miércoles, 28 de noviembre de 2012

Del sexenio del miedo al sexenio del terror.



Por Roberto ESCAMILLA PÉREZ

¿Cuál de los graves problemas nacionales resolvió Calderón durante su sexenio? ¿Cuál resolvió el PAN en 12 años de gobierno? ¿Cuál los neoliberales en 30 años de usufructuar el poder? La respuesta es clara: NINGUNO.

El sexenio del miedo

El de Calderón fue el sexenio del miedo… miedo a la epidemia de influenza AH1N1… miedo a la crisis nacional y mundial… miedo de los gobernados a sus gobernantes y miedo de los gobernantes a gobernar… miedo a la delincuencia organizada… miedo a ser asaltado o asesinado… miedo al futuro… miedo de los padres por la seguridad de sus hijos… miedo a perder el empleo… miedo a quedarse sin vivienda y sin seguridad social… miedo a no tener qué comer el día de mañana… miedo de los campesinos a tener que vender sus tierras… miedo a morir de hambre…

Las cifras del miedo

Y estas son las cifras, y dado que la mayoría son de fuentes oficiales, las reales seguramente son mucho más preocupantes.

Educación

Entre los 34 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México ocupa el último lugar en gasto por estudiante con un promedio cercano a los dos mil 400 dólares anuales.
Siete millones 226 mil jóvenes de entre 15 y 29 años no estudian ni trabajan, por lo que ocupamos el tercer sitio con mayor número de población juvenil inactiva.
De las tres mil 159 instituciones universitarias existentes hasta el ciclo escolar 2011-2012, dos mil 36 son particulares. En estos colegios se concentra un tercio de la matrícula total del nivel superior (33.25%), incluyendo posgrado.
Hay 5.4 millones de personas analfabetas, y de estas más de medio millón son jóvenes de entre 15 y 29 años; 10 millones de mexicanos no tienen completa la primaria, y 16 millones y medio no concluyeron la secundaria. En educación superior siete de cada 10 jóvenes en edad de estar en este nivel educativo no pueden hacerlo por falta de oportunidades y opciones.

Empleo

Del total de la población económicamente activa, cerca de tres millones de personas se encuentran desempleadas y otras casi cuatro millones subempleadas, y cerca de 14 millones se ubican en la economía informal y sin prestaciones. Además, tenemos un déficit de tres millones y medio de empleos.
Sin embargo, se considera que la población desocupada real se eleva a 8.6 millones de personas, que representa el 15.1% de la PEA, cifras mucho más realista que las oficial.

Salario e inflación

Pérdida de un 42 por ciento del poder adquisitivo del salario. Crecimiento económico de apenas 1.6 por ciento. Inflación del 4.33 por ciento.
En plena crisis económica el Impuesto Sobre la Renta (ISR) subió de 28% a 30% y el IVA de 15% a 16%.
En 2006, la gasolina Magna costaba 6.76 pesos y ahora 10 pesos; la Premium se cotizaba en 8.31 y ahora está en 10.36 y el diesel se elevó de 5.73 pesos a 10.36.
En materia de energía eléctrica, las cifras revelan un crecimiento del 29 por ciento y del gas LP de 33 por ciento.
A contracorriente, los salarios mínimos pasaron de 50.57 pesos diarios en 2007 a 59.82 2012. Es decir, solamente ¡9 pesos con 25 centavos! de incremento.

Pobreza alimentaria

En pobreza alimentaria se encuentran 21 millones 204 mil 441 mexicanos y en pobreza patrimonial 57 millones 707 mil 660. Existen 6.4 millones de trabajadores que ganan como máximo un salario mínimo, 10.7 millones perciben entre uno y dos salarios mínimos y 4.2 millones que trabajan pero no reciben ingresos.
En 11 años de gobiernos del PAN se importaron alimentos por 87 mil 193 millones de dólares, cifra superior a la deuda total externa del sector privado en su conjunto.
El sector agropecuario y pesquero perdió cinco por ciento de su dimensión en los últimos 12 años y por ello su incidencia en el PIB se redujo de 3.57 por ciento a 3.39.

