miércoles, 25 de septiembre de 2013

¡Unidad! para impedir la privatización de PEMEX: Obrador

Por Roberto Escamilla Pérez
 
El pasado 22 de septiembre, a convocatoria de Andrés Manuel López Obrador, centenares de organizaciones políticas y de todo tipo, todas ellas progresistas, y miles y miles de personas, se reunieron en la ciudad de México para manifestar su descontento en contra de las Reformas Estructurales neoliberales en general, pero en particular en contra de la privatización de la industria petrolera y del incremento de impuestos.
Así, en un masivo mitin realizado después de que distintos contingentes recorrieran varias calles del centro de la ciudad de México, se definió un plan de acción en defensa de Petróleos Mexicanos (PEMEX), mismo que es importante difundir entre todo el pueblo mexicano.
 
Los aspectos esenciales del plan de acción
 
En primer lugar, se aprobó hacer un llamado al gobierno de Peña Nieto, en base a la fuerza de las movilizaciones y a la voluntad de millones de mexicanos expresada en sus firmas, a que consulte al pueblo antes de aprobar la contrarreforma energética.
En segundo lugar se destacó la importancia de fortalecer en cantidad y calidad las movilizaciones y las acciones del pueblo mexicano. Para ello, entre otros compromisos que los asistentes y simpatizantes con el movimiento adquirieron, se estableció el de que cada uno de ellos invitará a 10 mexicanos más a firmar un documento a favor de una consulta popular para definir el futuro de PEMEX.
En tercer término se acordó que dependiendo de la respuesta de Peña Nieto, el 6 de octubre próximo, en un mitin masivo en el Zócalo de la ciudad de México, se decidirán las acciones y pasos a seguir en defensa de la industria petrolera nacionalizada.
Y por último, lo más importante: López Obrador llamó al fortalecimiento de la unidad de todas las fuerzas progresistas y democráticas del país, incluyendo a organizaciones políticas, artísticas, profesionales, culturales, etc., partidos políticos, sindicatos, campesinos, trabajadores, estudiantes, empresarios mexicanos y personalidades e intelectuales en lo individual, con una dirección “horizontal”, como Obrador la llamó, sin protagonismos de ninguna clase y haciendo a un lado intereses mezquinos particulares.
 
La importancia de la unidad de las fuerzas progresistas
 
La historia nos enseña que solamente la unidad del pueblo mexicano lo ha llevado a obtener enormes victorias, aún por la vía pacífica y aparentemente imposibles de lograr. Ejemplos en México y en el mundo sobran, pero mencionaré solamente dos.
¿Cómo se logró la expulsión de Plutarco Elías Calles cuando se opuso a las medidas revolucionarias del Presidente Lázaro Cárdenas? Con la unidad del pueblo.
La clase trabajadora, guiada en ese momento por Vicente Lombardo Toledano, y todo el pueblo mexicano, se movilizó a lo largo de toda la República Mexicana, y en una gran manifestación en el Zócalo, exigieron la expulsión de quien pretendía ser el eterno poder tras el trono y expresaron su pleno apoyo a Cárdenas.
Días después, el 10 de abril de 1936, Calles, completamente derrotado, salió expulsado de México por orden del Presidente Cárdenas. Salió en pijama pues ni tiempo le dieron de vestirse.
¿Cómo se consiguió la expropiación petrolera el 18 de marzo de 1938? Otra vez uno de los protagonistas principales fue Vicente Lombardo Toledano, quien dirigió a los trabajadores petroleros en su lucha por sus derechos hasta convertirla en una lucha por la nacionalización del petróleo, y Cárdenas pudo decretar la expropiación petrolera.
El Zócalo fue nuevamente el centro de la batalla. ¿Quién no recuerda las masivas manifestaciones en apoyo a Cárdenas y a la expropiación petrolera que ahí se realizaron? ¿Quién no ha visto las emotivas imágenes de gente del pueblo llevando desde sus bienes más preciados hasta sus gallinas para pagarles a las compañías petroleras extranjeras una injusta indemnización para poder ejecutar la expropiación? Sólo con la unidad del pueblo mexicano fue posible lograrlo.
Así, aunque hoy las circunstancias son distintas porque tenemos un gobierno reaccionario y neoliberal, no uno revolucionario como el de Cárdenas, la estrategia y táctica de la unidad de las fuerzas democráticas y progresistas sigue siendo la única que puede llevarnos a la victoria.
 
