Por:
Roberto ESCAMILLA PÉREZ
Vuelto
a cargar; sobrecargado; cargado otra vez o en exceso, estos son algunos de los
significados de la palabra “recargado” que encontramos en el diccionario y que
nos dan una idea general, pero clara, de lo que representa el llamado Acuerdo Transpacífico
de Asociación Económica (TPP, por sus siglas en inglés).
El
TPP es el mismo Tratado de Libre Comercio (TLC), firmado por Salinas (México),
Bush (Estados Unidos) y Mulroney (Canadá), el 17 de diciembre de 1992, y que
entró en vigor el uno de enero de 1994, pero “recargado”, es decir, mucho más
agresivo y “cargado” de concesiones increíbles a favor de los grandes
monopolios norteamericanos, todo en detrimento de la soberanía de México y del
bienestar de nuestro pueblo.
Durante
muchos años, diversos sectores progresistas insistieron en la revisión del TLC
con el propósito de que México también recibiera beneficios y no solo las
empresas trasnacionales, pero los diferentes gobiernos neoliberales se negaron
rotundamente por considerarlo “intocable”, pero ahora, con la posible
aprobación del TPP, está claro que no lo es cuando de otorgar más concesiones
al imperialismo norteamericano se trata.
Las 10 cosas que
todos deberíamos saber sobre el TPP
1.-
Es un proyecto para crear un área de “libre comercio” en la región Asia
Pacífico y en el que participan 12 países: México, Estados Unidos, Japón,
Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Brunei, Singapur, Vietnam, Canadá, Perú y
Chile.
2.-
Las negociaciones iniciaron en marzo del 2010 y México se integró a ellas en octubre
del 2012, durante el gobierno del panista Calderón.
3.- Para entrar, el gobierno mexicano
aceptó no poder reabrir ningún capítulo previamente aprobado y reconocer lo que
ya habían convenido los miembros originales, no descartar ningún capítulo
futuro del TPP, además de renunciar al derecho de veto si los nueve miembros
originales aprueban algo.
4.-
Es un acuerdo que se negocia en total secreto y a espaldas de los pueblos
afectados, y únicamente la iniciativa privada, los del llamado “cuarto de
junto”, compuesto por “un grupo de expertos del sector privado”, son los que
están al tanto de las negociaciones y en posibilidad de influir en ellas.
5.-
Los congresos de los países implicados tendrán que aprobarlo o no, sin realizar
modificaciones.
6.-
Pretende imponer restricciones y sanciones en el uso de Internet, que van desde
multas hasta la suspensión del servicio y cárcel, violando de esta manera el
debido proceso, la privacidad de los usuarios y restringiendo la libertad de
expresión, todo con el pretexto de proteger los derechos de autor, de propiedad
intelectual o “copyright”, en cuanto a libros, música, películas, videojuegos,
software, etcétera, con lo que en la práctica se criminalizará el uso de obras
sin autorización aunque no se actúe con fines de lucro, lo que limitará el
acceso a la cultura y a libertad de expresión en los países firmantes solo para
proteger los intereses económicos de los monopolios del entretenimiento y de la
tecnología.
7.-
Para proteger a las trasnacionales farmacéuticas, el acuerdo propone extender la
patente para los medicamentos, de 20 a 25 años, con el consiguiente
encarecimiento de los mismos y el retraso en la fabricación de genéricos, lo
cual sería de gran perjuicio para las instituciones de salud del Estado que
manejan este tipo de medicamentos y, por supuesto, para quienes padecen alguna
enfermedad, principalmente.
8.-
Plantea el registro de patentes para, por ejemplo, procedimientos médicos,
métodos de diagnóstico, cirugías y tratamientos, que por tanto no podrían ser
utilizados por cualquier médico o especialista a pesar de tener la capacidad
para ello, esto en perjuicio de los enfermos, lo que demuestra el carácter
criminal y carente de humanidad del acuerdo.
9.-
El TPP daría total seguridad, protección legal y garantía a las inversiones de
las trasnacionales a costa de la soberanía de las naciones involucradas, esto
al darles el poder para demandar sumas millonarias en caso de que sientan
afectados sus intereses, haciéndolo a través de un tribunal internacional
patrocinado por el Banco Mundial (BM), y pasando sobre las leyes y autoridades
nacionales, porque de acuerdo al secretario de Economía, Ildefonso Guajardo,
esto “es parte
del estándar internacional aceptable en un mundo globalizado” y “un país no
puede aspirar a tener mayores flujos de inversión si no hay garantías mínimas
contra acciones discrecionales expropiatorias”.
10.-
Será un gran instrumento de los Estados Unidos para redefinir los términos del
TLC en favor de los intereses de las trasnacionales gringas, en detrimento de
la soberanía nacional de los países firmantes y del bienestar de sus pueblos, y
además podrá controlar el 40% de la economía mundial, y restar así liderazgo y
poder a China en la región y en el mundo.
Una verdadera
amenaza para los pueblos de los países firmantes
El
capitalismo, el imperialismo y la doctrina que hoy los mantiene con gran
dificultad a flote, el neoliberalismo, constituyen una seria amenaza, no solo
para la soberanía de las naciones y el bienestar de los pueblos, sino para la
propia existencia de la humanidad, pues en aras de mayores ganancias, las
grandes corporaciones trasnacionales instigan conflictos y guerras regionales,
contaminan la Tierra, y destruyen especies animales y vegetales, además de
ecosistemas enteros.
De
esta manera, el TPP, así como las privatizaciones, las reformas estructurales,
el TLC, los impuestos, los recortes presupuestales a la salud, educación, vivienda,
cultura, ciencia y tecnología, etcétera, no son más que instrumentos del
imperialismo norteamericano para mantener de pie a un sistema podrido en sus
entrañas y basado en la obtención de las mayores ganancias posibles a costa de
la miseria de los pueblos, de la explotación y muerte de seres humanos, y de la
destrucción de la naturaleza.
En
México, el TPP, las privatizaciones, las reformas educativa y laboral, la
destrucción paulatina pero acelerada de la educación pública y de la Seguridad
Social, están relacionadas y son parte de la estrategia del imperialismo
norteamericano para continuar con el saqueo de nuestros recursos naturales y
con la explotación de nuestra mano de obra barata, y ahora que prácticamente
tienen en su poder el petróleo, desean hacer el gran negocio con la educación y
la salud del pueblo mexicano.
El
evitar la aprobación del TPP es responsabilidad de las fuerzas progresistas y
patrióticas de nuestro país, y para ello se requiere de manera urgente de su unidad,
pues de lo contrario, la derecha, representada por la gran burguesía nacional,
el clero político, el PRI, el PAN, el PRD, el PVEM y demás grupúsculos
neoliberales, con el apoyo del imperialismo norteamericano, sin el cual no
serían nada, se podrían salir con la suya para desgracia del pueblo mexicano.
Correo
electrónico: a_babor@hotmail.com