sábado, 2 de julio de 2011

López Mateos nos trajo la luz; Calderón nos conduce a las tinieblas.

López Mateos nos trajo la luz; Calderón nos conduce a las tinieblas.

Tercera y última parte.

Roberto ESCAMILLA PÉREZ.

Hemos visto, pues, que la nacionalización de la industria eléctrica, y la creación de la CLyFC y de la CFE, así como la fundación de sindicatos como el SME, fueron parte de nuestro proceso revolucionario iniciado en 1910, inconcluso, traicionado y hoy abiertamente combatido desde dentro del gobierno por el Partido Acción Nacional (PAN).

También señalamos que con el pretexto, primero de la modernización, después de la globalización y ahora de la productividad, pero realmente debido a su afán incontrolable de lucro y poder, los diferentes grupos neoliberales, el PAN, los grandes empresarios, las trasnacionales, sus voceros y el imperialismo norteamericano, se han opuesto siempre a la Revolución Mexicana, y a toda obra o institución surgida de ella, como la industria eléctrica nacionalizada, por constituir un obstáculo para sus oscuros intereses.

La situación actual de la industria eléctrica

Una magnífica investigación de nuestro compañero periodista Eduardo Sánchez Rosado publicada en CRÓNICA de Campeche a finales del año pasado nos da una visión muy clara al respecto.

En ella, Sánchez Rosado nos dice que (el gobierno panista neoliberal) cerrará una gran cantidad de plantas generadoras de energía eléctrica y que para este año se erogarán 60 mil 182 millones de pesos para la adquisición de electricidad a productores externos (es decir, privados y extranjeros).

Así, agrega nuestro compañero, de un gasto programable total de 352 mil 171 millones de pesos para este año, la CFE canaliza 17 por ciento a productores de energía particulares, especialmente a compañías españolas que concentran la generación privada de electricidad en México.

Añade que la CFE generará energía eléctrica para el servicio público por un total de 169 mil 228.9 gigawatts hora (Gwh) y adquirirá de productores externos de energía 80 mil 23.8 Gwh.

Es decir, y este es un comentario nuestro: ¡El 47.3 por ciento de la energía eléctrica que utilizamos los mexicanos sale de generadores privados extranjeros! Y Calderón y el PAN insisten en que nada se está privatizando. ¡El colmo del cinismo y de la mentira!

Eduardo Sánchez explica que la estrategia gubernamental es continuar retirando plantas de energía eléctrica que considera ineficientes para abrir espacios a los productores de energía externos, “como medida para incrementar la eficiencia de producción”.

Nos informa igualmente que para este año “se pretende el retiro de las centrales de turbogas Nonoalco 1, 2, 3 y 4, y Lechería 1, 2, 3 y 4; la termoeléctrica convencional de ‘Felipe Carrillo Puerto’; la central de ciclo combinado Dos Bocas, Tabasco, en sus unidades 1, 2 y 5, y la termoeléctrica convencional de Lerma, en Campeche, en sus unidades 3 y 4, por considerar que operan con tecnología obsoleta”.

Y precisa que esta generación que será retirada, será suplida por el desarrollo de productores externos de energía, que continuarán avanzando en el suministro de electricidad en México.

Actualmente, las compañías españolas Ibredrola, Gas Natural y Unión Fenosa, son las principales beneficiadas de la privatización de la energía eléctrica en México.

Además, la petrolera Repsol, empresa intermediaria en la compra y venta de hidrocarburos, ocupa un lugar destacado como abastecedora de gas para las plantas de ciclo combinado privadas que operan en México, junto con la anglo-holandesa Shell y la estadunidense Sempra Energy, subraya por último Eduardo Sánchez, el estimado “Popeye”.

De la luz, a las tinieblas

Recordemos brevemente las razones que tuvo el gobierno revolucionario de López Mateos para nacionalizar la industria eléctrica:

1.- El monopolio eléctrico privado era un obstáculo para el desarrollo económico y social del país.