En la unidad, todos somos importantes
 
Todos somos importantes en esta lucha, desde el más humilde trabajador mexicano, hasta el más destacado científico, artista, intelectual o empresario mexicano, porque además todos hemos sido afectados por la política neoliberal que se aplica en nuestro país desde hace más de 30 años.
El plan propuesto por López Obrador en defensa de la industria petrolera no será perfecto, pero es lo mejor que tenemos, y todos los que amamos a nuestra patria, los que deseamos lo mejor para nuestro pueblo y para las futuras generaciones de mexicanos, debemos apoyarlo con todo nuestro esfuerzo, de acuerdo a nuestras posibilidades y cada uno desde nuestra respectiva trinchera.
 
Los revolucionarios estamos condenados a la victoria
 
"Los revolucionarios estamos condenados a la victoria", dijo el maestro Vicente Lombardo Toledano, quien fuera genial teórico y dirigente de la clase obrera mexicana, latinoamericana y mundial.
Los revolucionarios mexicanos, desde los que lucharon por nuestra independencia respecto a España, como Hidalgo y Morelos, hasta los que lograron la expropiación petrolera, pasando por Benito Juárez y después por Villa, Zapata y los Flores Magón, sufrieron derrotas, pero ganarán la batalla final a través de nosotros si somos sus dignos herederos: yo aseguro que sí.
Correo electrónico: a_babor@hotmail.com

La Expropiación Petrolera


miércoles, 18 de septiembre de 2013

El Zócalo, las calles, los maestros y los “terceros”

Por Roberto ESCAMILLA PÉREZ
 
Yo soy uno de los millones de “terceros”
afectados por el Gobierno Federal.
 
Al plantarse en el Zócalo y al manifestarse en las calles, los maestros afectan a “terceros”, dicen Peña Nieto, el gobierno priista neoliberal, el (Partido (de) Acción Nacional (PAN), los monopolios televisivos Televisa y TV Azteca, sus voceros y los “intelectuales” que les sirven.
Sin embargo, cuando el Gobierno Federal o el de la ciudad de México organizan una “Feria del Libro”, una venta de artesanías, una exposición cultural o cualquier otro evento, ya sea en el Zócalo, en Paseo de la Reforma o en cualquier otra plaza o calle de la ciudad, ¿no afectan a “terceros”?
Cuando la cúpula de la iglesia Católica lleva a cabo peregrinaciones o somos visitados por el más alto dignatario de El Vaticano, que recorre en una gran caravana de vehículos la ciudad, ¿no se afecta a “terceros”?
Cuando se realizan los paseos en bicicleta o los aficionados al fútbol festejan el triunfo de su equipo o de la Selección Mexicana en el Ángel de la Independencia o en cualquier otra plaza o calle, ¿no se afecta a “terceros”?
Cuando algún monopolio televisivo o comercial realiza por las principales calles de la ciudad sus “paseos promocionales” o desfiles con personajes famosos en días especiales, ¿no afectan a “terceros”.
Cuando los comerciantes formales o informales sacan sus artículos o ponen sillas y mesas en las banquetas y calles, para sus clientes, ¿no afectan a “terceros”?
¿Cuándo una escuela realiza en la calle algún festejo a sus alumnos, ¿no afecta a “terceros”? ¿Cuándo algún padre de familia “tira la casa por la ventana”, cierra la calle donde vive y hace alguna fiesta a su esposa, para alguno de sus hijos o por su aniversario de bodas, ¿no afecta a “terceros”?
Se benefician algunos o muchos, es cierto, quienes, por ejemplo, pueden comprar un libro, una artesanía, una comida de otro país, o quienes son católicos, o quienes disfrutan de andar en bicicleta o quienes les gusta el fútbol o ver a personajes famosos para fotografiarlos o pedirles su autógrafo, pero se afecta a “terceros” sin duda alguna: a comerciantes, a peatones, a los automovilistas o a quienes no están interesados en esas cosas o simplemente no pueden adquirirlas porque pertenecen a esos 80 millones de mexicanos pobres que existen en el país, quienes ni siquiera pueden trasladarse en “micro” a disfrutar de algún espectáculo recreativo o cultural porque no tienen para el pasaje para los más de cuatro miembros de la familia.
 
