia moderna de México: el FOBAPROA, hoy IPAB. El PAN, los neoliberales y el gobierno zedillista, lo aprobaron, echando sobre las espaldas del pueblo mexicano una deuda de 135 mil millones de dólares, misma que hoy seguimos pagando. Los responsables de este fraude bancario están libres y siguen siendo millonarios gracias a la protección del PAN y de los gobiernos neoliberales.
14.- Por su esencia corrupta. El PAN es sinónimo de derroche y corrupción, recuérdense las toallas de 7 mil pesos durante el gobierno de Fox, los vestidos de grandes diseñadores de la entonces “Primera Dama”, los costosos viajes de la ex familia presidencial, los negocios turbios de los Bibriesca, hijos de Marta Sahagún, relacionados con el FOBAPROA e IPAB, sin olvidar los costosísimos terrenos de “Punta Diamante”, Guerrero, de Diego Fernández de Cevallos, y la actividad de éste como legislador-litigante, utilizando su cargo público para presionar a las autoridades para fallar a favor de los clientes de su despacho, y, claro, el caso del “cuñado incómodo” de Calderón Hinojosa, quien hizo grandes negocios cuando éste fue Secretario de Energía, etc.
15.- Porque es un partido que atenta contra la autonomía municipal. Donde gobierna el PAN se privatizan los servicios básicos, como el de agua potable, recoja de basura y de transporte urbano, despidiendo a trabajadores y beneficiando a empresarios cercanos al PAN. Además, aumentan los impuestos y los precios de dichos servicios, y exhiben y amenazan con suspendérselos a quien no pague, en una clara actitud de cerrazón y soberbia. Es decir, los del PAN son unos Robin Hood al revés: les quitan a los pobres para dárselo a los ricos.
16.- Por su carácter demagógico. Los gobiernos panistas nunca cumplen lo que prometen. Fox prometió resolver el conflicto de Chiapas en 15 minutos, y éste continúa; prometió millones de empleos, pero el desempleo y los bajos salarios crecieron; prometió hacer crecer la economía en un 7%, y creció 0%, entre otras muchas cosas.
Calderón, quien se autocalificó como el “Presidente del empleo”, está resultando el del “desempleo y la crisis”, manipulando a su favor fenómenos como el de la epidemia de influenza y el del crimen organizado, sin importarle para nada la salud y la seguridad del pueblo mexicano, y poniendo en peligro a instituciones con tan alto prestigio como el Ejército mexicano, al cual pretende quitar su esencia progresista y origen popular, enfrentándolo al pueblo y exponiéndolo al gran poder corruptor del narcotráfico.
17.- Porque son responsables del sufrimiento del pueblo mexicano. Los panistas son moral y políticamente responsables de la muerte de 48 niños en una guardería subrogada (privatizada) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Sonora, pues han sido ellos los principales impulsores del proceso privatizador que está en marcha en todas las instituciones de seguridad social del país, y al que criminalmente se niegan a poner un alto.
Correo electrónico: a_babor@hotmail.com
http://ababor-roberto.blogspot.com
El 5 de julio los mexicanos tendremos sólo dos opciones: votar por el continuismo neoliberal iniciado por Miguel de la Madrid y continuado por Salinas, Zedillo, Fox y Calderón, o votar por que se retome el camino de la independencia, soberanía y dignidad nacional, a favor de la elevación del nivel de vida del pueblo y de la verdadera ampliación del régimen democrático, opción esta última que constituye la verdadera salida a la gravísima crisis en la que México se encuentra. No votar o anular nuestro voto sólo beneficiaría a la derecha panista neoliberal que nos gobierna.
En estos momentos, en el que se ha formado un gran frente nacional con el lema “Ni un voto a la derecha”, se hace necesario recordar los orígenes y objetivos del Partido (de) Acción Nacional, y con ello clarificar las razones por las que los mexicanos no debemos darle ni un solo voto en los próximos procesos electorales:
1.- Por su origen reaccionario. El PAN fue fundado en 1939, en las oficinas del Banco de México, por banqueros y personajes de la gran burguesía nacional encabezados por Manuel Gómez Morín, grupo completamente alejado de los intereses del pueblo trabajador mexicano.