2.- Invertía únicamente donde tenía seguras sus ganancias, en zonas industriales y de elevados ingresos económicos, abandonando las comunidades rurales y las zonas urbanas pobres, dejándolas en las tinieblas.

3.- La explotación brutal, persecución y represión a la que eran sometidos sus trabajadores electricistas.

4.- Que este abuso y prepotencia llegó inclusive a ejercerse contra los gobiernos municipales, estatales y hasta contra el propio Gobierno Federal.

5.- Las tarifas extraordinariamente altas y con gran disparidad entre los precios pagados por los consumidores grandes, por un lado, y los pequeños, por el otro.

Entonces: ¿Avanzamos o retrocedemos? ¿Caminamos hacia la luz o hacia las tinieblas? Por lo que acabamos de leer, y que ocurría hace poco más de 100 años, nos parece que retrocedemos claramente, que caminamos a pasos agigantados hacia las tinieblas, y que el monopolio privado eléctrico está regresando y clama venganza.

Y si no lo creen, pregúntenos a los campechanos

En Campeche es ya parte de una tradición, de nuestro folclor, la prepotencia y cerrazón que han mostrado muchos de los altos funcionarios que ha tenido la CFE en el Estado y en los municipios, y de la poca o nula combatividad de los principales dirigentes del sindicato electricista.

A ellos, y al Gobierno Federal panista, se les ha olvidado que, como lo señaló López Mateos, la nacionalización de la industria eléctrica tuvo como propósitos “llevar a los hogares de todos los beneficios de la energía eléctrica y los de la industrialización… para que todos los beneficios sean para el pueblo y sólo para el pueblo”, y que en ella no habría “ni merinos ni ladrones”.

Tampoco recuerdan que “el objetivo principal de la CFE fue organizar y dirigir un sistema nacional de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, sin propósito de lucro y en beneficio del interés general”.

Como en los peores tiempos

Así, en Campeche, por obra y gracia del Gobierno de la República, sus funcionarios federales panistas, haciendo uso de todo el aparato de Estado, de todo tipo de artimañas legaloides, han llegado incluso a demandar y a encarcelar a campechanos que lo único que piden es que la industria eléctrica nacionalizada, que es de todos los mexicanos, cumpla sus propósitos históricos, y se maneje bien, con eficiencia, con honradez y sólo en beneficio del pueblo.

Además, amenazan con cortar la energía eléctrica a los miles (dicen) de morosos, incluyendo a gobiernos, y a instituciones y dependencias de todo tipo, haciéndolo no pocas veces, y si lo dudamos, preguntémosles a los carmelitas, a los de la ciudad y a los de comunidades como la Península de Atasta, o a los habitantes de Chiná, de este municipio de Campeche, donde cientos de personas se han quedado sin energía eléctrica, y hasta sin agua “potable” porque las bombas lógicamente dejan de funcionar.

Decenas de calificativos podíamos utilizar para definir la actitud de estos funcionarios federales panistas y nos quedaríamos cortos, porque estas acciones son, en primer lugar, violatorias de los derechos humanos básicos, además, ilegales (violatorias inclusive de leyes y convenios internacionales), injustas, prepotentes y constituyen una verdadera afrenta contra el pueblo mexicano, pero principalmente contra aquellos que, aparte de casi no tener para comer, se les corta un servicio tan indispensable por su “irresponsabilidad” de no pagarlo.

Los campechanos, y todos los mexicanos, deberíamos ir pensando en fincar responsabilidades al Gobierno Federal panista, y a sus delegados y funcionarios encargados de la electricidad, y también a los del servicio de agua potable, si, por ejemplo, algún bebé (o cualquier otra persona), en un hospital o en su hogar, fallece por una enfermedad motivada o agravada debido a la falta de energía eléctrica o de agua “potable”, producto de un corte de estos servicios ordenado por algún “servidor público”, y así en muchos otros casos, como robos, asaltos y accidentes facilitados por esta misma causa.