Los “terceros” tolerantes
 
Pero esos “terceros” afectados no vamos a quemar los libros o las artesanías, a ofender a los católicos, no atropellamos a los ciclistas, no vamos a golpear a los aficionados al fútbol, a patear las sillas y mesas que invaden las banquetas y calles, o a entorpecer los desfiles de los monopolios televisivos o comerciales: los aceptamos y toleramos simplemente porque somos personas civilizadas, porque estamos conscientes de la difícil situación económica por la que los mexicanos atravesamos y porque todos tenemos el derecho que nos brinda la Constitución a expresarnos libre y pacíficamente, y a ganarnos el pan de cada día, para nosotros y nuestras familias.
 
El Gobierno Federal, intolerante, represor y principal “afectador de terceros”
 
Pero existe un ente siniestro que es intolerante y que reprime violentamente a quienes señala como culpables de afectar a “terceros”, de no respetar los derechos de los demás y hasta de violar la Constitución de la República: este personaje oscuro es Enrique Peña Nieto y el gobierno neoliberal que encabeza.
Además, acusa a otros sin tener calidad moral para hacerlo, y de los delitos que él sí comete, a la vista de todos y en la más completa impunidad.
El gobierno de Peña Nieto y sus antecesores, desde 1982, con Miguel de la Madrid Hurtado, debido a sus políticas neoliberales han afectado a cerca de 80 millones de “terceros”, es decir, a cerca de 80 millones de mexicanos que viven hoy en la pobreza o en la miseria.
A esos millones de mexicanos, los gobiernos neoliberales los han afectado negándoles, desde hace más de 30 años, sus derechos constitucionales a organizarse y a manifestarse pacíficamente, a la huelga, a la alimentación, a una vivienda digna, a una educación de calidad y apegada al espíritu del artículo 3º constitucional, a un empleo, a un salario o ingreso suficiente y remunerativo, a la recreación, a la cultura, al deporte, a la tranquilidad, a la seguridad pública y hasta a recibir ayuda suficiente en caso de desastres naturales.
Es decir, los gobiernos neoliberales han violado los derechos constitucionales de más de 80 millones de mexicanos durante 30 largos años, y además han sido intolerantes, represores y han pisoteado el espíritu mismo de la Constitución con las contrarreformas que han impuesto, y que tienen a todos los mexicanos y al país en una situación deplorable.
Así, los únicos tolerantes y dispuestos al diálogo, y a una lucha civilizada y pacífica en toda esta situación, hemos sido los mexicanos pobres, la clase trabajadora, las organizaciones que la representan, los sindicatos democráticos, y los intelectuales y mexicanos progresistas, ¡no el Gobierno Federal!   
 
La represión contra los maestros y la posición vergonzosa de los líderes del PRD
 
Peña Nieto, el Gobierno Federal, los monopolios televisivos y sus voceros pagados, además de “Los Chuchos”, los líderes del Partido de la Revolución Democrática (PRD), aseguran, hasta en comunicados oficiales, que no hubo represión en el desalojo de los maestros del Zócalo, que hubo “diálogo civilizado” entre gobierno y la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE), que no hubo necesidad de “actos de fuerza institucional”, que el retiro de los maestros fue “pacífico” y que vivimos en una “sociedad democrática”.
 
