miércoles, 23 de marzo de 2022


El de Rusia contra los EE. UU., la OTAN, la Unión Europea y el gobierno neonazi de Ucrania, un conflicto bélico complejo en el que no caben explicaciones simplistas, pero que requiere de soluciones urgentes

 

U

n partido marxista-leninista no se puede quedar en el análisis general, aunque cierto y científico, pero simplista, señalando que la guerra entre Rusia y Ucrania se trata de una intervención de un país capitalista desarrollado contra otro subdesarrollado (el más pobre y con el gobierno más corrupto de Europa), o que es una guerra entre dos países imperialistas, o, para ser más exactos, entre uno contra varios, es decir, entre Rusia contra los EEUU y la Unión Europea en su conjunto, que cuentan con un instrumento de agresión e intervención como lo es la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), o a final de cuentas decir simplemente que se trata de una guerra interimperialista, y condenar a todos los bandos por igual, porque eso sería, además de antidialéctico, una verdad parcial y, lo más grave, podríamos caer en el juego de la potencia imperialista más criminal de la historia de la humanidad, hegemónica aún, lo que en la práctica nos colocaría en una posición contraria a los intereses de la clase obrera mundial y de las fuerzas que en sus respectivos países luchan por el socialismo, por la independencia de sus naciones, y por la paz y el progreso social.

En primer término, reiteramos la validez, vigencia y certeza de los conceptos vertidos en la “Declaración política del PPS-APNPS en torno al conflicto entre Rusia, Ucrania, la OTAN, la Unión Europea y los EE. UU.”, que aquí se publica y que se difundió ampliamente entre nuestra militancia y el pueblo mexicano unos pocos días después de iniciado el conflicto.

Reafirmando esa nuestra postura inicial, y dado el desarrollo y agudización del conflicto bélico, en esta ocasión deseamos dejar claro que el PPS-APNPS no aplaude la invasión rusa a territorio ucraniano, como no podemos alegrarnos por ninguna guerra en ninguna parte del mundo, pero aseguramos que el gobierno ruso fue orillado a realizar una incursión militar a territorio ucraniano debido al cerco cada vez más cerrado que los EEUU, la OTAN y la Unión Europea construyen a su alrededor, con bases militares, misiles y ojivas nucleares (cerca de 400 según datos del 2015) y con gobiernos afines a sus intereses, como el neonazi de Ucrania, que es fruto de una larga intervención de dichas potencias extranjeras en los asuntos internos de ese país y de los crímenes llevados a cabo por el gobierno de Zelenski, y anteriores, en contra de sus habitantes de origen ruso, contra las provincias de Donetsk y Lugansk, además de su tendencia a alinearse a los intereses del imperialismo norteamericano en la región.

Afirmamos enfáticamente y sin lugar a dudas que el imperialismo norteamericano y sus socios tienen tanta o más responsabilidad en esta guerra que la que se le podría achacar al gobierno ruso, que durante muchos años insistió en llegar a acuerdos para evitarla encontrándose con la indiferencia de las contrapartes, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de la inmensa mayoría de los gobiernos del mundo.

Reconocemos, pese a la tragedia que constituye cualquier guerra, la voluntad del gobierno ruso al diálogo, su iniciativa unilateral de declarar altos al fuego para abrir corredores humanitarios que permitan a los civiles abandonar las zonas de combate y su afán de evitar lo más posible la muerte de civiles y destrucción de bienes materiales, actitudes que no son gratuitas ni atribuibles solo al gobierno de Putin, sino que se explican principalmente porque el actual ejército ruso conserva parte del honor, moral y tradición revolucionaria y humanista legada por el heroico Ejército Rojo de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), que liberó al mundo del desquiciado Adolfo Hitler, instrumento de la oligarquía alemana que en sus delirios alguna vez soñó con esclavizar a la humanidad entera.