Algunos de los cientos de casos en el país

Como algunos ejemplos de esta grave situación podemos señalar el caso del corte de electricidad que, por “adeudos”, realizó la CFE en escuelas de Educación Básica en Nuevo Laredo, Tamaulipas, en junio del 2011; en Quechultenango, Ayutla de los Libres y Tecoanapa, municipios de Guerrero, abril 2011; Fraccionamiento Antorcha Vivah, Tapachula Chiapas, junio del 2011; Palacio Municipal de Minatitlán, Veracruz, marzo del 2011; colonias Casa Blanca y Atasta, Villahermosa, Tabasco, junio del 2011.

A la Presidencia Municipal de Múzquiz, Coahuila, junio del 2009; a cientos de habitantes de comunidades indígenas de Huauchinango, Puebla, como Tenohuatlán, Tepetzintla, Ozomatlán y Ayohuizcuautla, en junio del 2011; Palacio Municipal de Pichucalco, Chiapas, en septiembre del 2010; a 40 mil personas se dejó sin luz y sin agua en el municipio de Abasolo, Guanajuato, en agosto del 2010.

A unos 15 mil habitantes de Coquimatlán y Pueblo Juárez, Colima, sin luz y sin agua, el 24 de diciembre del 2010; a “Nicolás Ruiz”, Chiapas, en junio del 2006; a la Comisaría Ejidal de Coyuca de Benítez e Instituto Estatal para la Educación de Jóvenes y Adultos de Guerrero (IEEJAG), en Guerrero, en diciembre del 2009.

A 18 municipios de Hidalgo, entre ellos Actopan, Tizayuca, Zempoala, Zapotlán y Tulancingo, y a la Universidad Politécnica de Pachuca, sin luz ni agua, en mayo del 2011; a 14 Institutos de Difusión Técnica y ocho planteles de Telebachillerato, sin agua ni luz, en Nacajuca, Tabasco, en marzo del 2011.

La luz debe regresar a México

Por todo lo anterior decimos que Calderón y el PAN nos conducen a las tinieblas, en el más amplio y estricto sentido de la palabra, y para evitarlo nuestro deber es organizarnos y actuar en defensa de los intereses del pueblo y de la nación, en todos los frentes y por todos los medios pacíficos a nuestro alcance, ya, desde ayer, desde hoy y todos los días.

No esperemos al 2012 pues antes habrá elecciones en otros estados de la República, donde la consigna deberá seguir siendo “Ni un solo voto al PAN ni al resto de neoliberales”, porque sus más encumbrados líderes, por su manera de actuar, de pensar y por el programa que proponen, son en verdad seres tenebrosos, de las tinieblas.

Correo electrónico: a_babor@hotmail.com

http://ababor-roberto.blogspot.com

López Mateos nos trajo la luz; Calderón nos conduce a las tinieblas.

Segunda parte.

Por Roberto ESCAMILLA PÉREZ

Entonces, López Mateos nacionalizó la industria eléctrica, y se crearon la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (CLyFC), y los trabajadores organizaron el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), todo esto porque el monopolio eléctrico extranjero trababa el desarrollo económico y social del país, y explotaba de manera inmisericorde a los obreros mexicanos, reprimiéndolos e impidiendo su organización, y manteniendo en las tinieblas a las comunidades rurales y zonas pobres del país.

La nacionalización, la CFE y la CLyFC, y aún los sindicatos como el SME, fueron parte y a la vez producto de la Revolución Mexicana, y tuvieron como propósitos fundamentales el fortalecimiento de la independencia económica del país y la elevación del nivel de vida del pueblo mexicano, en general, y en particular, “llevar a los hogares de todos, los beneficios de la energía eléctrica y los de la industrialización”, y dirigir un sistema nacional de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, sin propósito de lucro y en beneficio del interés general.

