Por: Roberto ESCAMILLA PÉREZ.
A mi padre Roberto Escamilla Montiel, por su valor a toda prueba.
Las políticas económicas neoliberales, que precisamente en estos días demuestran su fracaso, justificadas por 26 años con argumentos y un lenguaje anacrónico y demagógico por parte del PAN, del gobierno y de los grupos de derecha al interior de partidos como el PRI y el PRD, tienen al mundo entero y, por supuesto, a México, al borde del abismo.
El barco del neoliberalismo, sus tesis e instituciones naufragan y los responsables de hacerle el último boquete fueron sus propios creadores e impulsores: el gobierno norteamericano y los del resto de países desarrollados, pues violaron los principios básicos del llamado “libre mercado”, como la “libre acción de la Ley de la Oferta y la Demanda” y la “no intervención del Estado en la economía”, dado que han entrado al rescate de los bancos y de la economía capitalista mundial, utilizando para ello el dinero de todos.
Van 700 mil millones de dólares los inyectados por el gobierno norteamericano a su sistema financiero y ya se han anunciado otros millones más para comprar acciones de bancos privados, junto con otras medidas que sólo beneficiarán a la gran burguesía financiera corrupta, derrochadora y especuladora.
Seguirán este ejemplo, como ya lo han anunciado, el resto de países desarrollados, lo mismo que Calderón, que ya inyectó ocho mil 900 millones de dólares para “estabilizar” el peso. ¿No que criticaban a José López Portillo por decir “defenderé el peso como perro? ¿Quiénes son ahora los perros?
Por supuesto, los miles de millones de dólares que en el mundo se repartirán entre los banqueros incapaces y corruptos los pagarán finalmente los pueblos del planeta, principalmente los de los países pobres, pues verán reducidos sus presupuestos (como ya ocurrió en México con 50 mil millones de pesos) para educación, salud, vivienda, servicios básicos, generación de empleos y programas sociales de todo tipo, además de que continuará el encarecimiento de los alimentos, el aumento del desempleo, la quiebra de pequeñas y medianas empresas y disminuirá aún más el poder adquisitivo de los salarios.
Hoy para todos resulta claro que el neoliberalismo fue sólo una estrategia del imperialismo norteamericano para saquear a nuestros países y explotar a nuestros pueblos. ¿Quién se atreverá ahora a salir en su defensa sino los francotiradores a sueldo de la derecha, los cínicos, los sinvergüenzas o los ignorantes?
La congruencia del PAN.
En medio de este panorama una cosa sí hay que reconocerle al Partido (de) Acción Nacional (PAN): ha sido congruente con su origen, objetivos y principios, y fiel hasta la muerte a sus aliados, que son la gran burguesía nacional, el imperialismo norteamericano y el clero político, y por ello tienen hoy al país al borde del abismo.
El PAN nació para combatir a la Revolución Mexicana, a todo lo que signifique progreso, independencia y democracia, y lo ha hecho. Se propuso evitar la intervención del Estado en la economía, quitarle su carácter de tutelar de los derechos de la clase trabajadora, destruir al ejido y crear un régimen policiaco, y lo está logrando.
Además, por ser el principal impulsor de las políticas económicas neoliberales, se mantiene como fiel aliado de los grandes empresarios nacionales, de las trasnacionales y del clero político, en detrimento de los derechos de la clase trabajadora, de los campesinos y del pueblo en general.
Al borde del abismo.
Desde hace 26 años venimos advirtiendo de las nefastas consecuencias que traerían para el mundo y para México el neoliberalismo y la globalización neoliberal, y hoy, desgraciadamente, las estamos viviendo: una profunda crisis económica mundial, la crisis alimentaria y el calentamiento global. La globalización de la crisis, de la destrucción de la naturaleza, de la miseria y del hambre.