Deuda y fuga de capitales

Fuga de capitales por 145 mil 10 millones de dólares. La deuda del gobierno federal (interna y externa) se incrementó 130% (pasando de un billón 791 mil 500 millones de pesos en diciembre de 2006, a 4 billones 84 mil 125.5 en mayo pasado) y 165% en el caso del sector público federal (pasando de un billón 878 mil 114 millones a 4 billones 988 mil 227.7 millones de pesos en el mismo lapso).
Lo anterior significa que en los seis años de “para vivir mejor”, la deuda por habitante pasó de 17 mil 226 pesos en noviembre de 2006 a 35 mil 514 pesos en mayo de 2012.
De 2007, primer año de gobierno de Felipe Calderón, la deuda de Petróleos Mexicanos (Pemex) pasó de 500 mil 900 millones de pesos a 783 mil 200 millones al cierre del primer semestre de 2012.
De una deuda de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de 8 mil 482.2 millones, pasó al cierre del primer semestre de 2012 a un nuevo máximo histórico de 14 mil 705.2 millones de dólares.

Desnutrición infantil

La desnutrición crónica afecta en México a 1.8 millones de niños menores de cinco años, de los cuales al menos 170 mil que habitan las zonas marginadas de las ciudades y el campo presentan una situación aguda y mueren por enfermedades infecciosas, a lo que se suma la obesidad infantil que padecen 4.1 millones de niños entre cinco y 11 años de edad.

Violencia e inseguridad

Cerca de 70 mil ejecuciones producto de la “lucha” contra la delincuencia organizada, esto sin que haya disminuido el consumo de drogas ilícitas, por el contrario, ha aumentado.

En resumen

El gobierno de Calderón se caracterizó por sus grados extremos de violencia e inseguridad; por su agresividad contra el movimiento obrero independiente y en general contra la clase trabajadora; por sus medidas tendientes a privatizar la industria petrolera, la eléctrica, la seguridad social, la educación y la tierra.
Además, por un grave incremento en los niveles de miseria y pobreza del pueblo mexicano; por su rechazo total a las propuestas e ideas progresistas y revolucionarias, y contra quienes las promueven y sustentan, y porque nuestro país, durante su gobierno, se hizo más dependiente política y económicamente del imperio norteamericano, y perdió peso y prestigio en el mundo.
Por todo ello, el exilio disfrazado será el futuro de Calderón pues la mayoría del pueblo lo querrá ver en la cárcel, por lo menos.

El sexenio del terror

La imposición de la criminal contrarreforma laboral por parte de Peña Nieto, su amenaza de impulsar la reforma fiscal y la energética, que significarán más impuestos y privatizaciones, además del absurdo y descomunal cerco de seguridad instalado alrededor de la Cámara de Diputados de San Lázaro con motivo de su toma de posesión, solo son un presagio de los seis años de terror y oscuridad que le esperan a nuestro querido México, lo que se podría evitar a condición de que las fuerzas progresistas y democráticas de nuestro país luchen de manera unida con el propósito de cambiar la correlación de fuerzas en favor de los intereses del pueblo mexicano. Esperemos que así sea.
-o-
Otra vez Los Chuchos

Una vez más Los Chuchos y su Sol Azteca, en proceso de convertirse en Enana Blanca, coquetean con el gobierno neoliberal de Peña Nieto y con el Partido (de) Acción Nacional (PAN) con el pretexto de firmar un “gran pacto nacional”, que no es sino una artimaña para continuar aplicando en nuestro país las tesis del neoliberalismo que tanto daño han causado a nuestro pueblo y a nuestra nación.
Los “líderes” perredistas están cavando su propia tumba y la de su partido, pero mientras tanto lo que hacen con sus alianzas con la derecha de dentro y de fuera del gobierno es confundir enormemente a nuestro pueblo y hacerle el juego a los neoliberales. Allá ellos, pero dentro de pocos años ya no serán nada. Ya lo veremos en las próximas elecciones.
Correo electrónico: a_babor@hotmail.com
http://ababor-roberto.blogspot.com

sábado, 17 de noviembre de 2012

¿Y dónde están los revolucionarios?