Los seres de las tinieblas toman el poder

Sin embargo, en 1982 los neoliberales se hicieron del poder, primero a través del Partido Revolucionario Institucional (PRI), con De la Madrid, Salinas y Zedillo, y después, desde el 2000, por medio del Partido (de) Acción Nacional (PAN), con Fox y Calderón, personajes que, en el sentido estricto y amplio del término, conducen a México hacia las tinieblas, y a pasos agigantados.

Los primeros pasos

Sin embargo, como un mal precedente, Echeverría Álvarez autorizó, en 1974, la disolución de la CLyFC y de las otras empresas hermanas, para su posible fusión con la CFE, con lo cual da inicio una primera liquidación, sin llegar a concretarse dada la oposición radical del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).

Miguel de la Madrid

El Presidente Miguel de la Madrid Hurtado autoriza la firma, en 1985, del "Convenio de Delimitación de Zonas" por medio del cual las Compañías de Luz en su conjunto pierden el 50 por ciento de su extensión original en favor de la CFE, principalmente en los estados de Michoacán y Guerrero.

Salinas

Posteriormente, en 1989, Salinas de Gortari plantea una reforma a la Ley del Servicio Público de Energía con la cual se prevé que el Ejecutivo Federal disponga la constitución, estructura y funcionamiento del servicio que venía proporcionando la CLyFC, en liquidación de acuerdo al Gobierno Federal.

En diciembre de 1992, las reformas a la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica y una nueva reglamentación, abrieron espacio a la inversión privada y extranjera en el sector eléctrico a través de los CAT (Construir-Arrendar-Transferir), los PIE (Productores Independientes de Energía) y OPF (Obra Pública Financiada), y también a través de los llamados Pidiriegas.

El 9 de febrero de 1994 emite un decreto por medio del cual crea Luz y Fuerza del Centro (LyFC) como un organismo público descentralizado, con personalidad jurídica y patrimonio propio conformado por el que tenía la CLyFC en liquidación.

Zedillo

El 2 de febrero de 1999, Ernesto Zedillo presenta una contrarreforma para modificar los artículos 27 y 28 constitucionales con el pretexto de que se requería de una inversión de 25 mil millones de dólares para aumentar la capacidad de generación en alrededor de 13 mil megawatts para los próximos 10 años.

Esta iniciativa abría posibilidades a los particulares para invertir en generación, distribución y comercialización de la energía eléctrica. Así, el Estado se quedaría sólo con la generación de energía nuclear, la operación de algunas plantas hidroeléctricas y el control operativo de la red de transmisión.

La resistencia

Como respuesta a la iniciativa reaccionaria de Zedillo, el SME, haciendo honor a su carácter histórico, revolucionario, combativo, democrático e independiente, así como diferentes fuerzas, organizaciones, personalidades, y partidos democráticos y revolucionarios, como el Partido Popular Socialista (PPS), fundan, el 26 de febrero de 1999, el Frente Nacional de Resistencia Contra la Privatización de la Industria Eléctrica (FNCRPIE).

El FNRCPIE aprueba un plan de acción de 10 puntos propuesto por el secretario general del SME, Rosendo Flores, consistente en presentar un documento dirigido a la Nación; mítines en todos los centros de trabajo desde el 12 de febrero; mítines y marchas nacionales con todas las organizaciones solidarias; volantes, pintas y carteles contra la medida oficial explicando su gravedad y daño a la Nación; visita a todas las organizaciones sindicales, políticas y sociales del país.

Asimismo, recabar firmas de los usuarios y ciudadanos en general contra la medida oficial; declarar la asamblea permanente hasta la solución definitiva; dirigirse a todos los Congresos de los Estados y al Congreso de la Unión para que los representantes populares rechazaran la iniciativa de reforma, y solicitar formalmente al Presidente de la República que retirara su propuesta de privatización.

Finalmente, las circunstancias y la madurez de sus líderes, condujeron al FNRCPIE y al SME a pronunciarse contra las privatizaciones, contra el abandono del Estado de su carácter de rector de la economía a favor de los intereses del pueblo mexicano y de la nación, y, en general, contra las políticas neoliberales aplicadas por el Gobierno Federal.

