Por
Roberto Escamilla Pérez.
El
II Informe de Gobierno de Peña Nieto, así como su Mensaje a la Nación
respectivo, en poco tiempo se convertirán en lo que los abogados llaman
“confesión de partes”, en este caso de Peña Nieto, con lo que el pueblo
mexicano y la historia, más temprano que tarde, lo juzgarán por traición a la
patria, más lo que resulte, sin que sea necesaria prueba alguna.
Y
será así porque las múltiples promesas contenidas en esos documentos, dentro de
poco tiempo se verán como incumplidas, las señaladas como grandes verdades, se
revelarán como mentiras, y de las cifras se desvelará su carácter falso,
tendencioso y manipulador.
Confesión de
partes
Así,
en el enorme documento que constituye su II Informe de Gobierno y en su Mensaje
a la Nación con motivo de la entrega del mismo, entre otras cosas, Peña Nieto
confiesa públicamente:
1.-
Que propuso, aprobó y decretó una Reforma Energética anticonstitucional, es
decir, contraria al espíritu y a la letra de la Constitución de la República.
2.-
Que dicha Reforma Energética debilitará y finalmente desaparecerá a dos
empresas históricas del Estado: Petróleos Mexicanos (PEMEX) y Comisión Federal
de Electricidad (CFE), que contribuían enormemente a nuestro desarrollo, a
preservar nuestra independencia y a la elevación del nivel de vida del pueblo.
3.-
Que con la Reforma Energética entregará totalmente nuestras riquezas
energéticas (petróleo, gas y electricidad) a las empresas trasnacionales, que
saquearán y explotarán nuestros recursos económicos, naturales y la mano de
obra barata de los mexicanos, que despojará de sus tierras a muchos
compatriotas, que dejarán enorme contaminación en nuestras tierras, ríos y
mares, y arrasados nuestros bosques y selvas, y al pueblo mexicano lo sumirán
en la mayor de las miserias.
4.-
Que propuso, aprobó y decretó una Reforma Laboral también anticonstitucional y
contraria a los intereses de la clase trabajadora mexicana, que legaliza la
flexibilidad laboral, el “outsourcing”, los contratos de prueba y de
capacitación, el pago por hora y no por jornada laboral, que debilita derechos como
la seguridad en el trabajo, la creación de antigüedad y la Seguridad Social,
entre muchos otros.
5.-
Que propuso, aprobó y decretó una Reforma Educativa que atenta contra los
derechos laborales de los maestros, que va enfilada a profundizar el
debilitamiento y la privatización de la educación pública, y a un mayor
abandono, por parte del Estado, de su obligación Constitucional, histórica y
moral de impartir una educación pública laica, gratuita, de calidad y basada en
los avances de la ciencia.
6.-
Que la Reforma Político-Electoral que propuso, aprobó y decretó, es en realidad
un gran banquete al que el pueblo de México no está invitado. Que está
encaminada a fortalecer y perpetuar el dominio aplastante de los partidos de la
gran burguesía nacional aliada a los intereses de las empresas trasnacionales,
como el PRI y el PAN, principalmente, aunque también de algunos sectores
derechistas minoritarios, pero dominantes, al interior del PRD.
La historia no
lo absolverá
Así
que: ¡Bien por su informe y mensaje señor Enrique Peña Nieto! Serán documentos
imborrables y que pasarán a la historia, y qué bueno porque en su momento, más
temprano que tarde, serán utilizados por el pueblo mexicano y por sus futuras
instituciones verdaderamente democráticas, para llamarle a cuentas. La historia
no lo absolverá.
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