Por Roberto ESCAMILLA PÉREZ.
Las elecciones de este año se darán en el marco de una agudización de la
crisis económica mundial del capitalismo, más evidente en países del Viejo
Continente como España, Grecia e Italia, y en cuanto a nuestro país, en medio
de un clima de miedo debido a la inseguridad pública, y de incertidumbre creada
por el desempleo, la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, y la
pobreza y miseria crecientes, por todo ello la desesperación de la inmensa
mayoría del pueblo es evidente y existe una gran confusión en algunos de sus
sectores.
Así, la pobreza, la ignorancia, el miedo, la desesperanza, la
incertidumbre y la confusión, pretenden ser aprovechadas en su favor por el
Gobierno Federal, el Partido Acción Nacional (PAN), los neoliberales que
encabezan al Partido Revolucionario Institucional (PRI), el clero político, los
grandes empresarios mexicanos aliados a las trasnacionales y el imperialismo
norteamericano.
Por eso es importante que todos contribuyamos a generar luz en medio
de la bruma y las tinieblas creadas por la derecha neoliberal panista y
priista, enrarecidas especialmente en estos últimos días de campaña electoral,
e invitar al pueblo mexicano a que vote por la opción representada por Andrés
Manuel López Obrador, candidato a la Presidencia de la República de las fuerzas
progresistas, poniendo a consideración del pueblo mexicano las siguientes
razones:
1.- Porque representa los intereses del pueblo y de
la nación. El PAN, con Josefina
Vázquez Mota, representa a la derecha tradicional, hoy principal impulsora de
las políticas económicas neoliberales, y defiende los intereses de los grandes
empresarios nacionales y extranjeros, y del clero político. El PRI, con Enrique
Peña Nieto, representa a quienes, desde Miguel de la Madrid hasta Zedillo,
pasando por Salinas de Gortari, traicionaron a la Revolución Mexicana y al
pueblo, y adoptaron el neoliberalismo como filosofía política, económica y
social.
En cambio, López Obrador encarna los más sentidos y legítimos
intereses de los obreros, campesinos, maestros, intelectuales, profesionistas y
trabajadores en general, y de los pequeños y medianos empresarios nacionales, y
los ideales de los mexicanos demócratas y progresistas en general.
2.- Porque constituye la única opción progresista. Mientras que Vázquez Mota y Peña Nieto simbolizan
la continuidad de las políticas económicas neoliberales que han sumido en la
pobreza al pueblo, y a la nación en la dependencia económica y política
respecto a los Estados Unidos de América, López Obrador garantiza retomar el
camino del mejoramiento permanente del nivel de vida del pueblo, la
construcción de una auténtica y más avanzada democracia, y el logro del
desarrollo económico independiente del país y de su independencia política.
3.- Porque garantiza la defensa de nuestras empresas
y recursos naturales, y las conquistas de la clase trabajadora. Mientras que Peña Nieto y Vázquez Mota le apuestan
a la privatización de la tierra, las aguas nacionales, el petróleo, la
electricidad, la seguridad social y la educación, y a la reforma de la Ley
Federal del Trabajo para anular conquistas como el derecho de huelga y a la
formación de sindicatos independientes del gobierno, los patrones y los
partidos políticos, cancelar la mayor parte de las prestaciones e imponer el
pago por horas y legalizar el “outsourcing”, López Obrador asegura la
preservación y fortalecimiento de los bienes de la nación, de las empresas
estatales y la defensa de nuestros recursos naturales e intereses nacionales,
así como la protección de las conquistas de la clase trabajadora.
4.- Porque su propuesta para luchar contra la
inseguridad pública y contra la delincuencia organizada, ataca el problema de
raíz y evitará más muertes de inocentes. Mientras que el PAN y el PRI le apuestan al uso ilegal del Ejército
Mexicano y a los métodos policiacos para combatir estos fenómenos, López
Obrador propone la generación de empleos, el abatimiento de la pobreza y la
educación como bases de esta lucha, porque de esta manera se atacan las
verdaderas y profundas causas que generan la delincuencia y la inseguridad.
5.- Por su propuesta de un gobierno austero, honesto
y eficiente, porque ésta constituye
en sí la mitad del camino a recorrer en el propósito de fortalecer nuestra
economía, generar empleo y abatir la pobreza.
6.- Porque las acusaciones en su contra son falsas y
manipuladoras, y constituyen una verdadera ofensa a la inteligencia del pueblo
mexicano. De lo único que se le puede “acusar” a López
Obrador es de su lenguaje a veces irreverente, de que habla despacito, de que
se come la letra “s” y de haber obstruido por unos días la avenida “Paseo de la
Reforma” de la ciudad de México.
Sin embargo, no se le puede hacer responsable de 30 años de políticas
económicas neoliberales, del desempleo, de la miseria, de la desnutrición
infantil, de nuestra dependencia económica y política, del miedo al futuro, de
la inseguridad pública y de los más de 60 mil muertos producto de la simulada
lucha del gobierno panista contra la delincuencia organizada.
López Obrador no le ha hecho ningún daño a la gente de a pie, lo que
no se podría decir de Vázquez Mota y de Peña Nieto, por lo tanto, los únicos
que tendrían una auténtica razón para odiarlo y calumniarlo son la derecha, la
reacción y quienes detentan la riqueza en nuestro país, no el pueblo mexicano.
Correo electrónico: a_babor@hotmail.com
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