El diálogo civilizado
 
En primer lugar, el diálogo civilizado y la prudencia sólo los practicaron los maestros, pues Peña Nieto ha puesto oídos sordos a sus más importantes y justas demandas.
El “diálogo civilizado” de los gobiernos Federal y del Distrito Federal consistió en mandar contra los maestros a cientos de policías de ambos niveles, equipados con toletes, escudos y gases lacrimógenos, junto con vehículos pesados, entre ellos tanquetas que arrojan agua a presión.
 
La represión y los “actos de fuerza institucional”
 
¿Qué no hubo represión? ¿No fueron parte de la represión el ultimátum lanzado por el Gobierno Federal en contra de los maestros para obligarlos a desalojar el Zócalo, así como el avance de cientos de policías en contra de los maestros y ciudadanos que aún se encontraban en el lugar, y las agresiones contra ellos?
¿No fue un acto claro de represión el que los policías federales, en un plan bien fraguado, aislaran y detuvieran por casi dos horas a todos los líderes de la CNTE y a ciudadanos que estaban ahí en su apoyo, golpeándolos con sus toletes, amenazándolos e insultándolos?
Además, ahora resulta que ya es un delito que los ciudadanos, el pueblo, acuda en apoyo de los maestros, puesto que además de calificarlos como “ajenos al movimiento”, fueron blanco principal y “justificado” de las agresiones de la Policía Federal y del Distrito Federal.
De los encapuchados que agreden a la policía, ni hablar, son provocadores pagados por el mismo Gobierno para tratar de desacreditar al movimiento magisterial y provocar aún más represión, a los que se les suman algunos despistados, ignorantes y delincuentes comunes.
 
El retiro “pacífico” de los maestros
 
¿El retiro de los maestros fue pacífico después de todo lo ya explicado y descrito? ¿Piensa el Gobierno Federal y sus secuaces que no vimos el enorme cerco policíaco alrededor del Zócalo y el avance organizado de la policía contra los maestros? ¿Qué no vimos los gases lacrimógenos? ¿Qué no fuimos testigos de los golpes, toletazos e insultos en contra de líderes, maestros y ciudadanos comunes? ¿Qué no vimos los chorros de agua a presión dirigidos contra la gente? ¿Qué no escuchamos y observamos los helicópteros de la policía volando muy cerca de los edificios? Lo único que no vimos fue a los francotiradores, pero seguramente los había, agazapados como ellos saben hacerlo y listos para entrar en acción.
 
La “sociedad democrática” en la que vivimos
 
¿En una sociedad democrática se reprime de esta manera a miles de personas? Porque esto ocurrió también en muchos otros estados de la República, no sólo en la ciudad de México.
¿Quiénes y qué partidos representan a la clase trabajadora mexicana en los poderes Legislativo y Judicial en esta “sociedad democrática” en la que vivimos? Nadie, ninguno, si acaso dentro del Poder Legislativo existen algunos elementos progresistas, que hacen un respetable esfuerzo, pero nada más.
 
¿Qué es lo que quieren los maestros?
 
Los maestros que se han manifestado en las calles, tanto de la CNTE como del SNTE, piden al Gobierno Federal la derogación de la reforma educativa y de sus leyes secundarias; no al cambio del régimen laboral del magisterio y respeto a los derechos plasmados en el Apartado B del Artículo 123 Constitucional, como la estabilidad laboral, plaza base, inamovilidad, salario remunerativo, etcétera, y su rechazo al Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE).
Proponen una educación con las características que señala el texto original del artículo 3º constitucional: pública, laica, gratuita, obligatoria, integral y científica; la asignación del 12% del PIB a la educación y un debate nacional sobre la situación de la educación pública y las medidas para fortalecerla y mejorarla.
Aseguran que la reforma educativa propuesta por Peña Nieto y aprobada por el Poder Legislativo Federal es para privatizar; que se está imponiendo de manera violenta, y conculca o elimina los derechos del magisterio, y que la educación es una conquista de la Revolución Mexicana que ellos van a defender.
 
¿Qué pasará si dicha contrarreforma educativa se aplica?
 