Calderón: La maniobra y el asalto final.

La maniobra y el asalto final fue pensado, planeado y ejecutado por Calderón Hinojosa y su antisindicalista secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, con el apoyo de miles de policías y arrastrando en esta aventura antipatriótica al Ejército Mexicano.

Primero, con el pretexto de que el candidato a la dirigencia del SME, Martín Esparza, había cometido fraude electoral, el 5 de octubre de 2009 el secretario del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, le negó la toma de nota y congeló las cuentas bancarias sindicales.

Posteriormente, el 10 de octubre, Calderón Hinojosa decretó la final extinción y liquidación de LyFC a partir del primer minuto del día 11, y así, a las 23:00 del día 10, la Policía Federal comenzó un operativo que duró unas dos horas para tomar las instalaciones de LyFC en el Distrito Federal, Necaxa, Cuernavaca, Pachuca, Pedregal y Lechería.

Finalmente, en los primeros minutos del día 11, la autoridad liquidadora nombró a la CFE para garantizar la operación del suministro de energía eléctrica.

Los pretextos y los motivos reales de quienes nos conducen a las tinieblas

Esta acción fascista del Gobierno Federal panista tuvo como inmediata y grave consecuencia el despido de cerca de 40 mil trabajadores, 40 mil familias desamparadas, unos 160 mil mexicanos, entre ellos hombres, mujeres, bebés, niños, jóvenes y ancianos, dejados sin ingresos para sobrevivir.

Los pretextos que han esgrimido los neoliberales panistas, y sus cómplices, para tomar esta medida, y todas las precedentes, han sido muchos, todos ellos falsos, tendenciosos y manipuladores, y todas sus acciones han sido claramente violatorias de la Constitución de la República y del espíritu con la que fue formulada por los constituyentes de Querétaro en 1917.

Estas acciones de los neoliberales en el poder, sobre todo han sido contrarias a las motivaciones que tuvieron los revolucionarios, desde Hidalgo y Morelos, Benito Juárez, los hermanos Flores Magón, Villa y Zapata, hasta Lázaro Cárdenas, López Mateos y Lombardo Toledano, para la elaboración de las leyes y en la creación de las distintas instituciones revolucionarias.

La realidad es que para seguir enriqueciéndose desmedidamente, al gobierno panista neoliberal, a los reaccionarios, a los grandes empresarios, a las empresas trasnacionales y al imperialismo norteamericano, les estorban los sindicatos revolucionarios como el SME; los partidos políticos de la clase obrera, como el PPS; la Constitución de la República, especialmente sus artículos 3º, 27, 123 y 130; las leyes como la Federal del Trabajo.

También constituyen un obstáculo para ellos, las instituciones y empresas creadas por la Revolución Mexicana, como la educación pública, la Seguridad Social, la industria eléctrica y petrolera nacionalizadas; los libros de texto gratuitos y les ofende grandemente hasta que miles de escuelas, calles, avenidas, ciudades, comunidades y pueblos lleven los nombres de los revolucionarios mexicanos de todos los tiempos.

Inclusive podría afirmar que en sus camionetas y vehículos de lujo, los funcionarios que dizque están combatiendo a la delincuencia organizada, prefieren escuchar “narcocorridos” que los miles de bellos y emotivos corridos compuestos en honor a revolucionarios mexicanos como Villa, Zapata o Felipe Ángeles, o “La Cucaracha”, en “honor” al “Chacal” Victoriano Huerta.

La situación actual de la industria eléctrica

Así, los seres de las tinieblas han logrado un gran avance en sus propósitos a pesar de la enorme oposición por parte del pueblo mexicano, a la que se han tenido que enfrentar, y esto se refleja en la situación actual de la industria eléctrica nacionalizada en nuestro país. Pero de esto hablaremos en la última parte de este artículo.

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