2.- Por sus tendencias fascistas. El PAN surgió a principios de la Segunda Guerra Mundial, cuando las fuerzas conservadoras y de derecha en el mundo pensaban y deseaban el triunfo de Hitler y del Eje fascista para gobernar de acuerdo con esta filosofía sus respectivos países.
3.- Por su oposición a la Revolución mexicana. El PAN nació para oponerse al gobierno revolucionario del general Lázaro Cárdenas del Río y a las medidas que éste adoptó en beneficio del pueblo y de la nación.
4.- Por ser enemigo de la Constitución y de las instituciones revolucionarias. El PAN es enemigo de la Constitución de la República, principalmente de los artículos 3º, 82, 27, 123 y 130, y desprecia las instituciones surgidas de ellos, y desde siempre ha luchado por su modificación regresiva o derogación, por lo que se aliaron con Salinas y Zedillo para aprobar diversas contrarreformas a los mismos, sentándose las bases para la privatización del ejido, de la educación, de la salud y de las diferentes empresas e instituciones del Estado, favoreciendo la participación del clero en política y creando las condiciones para que un hijo de extranjeros, como Fox, llegara a la Presidencia de la República.
5.- Porque representa sólo a los más ricos. El PAN es el representante de los intereses de los grandes empresarios nacionales y extranjeros, es decir, de las trasnacionales norteamericanas, del imperialismo norteamericano, y del clero político, de los cuales tiene el apoyo, y sin los cuales carecería de fuerza y no significaría nada en la vida política de nuestro país.
6.- Por ser el partido de la derecha. Los documentos básicos del PAN, su ideología y sus principios, lo hacen, aunque sus dirigentes lo nieguen, un partido de derecha, contrario al progreso, a la independencia del país y a la auténtica democracia.
7.- Por su doble careta y lenguaje. El PAN tiene dos caretas y un doble lenguaje: uno que muestra al pueblo, con el que pretenden engañarlo, y otro, el real, con el que, en los hechos, defiende a las clases más privilegiadas en contra de los intereses del pueblo. Como no puede servir a dos amos, siempre opta por favorecer a los grandes empresarios nacionales y extranjeros, nunca al pueblo.
8.- Por ser salinista. Durante el gobierno de Salinas, los líderes del PAN presumían que el Presidente estaba gobernando con el programa de su partido, por lo que Acción Nacional es el partido salinista por excelencia.
9.- Por su enorme responsabilidad en la actual crisis. Los panistas son moral y políticamente responsables de la actual crisis (que no es cierto que vino de fuera), porque son los principales impulsores de las políticas económicas neoliberales impuestas por el imperialismo norteamericano, que han sumido a los pueblos del mundo en la miseria, violencia e insalubridad, y a nuestra nación en una profunda dependencia política y económica respecto a los Estados Unidos, lo que ha generado que la crisis sea más aguda en México, además de un ambiente de violencia e inseguridad pública nunca antes vistas.
10.- Por privatizar los bienes de la nación. El PAN fue cómplice de los gobiernos neoliberales de De la Madrid, Salinas y Zedillo en la privatización de empresas e instituciones propiedad de la nación, como los bancos, la Conasupo, Teléfonos de México, la industria minera, ferrocarriles, ingenios azucareros, carreteras, la industria del acero (Altos Hornos de México), puertos, aeropuertos, líneas aéreas, etc., beneficiándose con ello sólo un pequeño grupo de ricos privilegiados.
Con el pretexto de “vender bienes para remediar males”, los neoliberales salinistas y el PAN entregaron en bandeja de plata los bienes del pueblo y de la nación a los grandes empresarios nacionales y extranjeros, esto sin que se resolvieran los grandes problemas de los mexicanos, al contrario, agravándolos.
11.- Porque sus dirigentes pertenecen a la gran burguesía reaccionaria. Los candidatos, dirigentes nacionales y estatales del PAN son millonarios en su mayoría, miembros de la gran burguesía nacional, muchos de ellos socios y prestanombres de empresas extranjeras, por lo que gobiernan para beneficiar a su clase, a los grandes empresarios y a las trasnacionales, y no para beneficiar a la gran mayoría del pueblo mexicano.