Si dicha contrarreforma educativa se aplica tendrá, entre otras, tres consecuencias: no se mejorará la calidad en la educación, al contrario, bajará dramáticamente, porque para elevar la calidad de la educación es necesario incrementar por lo menos al 8 por ciento del PIB la inversión en ella y que se inspire plenamente en lo que señala el artículo 3º constitucional: que sea pública, gratuita, laica y ajena a cualquier doctrina religiosa, inspirada en los avances científicos y que contribuya a elevar de manera constante el nivel de vida del pueblo.
Además, el Gobierno Federal ya no tendrá la obligación legal de dar mantenimiento y equipar a los planteles escolares, y ésta responsabilidad quedará en manos de los ya de por sí empobrecidos padres de familia, maestros y directores de escuela, lo que definitivamente se reflejará en un descenso mayor del nivel de vida del pueblo mexicano y en un incremento de la deserción escolar.
Por último, todos los maestros, no sólo los de la CNTE, verán afectados sus derechos laborales, principalmente en cuanto a la seguridad en sus empleos se refiere, ya que quedará a criterio del Gobierno Federal el que un profesor permanezca en su trabajo con el pretexto de una supuesta “evaluación”, que servirá además a las autoridades para presionar, maniatar y manipular a su favor a los educadores y a sus sindicatos bajo la amenaza real de ser despedidos de sus puestos de trabajo.
 
Millones de “terceros” afectados
 
Entonces, ¿quién es el que realmente afecta a “terceros”? ¿La CNTE, los aficionados al fútbol o a la bicicleta, los pequeños comerciantes, los artesanos, los vendedores informales, los 80 millones de mexicanos pobres?
¡El Gobierno Federal no es el dueño del Zócalo, de las plazas de la República ni de las calles! ¿Ahora resulta que hasta eso le quieren quitar al pueblo de México: sus calles, sus plazas y su derecho a manifestarse pacíficamente?
Si se aplica la contrarreforma educativa se afectará no sólo a la presente generación de mexicanos, sino a las futuras generaciones, es decir, a millones y millones de “terceros”, muchos de los cuales aún no han nacido.
Esa es la lucha de los maestros y a esa lucha, porque es justa y es noble, debemos unirnos todos los mexicanos que verdaderamente amamos a nuestro país.
Correo electrónico: a_babor@hotmail.com

miércoles, 11 de septiembre de 2013

El Informe Imperial


Por: Roberto ESCAMILLA PÉREZ
 
El pasado lunes dos de septiembre, Peña Nieto dirigió un mensaje a la Nación con motivo de su Primer Informe de Gobierno, en cuyo acto reunió sólo a representantes de los grupos privilegiados que se han beneficiado con la política económica neoliberal aplicada por los gobiernos panistas y priistas en los últimos 30 años, y a los que él considera “mexicanos”.
Peña nos recuerda a los emperadores de Roma, quienes al hablar decían “¡Ciudadanos romanos!”, sin embargo, se referían exclusivamente a los privilegiados: a la clase en el poder, a los militares, a la cúpula religiosa, no a los esclavos, ni a los negros, ni a las mujeres, ni a los artesanos, es decir, se dirigían sólo a una minoría, a un pequeño porcentaje de la población.
 