Por: Roberto ESCAMILLA PÉREZ

A 102 años del inicio de la Revolución Mexicana y después de la aprobación de la contrarreforma laboral por parte de las Cámaras de Diputados y de Senadores, muchos nos preguntamos ¿dónde están hoy los revolucionarios?, ¿existen aún en la realidad política actual del país o ya sólo se les puede ver en los museos de Historia y en los monumentos de las calles y avenidas de nuestro querido México? Cada quién puede tener su propia respuesta, pero una cosa es clara: no hay uno solo de ellos en el Poder Legislativo de la nación, ni en el resto de los órganos de poder del Estado.

Los revolucionarios de ayer

La Revolución Mexicana iniciada en 1910 fue una revolución popular, democrático-burguesa, antifeudal y antimperialista, que tuvo como objetivos la destrucción del régimen latifundista representado por la dictadura porfirista, el logro de nuestra independencia económica y política plena, la elevación constante del nivel de vida del pueblo y la ampliación del régimen democrático.
Fue encabezada por la naciente burguesía mexicana, en ese momento revolucionaria, destacando personajes como Francisco I. Madero, Venustiano Carranza y Álvaro Obregón, con la participación de las masas populares guiadas por revolucionarios de la talla de Francisco Villa, Emiliano Zapata y los hermanos Flores Magón, entre otros.
Nuestro país contó con gobiernos revolucionarios hasta los regímenes de Lázaro Cárdenas del Río y Adolfo López Mateos, los posteriores (a excepción del de Miguel Alemán, que fue abiertamente reaccionario), hasta el de José López Portillo, fueron gobiernos progresistas, nacionalistas, aún con todas sus debilidades y hasta traiciones que cometieron en contra de los principios de la Revolución Mexicana.

Los reaccionarios de hoy

Sin embargo, a partir de 1982, con el gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado, la Revolución Mexicana fue traicionada desde Palacio Nacional, y la reacción, la derecha, los neoliberales, se hicieron del poder, conservándolo hasta la actualidad con lo que será el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Así, en sus primeras etapas, como Partido de la Revolución Mexicana (PRM) y como Partido Nacional Revolucionario (PNR), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue verdaderamente revolucionario, pero a partir también de 1982, sus dirigentes nacionales traicionaron francamente sus orígenes, abandonaron la doctrina del nacionalismo revolucionario y adoptaron la del neoliberalismo, y aplastaron a las corrientes nacionalistas en su seno.

Las fuerzas progresistas de hoy

Uno de los resultados de la derechización del PRI fue la salida de su seno de una gran cantidad de elementos progresistas de la pequeña burguesía nacional encabezados por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, que organizaron partidos políticos como el de la Revolución Democrática (PRD) y Convergencia (hoy Movimiento Ciudadano), o que fueron a dar a las filas de otras organizaciones, como el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM) y el Partido Socialista de los Trabajadores (PST), después Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional (PFCRN), ya desaparecidos, o como el actual Partido del Trabajo (PT).
Está claro entonces que el PRI y el gobierno, desde hace muchos años dejaron de ser revolucionarios, ¿pero son el PRD, PT y MC, partidos auténticamente revolucionarios?, ¿son sus dirigentes verdaderamente de izquierda?
Sin querer restarles méritos, especialmente a los dirigentes más firmes y consecuentes, y a las bases de dichos partidos, debemos decir que no son de izquierda ni revolucionarios y que sus líderes son elementos de la pequeña burguesía o burguesía nacionalista, que, como lo señalaba Vicente Lombardo Toledano, dependiendo de la correlación de fuerzas pueden abandonar sus tendencias progresistas y adoptar posiciones francamente reaccionarias, y hasta llegar a hacer causa común con la derecha, como se ha comprobado en múltiples ocasiones.