Esto se está reflejando en el México moderno con fenómenos que antes eran inimaginables que se dieran, como el crecimiento acelerado de la pobreza y la miseria; el desempleo; la pérdida del poder adquisitivo de los salarios; la enorme cantidad de mexicanos que huyen a los Estados Unidos por hambre; crímenes políticos; violencia, inseguridad y delincuencia extremas; ejecuciones y decapitaciones; actos terroristas como el de Morelia, Michoacán; acciones extremas de protesta como la protagonizada por el líder campesino veracruzano Ramiro Guillén Tapia, quien se inmoló; la protesta de dos jóvenes de la llamada “clase media”, que en su cara le gritaron a Calderón “espurio” y “en México no hay democracia”; y, por último, las manifestaciones de miles y miles de mexicanos en defensa de sus derechos.
¿Quiénes son los responsables?
¿A quién sino al neoliberalismo y a quienes lo promueven podemos culpar de estos fenómenos? Pero el gobierno panista, y los neoliberales en general, pretenden responsabilizar de ellos a todos los mexicanos.
Dicen que “todos somos responsables”. Sí, pretenden repartir entre todos la culpa, las responsabilidades, pero se han negado a un reparto menos injusto de la riqueza entre todos los mexicanos, que somos quienes la producimos. Desde hace 26 años los escuchamos decir que “primero hay que producir la riqueza para después repartirla”, pero el reparto nunca llega, ni llegará, y se ha quedado sólo en unos cuantos encabezados por Carlos Slim, mientras que 70 millones de mexicanos vivimos en la pobreza.
Piden la “unidad de todos los mexicanos”, pero este llamado tiene otro propósito: desacreditar a los inconformes, confundir a los hambrientos, desmovilizar a los obreros y campesinos, y dividir a las fuerzas democráticas y progresistas.
Falsarios. Nunca todos los seres humanos se han unido con algún propósito, ni siquiera contra Hitler la humanidad se unió toda, pues algunos apoyaron a este criminal títere de las trasnacionales alemanas, mientras que la mayor parte de las personas en el mundo, los progresistas y revolucionarios, encabezados entonces por la Unión Soviética, se unieron para luchar contra el imperialismo nazi hasta derrotarlo.
Nunca, en la historia de México, todos los mexicanos nos hemos unido con algún objetivo, ni cuando Maximiliano de Habsburgo quiso establecer un imperio extranjero en México, pues algunos traidores, encabezados por Miramón y Mejía, lo apoyaron, mientras que la inmensa mayoría de mexicanos, no todos, los progresistas y revolucionarios solamente, lucharon al lado de Benito Juárez.
Así, definirse es lo honesto, actuar en base a una ideología o a principios es lo que sacará al país adelante, no escondiéndose bajo una hipócrita neutralidad, no haciendo llamados falsos a la unidad.
¿Errores?
Dicen los neoliberales y sus voceros, que esta crisis financiera se debió a errores, principalmente de George Bush y de Alan Greenspan, ex presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, y del actual, Ben Bernanke. Mienten y lo saben.
La crisis del capitalismo, hoy en su última etapa, el imperialismo, proviene de su esencia, son inevitables, permanentes y cada vez más profundas, como hoy se está demostrando, esto debido a que en este sistema se produce para obtener ganancia y no para satisfacer las necesidades de las personas; a la división de clases antagónicas que existe en él, entre propietarios y no propietarios de medios de producción; a que las relaciones capitalistas de producción traban el desarrollo de las fuerzas productivas; a que su producción es caótica, carece de planeación y se rige por la acción de la Ley de la Oferta y la Demanda; y a la existencia de una gran burguesía financiera parasitaria, especuladora y depredadora, auténticos Midas al revés.
La opinión de la extrema derecha.
Por su parte, algunos “teóricos” de la extrema derecha, como Sergio Sarmiento, aseguran que no se debe hacer nada, que el Estado no debe intervenir ni tomar medidas para hacer menos grave la crisis, que el mismo “mercado” ajustará las cosas a su tiempo, que esto lo debemos ver como una “oportunidad” y que ya vendrá la “recuperación”.
Lo que proponen en realidad es que si en la época de “estabilidad macroeconómica” éramos 70 millones de pobres, dejemos que con la crisis lleguemos a 80, que millones más se queden sin empleo, que otros tantos pasen de la pobreza a la miseria, que dos o tres millones de niños mueran por enfermedades relacionadas con la desnutrición y la pobreza, que miles con enfermedades crónicas y graves mueran por faltarles atención médica adecuada, y que cuando lleguemos nuevamente a un periodo de “recuperación”, de “estabilidad”, de “crecimiento”, volvamos a ser 70 millones de pobres, o tal vez un poquito, pero sólo un poquito más, todo esto mientras las riquezas de la gran burguesía financiera parasitaria y especuladora permanecen intocables.