12.- Por ser cómplice y ejecutor de los enormes fraudes electorales de 1988 y 2006. El PAN fue el principal cómplice de Miguel de la Madrid y Salinas en uno de los fraudes electorales más grandes en la historia de nuestro país: el de 1988, cuando Cuauhtémoc Cárdenas ganó la Presidencia de la República encabezando al Frente Democrático Nacional (FDN).
Diego Fernández de Cevallos y sus huestes, entre ellos Calderón Hinojosa, se negaron a abrir los paquetes electorales guardados en la Cámara de Diputados para contar voto por voto, documentación que posteriormente fue incinerada con la total aprobación panista para borrar toda huella de su delito.
Acción Nacional aprendió tan bien que ya en el poder perpetró otro descomunal fraude en contra de la voluntad despueblo mexicano, imponiendo contra viento y marea, contra toda lógica y violando las leyes, en complicidad con los grandes empresarios y el clero político, a su candidato, a Felipe Calderón Hinojosa, en la Presidencia de la República.
13.- Por su vergonzosa complicidad en el FOBAPROA-IPAB. El PAN fue aliado de los gobiernos neoliberales en el mayor robo de la historia moderna de México: el FOBAPROA, hoy IPAB. El PAN, los neoliberales y el gobierno zedillista, lo aprobaron, echando sobre las espaldas del pueblo mexicano una deuda de 135 mil millones de dólares, misma que hoy seguimos pagando. Los responsables de este fraude bancario están libres y siguen siendo millonarios gracias a la protección del PAN y de los gobiernos neoliberales.
14.- Por su esencia corrupta. El PAN es sinónimo de derroche y corrupción, recuérdense las toallas de 7 mil pesos durante el gobierno de Fox, los vestidos de grandes diseñadores de la entonces “Primera Dama”, los costosos viajes de la ex familia presidencial, los negocios turbios de los Bibriesca, hijos de Marta Sahagún, relacionados con el FOBAPROA e IPAB, sin olvidar los costosísimos terrenos de “Punta Diamante”, Guerrero, de Diego Fernández de Cevallos, y la actividad de éste como legislador-litigante, utilizando su cargo público para presionar a las autoridades para fallar a favor de los clientes de su despacho, y, claro, el caso del “cuñado incómodo” de Calderón Hinojosa, quien hizo grandes negocios cuando éste fue Secretario de Energía, etc.
15.- Porque es un partido que atenta contra la autonomía municipal. Donde gobierna el PAN se privatizan los servicios básicos, como el de agua potable, recoja de basura y de transporte urbano, despidiendo a trabajadores y beneficiando a empresarios cercanos al PAN. Además, aumentan los impuestos y los precios de dichos servicios, y exhiben y amenazan con suspendérselos a quien no pague, en una clara actitud de cerrazón y soberbia. Es decir, los del PAN son unos Robin Hood al revés: les quitan a los pobres para dárselo a los ricos.
16.- Por su carácter demagógico. Los gobiernos panistas nunca cumplen lo que prometen. Fox prometió resolver el conflicto de Chiapas en 15 minutos, y éste continúa; prometió millones de empleos, pero el desempleo y los bajos salarios crecieron; prometió hacer crecer la economía en un 7%, y creció 0%, entre otras muchas cosas.
Calderón, quien se autocalificó como el “Presidente del empleo”, está resultando el del “desempleo y la crisis”, manipulando a su favor fenómenos como el de la epidemia de influenza y el del crimen organizado, sin importarle para nada la salud y la seguridad del pueblo mexicano, y poniendo en peligro a instituciones con tan alto prestigio como el Ejército mexicano, al cual pretende quitar su esencia progresista y origen popular, enfrentándolo al pueblo y exponiéndolo al gran poder corruptor del narcotráfico.
17.- Porque son responsables del sufrimiento del pueblo mexicano. Los panistas son moral y políticamente responsables de la muerte de 48 niños en una guardería subrogada (privatizada) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Sonora, pues han sido ellos los principales impulsores del proceso privatizador que está en marcha en todas las instituciones de seguridad social del país, y al que criminalmente se niegan a poner un alto.