Además, a diferencia de la invasión rusa, las decenas llevadas a cabo por los EE. UU. en su historia son claras guerras colonialistas que carecen de razón y justificación alguna, y cuyos únicos propósitos han sido mantener su dominio mundial, saquear las riquezas de pueblos y países independientes, e imponer gobiernos títeres, de derecha, incondicionales, obedientes y completamente entregados a los intereses del imperialismo norteamericano.

Por todo lo anterior exigimos el inmediato restablecimiento de la paz en la región con base al respeto a la seguridad de Rusia, el levantamiento de todo tipo de sanciones a este país que ya afectan a todos los pueblos del mundo, el cese de toda intervención extranjera en Ucrania, el repliegue de la OTAN de la zona, el compromiso claro y tácito por parte de los involucrados de no utilizar sus armas nucleares, el respeto a la independencia de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, y poner un alto a la represión que el gobierno ucraniano ejerce en contra de la población de ascendencia rusa, contra los partidos comunistas y sus organizaciones juveniles, y contra todas las fuerzas progresistas, así como demandamos la desaparición de las organizaciones neonazis que reprimen al pueblo y cometen crímenes a diario con la complicidad del gobierno de Volodimir Zelenski.

A la vez condenamos los graves atentados a la libertad de expresión e información cometidos por el imperialismo norteamericano, sus aliados europeos y los monopolios de la información a su servicio, tanto tradicionales como digitales, al prohibir la difusión de noticias por parte de medios de comunicación rusos como RT y Sputnik, y la “rusofobia” que han generado, llegando a extremos tan absurdos y peligrosos como la prohibición de difundir clásicos rusos de la literatura y de la música, o proponer derribar estatuas o monumentos dedicados a los mismos en diferentes países de Europa y del mundo, acciones de claro tinte fascistoide.  

Nuestro partido expresa una vez más su solidaridad con los pueblos de Rusia y Ucrania, y defiende su derecho a vivir en paz, y manifestamos nuestra solidaridad también con los partidos comunistas, socialistas, marxistas-leninistas y obreros de ambos países, y exige el respeto a su derecho a la participación política-electoral, y a la libre expresión y manifestación de sus ideas.

Por último, afirmamos de manera contundente que solo el socialismo podrá acabar para siempre con las guerras y con el peligro que representa para la existencia de la humanidad el capitalismo con sus armas de destrucción masiva, atómicas, bacteriológicas y químicas.

 

 

Dirección Nacional del Partido Popular Socialista:

 

 


Manuel Fernández Flores.

Secretario General.


Luis Alfonso Jiménez Osuna.

Secretario de Organización.

 

Secretaria de Finanzas.

Irma Cisneros Chávez,

 

Secretario de Relaciones.

José Abel Ogaz Pierce.

 

Secretaria de Política Sindical.

María Elena Oliva Jiménez.

 

Secretario de Educación Política.

Sergio Morales Carmona.

 

Secretario de Política Electoral.

Nicasio Monreal Cigarroa.

 

Secretario de Política de Masas.

Cosme Mercado Téllez.

 

Roberto Pío Mote Arroyo.

Secretario de Propaganda.

 

Roberto Escamilla Pérez.

Secretario de Prensa.


 

 

Correo electrónico: ppsdn2003yahoo.com.mx

Teléfono: 55-52-64-24-52


miércoles, 28 de julio de 2021

 


 

Editorial

 Llamamiento al pueblo de México a participar en la Consulta Popular del primero de agosto.

Sí al juicio y castigo a los expresidentes del periodo neoliberal.

 

Después de que, en 1492, Cristóbal Colón pisara por primera vez territorio del Continente que hoy llamamos Americano, y se dieran los primeros encuentros entre los conquistadores encabezados por Hernán Cortés y los pueblos que aquí habitaban y que habían construido extraordinarias civilizaciones, inició la lucha contra los extraños invasores, que con el paso de los años se fue convirtiendo en la batalla de una nueva raza, la mestiza, junto con la indígena y otras, por expulsarlos, construir un país, hacerlo independiente, desarrollado, cada vez más democrático y en el que las mayorías, explotadas y oprimidas de diferentes maneras, mejoraran constantemente su nivel de vida para salir de la terrible miseria, opresión e injusticias a las que habían sido sometidas.