Plan anticrisis de Calderón.
En este contexto, el “plan anticrisis” propuesto por Calderón es absolutamente insuficiente en un país tan dependiente de la economía norteamericana como el nuestro, sin un desarrollo científico y tecnológico propio, sin una industria auténticamente nacional fuerte, con una enorme deuda externa (con los E.U.) e interna cercanas a los 250 mil millones de dólares, con un pueblo con bajo promedio en su nivel educativo y grave analfabetismo, con 70 millones de pobres, y dado también lo profundo de la crisis económica norteamericana y mundial en la que ya nos encontramos.
Además, su propuesta es totalmente contradictoria con su afán enfermizo de continuar con su plan de privatizar Petróleo Mexicanos (Pemex) y, en general, seguir aplicando el neoliberalismo en nuestro país, abonando de esta manera una crisis mucho más profunda. ¿No es el constante aumento al precio de la gasolina prueba suficiente de ello? ¿Con esto se fortalece el mercado interno, el poder adquisitivo del pueblo, que es lo que verdaderamente nos podría proteger de la crisis?
Un plan excluye al PAN
Un verdadero plan anticrisis, duradero y que traería efectos positivos de inmediato, debe excluir al PAN y a Calderón porque éstos son incapaces de proponerlo y mucho menos de aplicarlo, por lo que el primer paso debe ser no darle a este partido ni un solo voto en las próximas elecciones municipales, estatales y federales del 2009, para sacarlo así del poder, desde las comisarías municipales hasta de la Presidencia de la República.
Sin embargo, esto sólo podría lograrse mediante la unidad en la acción de todas las fuerzas democráticas, patrióticas y progresistas, lo que no necesariamente implica unirse en un solo organismo, sino en torno a un programa y a objetivos concretos, defendiéndolos en conjunto y/o cada uno desde su trinchera. Coincidir en posiciones progresistas, es lo importante.
De lograrse, se constituiría un gobierno formado por partidos, organizaciones y elementos progresistas y democráticos; por representantes auténticos de los pequeños y medianos empresarios mexicanos nacionalistas, que realmente piensen en México; por elementos de la clase trabajadora, obreros y campesinos; por representantes de las organizaciones estudiantiles, de intelectuales y profesionistas con mentalidad progresista, etc.
De este tipo de gobierno sólo serían excluidos el PAN y la derecha, los neoliberales en general independientemente del partido al que pertenezcan, quienes durante 26 años han demostrado su incapacidad, su egoísmo y su desprecio por los intereses superiores de la patria y de los mexicanos.
¿Y el programa?, muy fácil. Su elaboración inició en 1910, hace cerca de 100 años, y su esencia se encuentra en la Constitución de la República, en sus artículos 3º, 5º, 27, 123, 130 y otros, anteriores a las contrarreformas salinistas claro, sólo hace falta actualizarlo y detallarlo, y un acercamiento a ello es el programa del Frente Democrático Nacional (FDN) formulado en 1988. ¿Será muy difícil?
En Campeche
Hace ya varios meses nos preguntábamos cuándo se darían cuenta los empresarios campechanos, la inmensa mayoría de ellos pequeños y medianos, de que apoyar al PAN atentaba contra sus propios intereses. ¿Ya habrán reflexionado ante la triste realidad que estamos viviendo? Aún no es tan tarde y el 2009 se acerca.
EL POEMA
EL GOBIERNO COMO ARTISTA
4
Lo que asombra en el artista es la inventiva.
Cuando se escuchan las explicaciones del gobierno sobre la situación se dice: ¡Cómo inventa!
Para la economía el artista sólo guarda desprecio.
Como se sabe, el gobierno desprecia completamente también la economía.
Como es natural, tiene ciertos mecenas poderosos.
Y como todo artista, vive tomando prestado su dinero.
Bertolt Brecht
Correo electrónico: a_babor@hotmail.com
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