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Muralla de humo.
Contra el narco “se hace lo que se puede”: Policía Federal.
Confundir, alejar al pueblo de sus organismos representativos, como los sindicatos y partidos políticos progresistas y de izquierda, y de la verdadera lucha revolucionaria, son algunos de los objetivos de la gran burguesía nacional y extranjera, del PAN, del gobierno neoliberal, del clero político, y de los partidos, grupos y sectores de derecha, de sus voceros e “intelectuales”, y de los monopolios televisivos a su servicio, contando para ello con una estrategia bien planificada, parte de la cual es hoy la falsa lucha contra la delincuencia organizada y la promoción del llamado “voto nulo”.
La “lucha” contra la delincuencia organizada.
La supuesta lucha contra el narco y la delincuencia organizada es parte de esa estrategia del gobierno neoliberal panista, en la que de manera ilegal ha obligado a participar al Ejército mexicano con el fin de romper sus lazos con el pueblo, corromperlo y minar su carácter progresista, fruto de su origen revolucionario.
Una lucha real y eficaz contra el narcotráfico y la delincuencia debe tener como base un análisis científico de estos fenómenos para determinar su origen, sus causas profundas, y elaborar de esta manera una estrategia integral para combatirlos.
Sin embargo, el gobierno neoliberal panista ha hecho un análisis sesgado, falso y subjetivo de estos fenómenos con el único propósito de utilizarlos como un arma político-electoral a su favor, tendiendo una verdadera muralla de humo alrededor de problemas más importantes para la nación y el pueblo mexicano, y de sus soluciones reales.
Muchos especialistas en el campo de las ciencias sociales, intelectuales, representantes de organismos nacionales e internacionales, inclusive de la misma Organización de las Naciones Unidas (ONU), así como sindicatos, organizaciones campesinas y partidos políticos progresistas y de izquierda, han señalado que el origen de fenómenos como el narcotráfico, la delincuencia organizada, la violencia, la inseguridad y el consumo de drogas, se encuentra en las desigualdades sociales, es decir, en el injusto reparto de la riqueza, en la pobreza, en el desempleo, en la insalubridad, en la falta de oportunidades educativas, etc.
Así, por simple razonamiento lógico es fácil concluir que para que un gobierno combata real y eficazmente al narcotráfico y a la delincuencia organizada, es necesario que tome medidas para lograr un menos injusto reparto de la riqueza nacional, una disminución real de la pobreza y el desempleo, y que aumenten los ingresos y salarios de los trabajadores de la ciudad y del campo, además de que se fortalezcan las instituciones de salud y de seguridad social del Estado, y la educación pública gratuita, todo lo cual implica abandonar la política económica neoliberal que hoy obstinadamente se aplica.
A la par de ello, es necesario adecuar las leyes para lograr una justicia pronta y expedita, para que los órganos encargados de impartirla, castiguen realmente el delito y no la pobreza, y para que las distintas policías, a todos los niveles, realicen sus actividades sin violar la Constitución y respetando los derechos de las personas, principalmente el de la libre manifestación de las ideas, para lo cual es necesario capacitar a sus elementos de manera integral y mejorar sus condiciones de vida, y de esta manera no sean presas fáciles de la corrupción por parte de la delincuencia organizada y los narcotraficantes.
¿Pero que ha hecho el gobierno panista neoliberal? En primer lugar ha utilizado su falsa lucha contra el narcotráfico y la delincuencia organizada para evadir la solución de problemas más importantes para el pueblo y la nación, como la crisis, la cada vez mayor dependencia económica, política, científica y tecnológica de nuestro país respecto a la economía norteamericana, la pobreza, el desempleo, los salarios e ingresos miserables, la insalubridad, la falta de oportunidades educativas para la juventud mexicana, etc. Los panistas saben que no tienen una solución para ello, que sus compromisos están con la gran burguesía nacional y extranjera, no con el pueblo mexicano ni con los intereses nacionales.