En cada etapa de esta lucha, la de Independencia, la de Reforma y en la Revolución Mexicana iniciada en 1910, se juzgó y castigó, aún con la muerte (como testigo está el Cerro de las Campanas), a quienes pretendieron impedir, hasta con la violencia armada, el surgimiento de una nueva nación, frenar su progreso, independencia, desarrollo democrático y mejoramiento del nivel de vida del pueblo. Sin embargo, el pueblo mexicano y sus fuerzas progresistas, revolucionarias, patrióticas y antiimperialistas, se enfocaron no solo en castigar a los responsables del sufrimiento de las mayorías, en hacer justicia, en aplicarles la ley, sino principalmente en avanzar en el logro de los objetivos ya mencionados, viendo al futuro sin olvidar las lecciones del pasado y aprender de ellas.

Hoy los opresores han cambiado de rostro, pero su odio y desprecio hacia el pueblo, su oposición al progreso, a la independencia, al avance democrático, al progreso social, sus intereses mezquinos y su costumbre de acudir al apoyo de gobiernos extranjeros para el logro de sus objetivos, todo eso, no ha cambiado.

Durante 36 años, desde principios de los ochenta del siglo pasado hasta el 2018, esos nuevos opresores, ahora con rostro neoliberal, llegaron y se mantuvieron en el gobierno encabezados por el PRI, PAN, PRD y por otros partidos oportunistas, representando a grupos de la gran burguesía nacional aliados a las trasnacionales y a la cúpula del clero político, apoyados por “intelectuales” a su servicio y por la inmensa mayoría de los medios tradicionales de información, escritos y audiovisuales (a la vez parte de la gran burguesía proimperialista), y por periodistas bajo sus órdenes corrompidos con el poder del dinero, de la soberbia o de la ignorancia, a los que, con las nuevas tecnologías de la información, se han sumado grupos de choque dentro y fuera de las redes sociales, que actúan por paga y sin recato alguno, de manera agresiva, provocando, mintiendo, difamando y ofendiendo.

Por supuesto, los ejecutores de dicha política neoliberal fueron los expresidentes De la Madrid, Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, quienes en el ejercicio de su cargo cometieron flagrantes delitos como los de traición a la patria (debilitando nuestra soberanía e independencia con la venta de cientos de empresas estatales, y la entrega de nuestro territorio y riquezas naturales a manos privadas nacionales y extranjeras), corrupción, asociación delictuosa, fraude, desaparición forzada, represión y genocidio contra el pueblo mexicano, llevando a más de 80 millones a la pobreza, al hambre, miseria, insalubridad, desesperación y a la falta de esperanza en un futuro mejor.

Durante esos 36 años, solo su voluntad se cumplía, únicamente su voz se escuchaba, monopolizando la palabra y la libertad de expresión, convirtiéndose ese periodo, en la práctica, en una verdadera dictadura de una ridícula, corrupta y voraz minoría, contra la inmensa mayoría de los mexicanos.

 

De acuerdo al artículo 87 de nuestra Carta Magna, el Presidente prestará la siguiente protesta: “Protesto GUARDAR y HACER GUARDAR la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y DESEMPEÑAR leal y PATRIÓTICAMENTE el cargo de Presidente de la República que el pueblo me ha conferido, MIRANDO EN TODO POR EL BIEN Y PROSPERIDAD DE LA UNIÓN; y SI ASÍ NO LO HICIERE QUE LA NACIÓN ME LO DEMANDE”.

Mientras que el párrafo segundo del artículo 108 aplicable a los expresidentes (antes de la reforma reciente) señala: “El Presidente de la República, durante el tiempo de su encargo, sólo podrá ser acusado por traición a la patria y delitos graves del orden común”.