La verdadera izquierda y la Revolución Mexicana

Hoy, los auténticos revolucionarios y la verdadera izquierda moderna es la que se propone la abolición del régimen capitalista, de la propiedad privada sobre los medios de producción y de la explotación del hombre por el hombre, para construir una sociedad sin clases sociales en la que las personas tengan mejores condiciones de vida y desarrollen de manera plena todos sus potenciales, en beneficio propio y en el de la sociedad en su conjunto.
Para el logro de dichos objetivos, la izquierda desarrolla y aplica una línea estratégica y táctica acorde a las condiciones del país, y defiende los intereses concretos, mediatos e inmediatos, del pueblo y de la nación, proponiendo reformas y políticas progresistas, para lo cual impulsa la unidad de todas las fuerzas democráticas sin descartar a ninguna, por insignificante que parezca.
Así, en nuestro país la verdadera izquierda moderna surgió con el nacimiento de dos partidos políticos: el Partido Comunista Mexicano (PCM), fundado en 1919, y el Partido Popular Socialista (PPS), que vio la luz en 1948.
El primero, el PCM, fue perdiendo su carácter de partido de la clase obrera al transformarse en el Partido Socialista Unificado de México (PSUM) y después en el Partido Mexicano Socialista (PMS), que, encabezado por un personaje gris como lo fue Heberto Castillo Martínez, cedió su registro para la formación del ya mencionado PRD.
Por su parte, el PPS, partido fundado por Vicente Lombardo Toledano, genial líder obrero nacional e internacional, y destacado marxista-leninista mexicano, ha sido obligado por la ola neoliberal a existir prácticamente en la clandestinidad al habérsele arrebatado el registro en 1997 como partido político nacional y al serle negado posteriormente a pesar de haber cubierto todos los requisitos legales para recuperarlo.
A pesar de ello, el PPS, con enormes esfuerzos y sacrificios de sus militantes y de su dirigencia encabezada por Manuel Fernández Flores, y sin recursos económicos, se ha mantenido como un verdadero partido de izquierda, fortaleciéndose permanentemente y contribuyendo con sus humildes esfuerzos a la unidad de las fuerzas democráticas, patrióticas y progresistas para sacar del poder a los neoliberales priistas y panistas, y para que la Revolución Mexicana regrese a Palacio Nacional, objetivos que deben abrazar todos aquellos individuos, partidos u organizaciones auténticamente progresistas y revolucionarias.

-o-

    
El PAN, ¿sindicalista?

Sorprendentemente, y en medio de la discusión de la reforma laboral, el pasado martes 16 de octubre, en el diario La Jornada, el Partido (de) Acción Nacional (PAN) publicó un manifiesto titulado “Por la libertad de los trabajadores”, y decimos sorprendentemente porque ¿desde cuándo el PAN, la derecha, se preocupa por la “libertad” y el bienestar de la clase trabajadora mexicana?, ¿desde cuándo el PAN se convirtió en sindicalista?
En dicho desplegado de prensa, el PAN se pronuncia por el “voto libre y secreto” al interior de los sindicatos para la elección de sus líderes, esto con la clara intención de disputarle al PRI el control de los mismos mediante la compra de votos, la corrupción, la represión y las amenazas, en lo que ya son expertos gracias a que han aplicado estos mismos métodos en los procesos electorales, en los que han perpetrado fraudes descomunales a la vista de todo el mundo.
El PAN piensa en sus propios intereses, nunca en los de la clase trabajadora, y su posición respecto a la democracia sindical constituye una burla a la inteligencia de la clase trabajadora mexicana. Lástima que dirigentes, diputados y senadores de partidos que se dicen de izquierda hayan caído en su juego una vez más, aunque finalmente los panistas los dejaran “colgados de la brocha”, como siempre.
Correo electrónico: a_babor@hotmail.com