¿Cómo puede decir el gobierno panista que combate a la delincuencia organizada si la política económica neoliberal que aplica fomenta la pobreza, el desempleo, los bajos ingresos, el analfabetismo y las enfermedades, todo lo cual es caldo de cultivo para la comisión de todo tipo de delitos? Sus acciones no son más que propaganda, demagogia al más alto nivel, y parte de una verdadera muralla de humo para distraer al pueblo mexicano de sus problemas reales y de las soluciones a los mismos, además de pretexto perfecto para destruir al Ejército mexicano, por lo menos como lo conocemos hasta ahora, y para continuar fortaleciendo un régimen policíaco de corte claramente fascista.
El “voto nulo”
Si no fuera algo tan serio, sería para morirse de risa que algunos de los que llevaron al PAN al poder, y a Fox a la Presidencia de la República, sean los que hoy promueven el llamado “voto nulo”, en una acción por demás tenebrosa, y que esconde objetivos y propósitos inconfesables.
Este grupo de “intelectuales”, aventureros unos, burgueses venidos a menos otros, pero todos de derecha, piden a los mexicanos dejar de ejercer uno de los derechos conquistados a sangre y fuego por el pueblo en más de 200 años de lucha, como lo es el derecho al voto universal, libre, secreto y directo, del que por muchos años las mujeres y los jóvenes mexicanos no gozaron.
Este grupo de destacados elementos de la “suciedad civil” piden, además, que anulemos nuestro voto para que, entre otras cosas, se legalicen las candidaturas “independientes” o “ciudadanas”, y desaparezcan las diputaciones plurinominales, lo que nos hace pensar que piensan de idéntica manera a quienes en Perú, por ejemplo, llevaron a Alberto Fujimori al poder, un “candidato ciudadano”, “sin partido”, con las consecuencias dramáticas para el pueblo de ese país que hoy ya conocemos, y con el propio Fujimori encarcelado y condenado por sus múltiples crímenes y actos de corrupción.
Los “anulistas” piden además que desaparezcan las diputaciones plurinominales, cuando esto es una de los mayores conquistas del pueblo mexicano en cuanto a la ampliación del régimen democrático se refiere porque permitió la existencia de un Poder Legislativo plural, con la presencia de verdaderos elementos representativos de la clase trabajadora mexicana, como Vicente Lombardo Toledano, fundador del Partido Popular Socialista (PPS), entre muchos otros, por lo que, de darse, sería un golpe de muerte para el ya de por sí enormemente disminuido régimen democrático en nuestro país.
¿Por qué no, por ejemplo, piden que desaparezca la Cámara de Senadores, que es un organismo ya desfasado y anacrónico, y que se constituya un Poder Legislativo unicameral, con una Cámara de Diputados con mayores y más importantes responsabilidades? Se ahorrarían muchos recursos, si eso es lo que pretenden. ¿Por qué no piden que se establezca la representación proporcional integral para que los partidos políticos estén representados en el Poder Legislativo de acuerdo a su poder real y efectiva influencia entre el pueblo mexicano? Éstos sí serían verdaderos avances democráticos.
Así, anular nuestro voto sería favorecer al gobierno, al PAN, a los neoliberales, porque quienes potencialmente podrían anularlo serían los inconformes con el gobierno y con la situación de crisis actual, los que en un momento dado votarían por otros partidos, por candidatos progresistas; no lo anularían los que apoyan al PAN, los que están de acuerdo con el gobierno, por lo que se restarían votos efectivos a la oposición. Esta es la realidad.
Salir a votar, y hacerlo por partidos y candidatos progresistas, que se opongan abiertamente a la política económica neoliberal, es lo más correcto, es lo mejor para nuestra patria y para nosotros mismos. ¡Ni un voto a la derecha el próximo 5 de julio!
-o-
Bodegas Infantiles ABC, S.A. de C.V.
Lo que debería estar en el debate nacional son las consecuencias negativas que han traído al pueblo mexicano las privatizaciones en general y la subrogación de las guarderías infantiles en particular, acciones éstas que sí constituyen un verdadero crimen cometido por los gobiernos neoliberales y por altos funcionarios públicos de carne y hueso, sobre los cuales debería caer todo el peso de la ley. Castigar a sus ejecutores y poner un alto al proceso privatizador, sería hacer verdadera justicia.
