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La
reforma al Poder Judicial de la Federación y la elección de magistrados, jueces
y ministros el próximo primero de junio del presente año fue una propuesta del
gobierno de López Obrador, cristalizada en el actual de Claudia Sheinbaum Pardo,
de enorme importancia en el camino y lucha por ampliar nuestro régimen
democrático y la justicia para el pueblo de México.
Dicha
reforma y la próxima elección son consecuencia directa de la actuación de los
ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y de la mayoría de los
integrantes del Poder Judicial, tanto jueces como magistrados y ministros, los
cuales, desde los más altos niveles de ese Poder y durante más de 36 años de
gobiernos neoliberales se dedicaron básicamente a proteger los intereses de la
minoría más opulenta y de la delincuencia organizada, así como de la de cuello
blanco.
Además,
el Poder Judicial no se ha caracterizado por defender los intereses del pueblo
y de la nación mexicana, no imparte justicia en beneficio de la mayoría del
pueblo, sino todo lo contrario, y durante los 36 años de neoliberalismo, lejos de
vigilar, respetar y defender la correcta aplicación de la Constitución y sus
leyes, la han violentado flagrantemente, contrariando muchas veces el espíritu
y los ideales de justicia social emanados de la Revolución Mexicana y de la Carta
Magna.
La
peor actuación del Poder Judicial en su conjunto se dio a partir de que se
estableció en México un gobierno oligárquico, es decir, un gobierno al servicio
de una minoría rapaz, que representó los intereses económicos y políticos del
pasado.
Aunado
a lo anterior, en años recientes el Poder Judicial, sobre todo los ministros de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se ha dedicado a defender y liberar
con sus resoluciones judiciales a delincuentes vinculados con hechos de
corrupción e integrantes del crimen organizado.
Asimismo,
sus acciones violatorias de la Constitución y demás leyes han sido constantes, como
cuando avalaron la nueva Ley del ISSSTE desapareciendo de un plumazo los fondos
de pensiones solidarios ahorrados por la clase trabajadora y a pesar de más de
un millón de amparos presentados, votaron en contra de la justicia social y del
cumplimiento estricto de nuestra Carta Magna.
Además,
el Poder Judicial ha actuado en franco desacato a los principios republicanos
que sustentamos como país, poder que, es necesario recordar, en otros países ha
sido punta de lanza para perpetrar golpes de estado en contubernio con el
imperialismo yanqui.
El
Partido Popular Socialista (PPS) hace
un llamado a todos nuestros simpatizantes, militantes y al pueblo de México en
general, a participar de manera decidida e informada en la elección para
renovar el Poder Judicial de la Federación y elegir a jueces, magistrados y
ministros, ya que esta vez tenemos la gran oportunidad de hacerlo con nuestro
voto directo, ya no a través del Senado de la República ni de los congresos de
los estados como se venía haciendo.
De
hoy en adelante será el pueblo quien elija a los ministros de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación como lo establecía la CONSTITUCIÓN LIBERAL DE 1857 en la época del presidente BENITO JUÁREZ y de esta manera lograr
impartir una verdadera justicia para toda la población de manera eficiente,
eficaz y humanista.
Por la Dirección Nacional del Comité Central del Partido Popular
Socialista
Luis
Alfonso Jiménez Osuna
Secretario
General
Nicasio Monreal
Cigarroa
Secretario de Política Electoral
Narciso Escobar
Jiménez
Secretario de Política de Masas
México, 27 de abril de 2025.