Por otra parte, el artículo 123 del Código Penal Federal a la letra dice:

Se impondrá la pena de PRISIÓN DE CINCO A CUARENTA AÑOS y multa de hasta cincuenta mil pesos al mexicano que cometa TRAICIÓN A LA PATRIA en alguna de las formas siguientes:

I.- REALICE ACTOS CONTRA LA INDEPENDENCIA, SOBERANÍA O INTEGRIDAD DE LA NACIÓN MEXICANA con la finalidad de someterla a persona, grupo o gobierno extranjero;

 

Queda claro entonces que los expresidentes Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto, INCUMPLIERON LA PROTESTA a la que nuestra Carta Magna los obligaba porque NO GUARDARON NI HICIERON GUARDAR LA CONSTITUCIÓN, pues además de reformarla en contra de sus propios principios y aprobar leyes secundarias anticonstitucionales, la violaron e incumplieron de manera flagrante y permanentemente, además de NO DESEMPEÑAR PATRIÓTICAMENTE SU CARGO NI MIRAR POR EL BIEN Y LA PROSPERIDAD DE LA UNIÓN, por lo que la Nación se los debe demandar.

Asimismo, caen en el supuesto señalado en el párrafo I del artículo 123 del Código Penal Federal, puesto que claramente REALIZARON ACTOS CONTRA LA INDEPENDENCIA, SOBERANÍA O INTEGRIDAD DE LA NACIÓN MEXICANA a favor de personas, grupos y gobiernos extranjeros, con la privatización de cientos de empresas del Estado, de la tierra y de los recursos naturales de la Nación, como el petróleo, la electricidad, la minería, etcétera.

Por ello, el Partido Popular Socialista-Agrupación Política Nacional Popular Socialista (PPS-APNPS) hace un llamado al pueblo mexicano a participar en la CONSULTA POPULAR del próximo primero de agosto para llevar a juicio y castigar a los expresidentes del periodo neoliberal, porque constituirá un mandato legal y sobre todo moral del pueblo hacia los Poderes Legislativo y Judicial, sobre todo para que este último, que tanto se ha opuesto a la aplicación de la justicia, acate por una vez la voluntad del pueblo, no pase sobre la Constitución de la República ni la viole, como ha sido su costumbre, y aplique todo el peso de la ley a quienes cometieron delitos como titulares del Poder Ejecutivo de la Nación.

Esta Consulta Popular debe servir también para que todo gobierno futuro, de cualquier nivel (federal, estatal o municipal), recuerde que, de traicionar a la patria, violar nuestra Constitución o asociarse con un país extranjero para subyugarnos, será sometido a juicio y castigado tal como la Constitución de la República y el Código Penal Federal lo señalan.

Por otra parte, exigimos al Instituto Nacional Electoral (INE) cumpla con su deber legal de organizar y promover la Consulta Popular, y abandone su actitud de sabotearla y obstaculizarla, pues de lo contrario, además de estar violando la ley, crecerá el ya de por sí enorme repudio en su contra por parte del pueblo mexicano.

Independientemente del castigo al que se hagan merecedores los expresidentes neoliberales en este proceso que dará inicio con la Consulta Popular del primero de agosto próximo, el PPS-APNPS considera que lo más importante es ver hacia el futuro y continuar en la lucha por que se aplique y profundice el carácter avanzado y progresista del Proyecto de Nación y de la Cuarta Transformación del presidente Andrés Manuel López Obrador y por asegurar su continuidad para avanzar en el fortalecimiento de nuestro desarrollo económico independiente, de nuestra soberanía, en la ampliación del régimen democrático y en la elevación constante del nivel de vida del pueblo mexicano.

 

DIRECTORIO

DIRECTOR GENERAL: Manuel Fernández Flores.

DIRECTOR: Roberto Escamilla Pérez.

DOMICILIO: Calle Gustavo E. Campa No. 60 Col. Vallejo, C.P. 07870. Alcaldía. Gustavo A. Madero. CDMX. COORDINACIÓN: Consejo Político Nacional.

CORREO: ppsdn2003@yahoo.com.mx

TELÉFONO: 55 52 64 24 52