Correo electrónico: a_babor@hotmail.com
http://ababor-roberto.blogspot.com
Confundir, alejar al pueblo de sus organismos representativos, como los sindicatos y partidos políticos progresistas y de izquierda, y de la verdadera lucha revolucionaria, son algunos de los objetivos de la gran burguesía nacional y extranjera, del PAN, del gobierno neoliberal, del clero político, y de los partidos, grupos y sectores de derecha, de sus voceros e “intelectuales”, y de los monopolios televisivos a su servicio, contando para ello con una estrategia bien planificada, parte de la cual es hoy la falsa lucha contra la delincuencia organizada y la promoción del llamado “voto nulo”.
La “lucha” contra la delincuencia organizada.
La supuesta lucha contra el narco y la delincuencia organizada es parte de esa estrategia del gobierno neoliberal panista, en la que de manera ilegal ha obligado a participar al Ejército mexicano con el fin de romper sus lazos con el pueblo, corromperlo y minar su carácter progresista, fruto de su origen revolucionario.
Una lucha real y eficaz contra el narcotráfico y la delincuencia debe tener como base un análisis científico de estos fenómenos para determinar su origen, sus causas profundas, y elaborar de esta manera una estrategia integral para combatirlos.
Sin embargo, el gobierno neoliberal panista ha hecho un análisis sesgado, falso y subjetivo de estos fenómenos con el único propósito de utilizarlos como un arma político-electoral a su favor, tendiendo una verdadera muralla de humo alrededor de problemas más importantes para la nación y el pueblo mexicano, y de sus soluciones reales.
Muchos especialistas en el campo de las ciencias sociales, intelectuales, representantes de organismos nacionales e internacionales, inclusive de la misma Organización de las Naciones Unidas (ONU), así como sindicatos, organizaciones campesinas y partidos políticos progresistas y de izquierda, han señalado que el origen de fenómenos como el narcotráfico, la delincuencia organizada, la violencia, la inseguridad y el consumo de drogas, se encuentra en las desigualdades sociales, es decir, en el injusto reparto de la riqueza, en la pobreza, en el desempleo, en la insalubridad, en la falta de oportunidades educativas, etc.
Así, por simple razonamiento lógico es fácil concluir que para que un gobierno combata real y eficazmente al narcotráfico y a la delincuencia organizada, es necesario que tome medidas para lograr un menos injusto reparto de la riqueza nacional, una disminución real de la pobreza y el desempleo, y que aumenten los ingresos y salarios de los trabajadores de la ciudad y del campo, además de que se fortalezcan las instituciones de salud y de seguridad social del Estado, y la educación pública gratuita, todo lo cual implica abandonar la política económica neoliberal que hoy obstinadamente se aplica.
A la par de ello, es necesario adecuar las leyes para lograr una justicia pronta y expedita, para que los órganos encargados de impartirla, castiguen realmente el delito y no la pobreza, y para que las distintas policías, a todos los niveles, realicen sus actividades sin violar la Constitución y respetando los derechos de las personas, principalmente el de la libre manifestación de las ideas, para lo cual es necesario capacitar a sus elementos de manera integral y mejorar sus condiciones de vida, y de esta manera no sean presas fáciles de la corrupción por parte de la delincuencia organizada y los narcotraficantes.
¿Pero que ha hecho el gobierno panista neoliberal? En primer lugar ha utilizado su falsa lucha contra el narcotráfico y la delincuencia organizada para evadir la solución de problemas más importantes para el pueblo y la nación, como la crisis, la cada vez mayor dependencia económica, política, científica y tecnológica de nuestro país respecto a la economía norteamericana, la pobreza, el desempleo, los salarios e ingresos miserables, la insalubridad, la falta de oportunidades educativas para la juventud mexicana, etc. Los panistas saben que no tienen una solución para ello, que sus compromisos están con la gran burguesía nacional y extranjera, no con el pueblo mexicano ni con los intereses nacionales.
¿Cómo puede decir el gobierno panista que combate a la delincuencia organizada si la política económica neoliberal que aplica fomenta la pobreza, el desempleo, los bajos ingresos, el analfabetismo y las enfermedades, todo lo cual es caldo de cultivo para la comisión de todo tipo de delitos? Sus acciones no son más que propaganda, demagogia al más alto nivel, y parte de una verdadera muralla de humo para distraer al pueblo mexicano de sus problemas reales y de las soluciones a los mismos, además de pretexto perfecto para destruir al Ejército mexicano, por lo menos como lo conocemos hasta ahora, y para continuar fortaleciendo un régimen policíaco de corte claramente fascista.
El “voto nulo”
Si no fuera algo tan serio, sería para morirse de risa que algunos de los que llevaron al PAN al poder, y a Fox a la Presidencia de la República, sean los que hoy promueven el llamado “voto nulo”, en una acción por demás tenebrosa, y que esconde objetivos y propósitos inconfesables.
Este grupo de “intelectuales”, aventureros unos, burgueses venidos a menos otros, pero todos de derecha, piden a los mexicanos dejar de ejercer uno de los derechos conquistados a sangre y fuego por el pueblo en más de 200 años de lucha, como lo es el derecho al voto universal, libre, secreto y directo, del que por muchos años las mujeres y los jóvenes mexicanos no gozaron.
Este grupo de destacados elementos de la “suciedad civil” piden, además, que anulemos nuestro voto para que, entre otras cosas, se legalicen las candidaturas “independientes” o “ciudadanas”, y desaparezcan las diputaciones plurinominales, lo que nos hace pensar que piensan de idéntica manera a quienes en Perú, por ejemplo, llevaron a Alberto Fujimori al poder, un “candidato ciudadano”, “sin partido”, con las consecuencias dramáticas para el pueblo de ese país que hoy ya conocemos, y con el propio Fujimori encarcelado y condenado por sus múltiples crímenes y actos de corrupción.
Los “anulistas” piden además que desaparezcan las diputaciones plurinominales, cuando esto es una de los mayores conquistas del pueblo mexicano en cuanto a la ampliación del régimen democrático se refiere porque permitió la existencia de un Poder Legislativo plural, con la presencia de verdaderos elementos representativos de la clase trabajadora mexicana, como Vicente Lombardo Toledano, fundador del Partido Popular Socialista (PPS), entre muchos otros, por lo que, de darse, sería un golpe de muerte para el ya de por sí enormemente disminuido régimen democrático en nuestro país.
¿Por qué no, por ejemplo, piden que desaparezca la Cámara de Senadores, que es un organismo ya desfasado y anacrónico, y que se constituya un Poder Legislativo unicameral, con una Cámara de Diputados con mayores y más importantes responsabilidades? Se ahorrarían muchos recursos, si eso es lo que pretenden. ¿Por qué no piden que se establezca la representación proporcional integral para que los partidos políticos estén representados en el Poder Legislativo de acuerdo a su poder real y efectiva influencia entre el pueblo mexicano? Éstos sí serían verdaderos avances democráticos.
Así, anular nuestro voto sería favorecer al gobierno, al PAN, a los neoliberales, porque quienes potencialmente podrían anularlo serían los inconformes con el gobierno y con la situación de crisis actual, los que en un momento dado votarían por otros partidos, por candidatos progresistas; no lo anularían los que apoyan al PAN, los que están de acuerdo con el gobierno, por lo que se restarían votos efectivos a la oposición. Esta es la realidad.
Salir a votar, y hacerlo por partidos y candidatos progresistas, que se opongan abiertamente a la política económica neoliberal, es lo más correcto, es lo mejor para nuestra patria y para nosotros mismos. ¡Ni un voto a la derecha el próximo 5 de julio!
-o-
Bodegas Infantiles ABC, S.A. de C.V.
Lo que debería estar en el debate nacional son las consecuencias negativas que han traído al pueblo mexicano las privatizaciones en general y la subrogación de las guarderías infantiles en particular, acciones éstas que sí constituyen un verdadero crimen cometido por los gobiernos neoliberales y por altos funcionarios públicos de carne y hueso, sobre los cuales debería caer todo el peso de la ley. Castigar a sus ejecutores y poner un alto al proceso privatizador, sería hacer verdadera justicia.
Correo electrónico: a_babor@hotmail.com
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