Un resumen fastidioso pero necesario
 
En su mensaje, Peña Nieto “celebra” lo que llama “la pluralidad política de nuestro país” y la aprobación en la Cámara de Diputados de la nueva Ley del Servicio Profesional Docente, que según él asegurará “la calidad de la educación de los niños y jóvenes mexicanos”.
Alabó hasta el cansancio al “Pacto por México”, sus “logros” y sus 95 compromisos, así como en innumerables ocasiones a los legisladores del país, y aseguró que los partidos políticos y el Gobierno de la República “compartimos objetivos”
Aseguró que ha logrado bajar los delitos, destacó “la Cruzada Nacional contra el Hambre” y la prevención de enfermedades entre millones de mexicanos que padecen la doble condición de pobreza extrema y carencia alimentaria.
Informó de beneficios a los adultos mayores y del Seguro de Vida para Jefas de Familia, y prometió vivienda digna.
Aseguró que la Reforma Constitucional en Materia Educativa, promovida desde el “Pacto por México”, logrará que los niños y jóvenes reciban una educación de mayor calidad, que les permita contar con mejores oportunidades laborales, que el Gobierno tendrá la responsabilidad de brindar una educación de calidad y garantizar su igualdad de acceso en todo el país y que también ganarán los profesores.
Dijo que se han incrementado los recursos para ciencia y tecnología; habló de la importancia de preservar la “estabilidad macroeconómica” y presumió de que “hoy México cuenta con paz laboral para impulsar su desarrollo”.
Habló de construir carreteras, autopistas, ferrocarriles de carga y pasajeros, puertos y aeropuertos.
Necesitamos, dijo, de un sector energético competitivo y eficiente, y anunció de inversiones millonarias en electricidad y gas.
Afirmó que su Reforma Financiera pondrá al alcance de las micro, pequeñas y medianas empresas la asesoría, capacitación, transferencia de tecnología y financiamiento que necesitan.
Habló del desarrollo del campo, de incremento en las cosechas y del apoyo que se le ha dado a los “campesinos”, y por supuesto destacó la importancia de su propuesta de Reforma Energética y sus “beneficios”.
Declaró como necesaria la Reforma Hacendaria para invertir en infraestructura, educación y seguridad social, incrementar la competitividad de la planta productiva, fomentar la formalidad de la economía, el federalismo, la transparencia en el ejercicio de los recursos públicos y fortalecer a PEMEX a partir de un nuevo régimen fiscal.
Limitó una “novedosa” política exterior a cuatro puntos: fortalecer la presencia de México en el mundo, ampliar la cooperación internacional, promover el valor de México en el mundo, y velar nuestros intereses en el extranjero.
Y por último, en su llamamiento, reiteró una vez más que “los mexicanos debemos respaldar al Congreso para aprobar las Reformas Estructurales”.
 
El Informe del Emperador
 
El de Peña fue un mensaje igual de vacío, demagógico, tergiversador de la realidad y manipulador, que el de sus antecesores, desde Miguel de la Madrid Hurtado hasta Calderón.
Un mensaje que al verdadero pueblo mexicano ya no le interesa y ya no escucha, no sólo por su contenido, sino porque es un día de trabajo (o de desempleo) como cualquier otro, en el que el pueblo tiene que ganarse el sustento diario para no morir de hambre.
Sin embargo, fue necesario hacer ese fastidioso resumen, en primer lugar para hacerle las cuentas a Peña y determinar lo que según él ha invertido en su primer año de mal gobierno.
Así, sumando las cifras que da en su mensaje resulta que dice que ha gastado en total 438 mil 900 millones de pesos, aunque a esto debemos sumarle millonarias cantidades en muchos otros rubros que menciona, pero en los que no precisa cifras, y muchas otras que seguramente constan en el cuerpo de su voluminoso informe, porque dice que construirá carreteras, ferrocarriles, puertos, aeropuertos, hospitales, escuelas, etc.
 
Las dudas
 
Surge entonces una primer pregunta: ¿De dónde va a sacar el gobierno tantos millones de pesos si privatiza lo que queda de Petróleos Mexicanos (PEMEX), que aporta el 40 por ciento del gasto público? Ni su pomposa propuesta de Reforma Hacendaria ya hecha pública, y en la que su Graciosa Majestad el Emperador nos “perdonó” el IVA en alimentos y medicinas, hará que le cuadren las cifras.
Peña presume la “pluralidad política” que existe en el país, y alaba hasta el cansancio al llamado “Pacto por “México”, a los diputados y senadores. ¡Claro, son neoliberales como él y le van aprobado rápidamente cada una de las contrarreformas que ha propuesto! Son sus “mexicanos”, a los que realmente se dirige y toma en cuenta, los que gozan de todos los privilegios y derechos, hasta de violar la Constitución.
“Pluralidad política” en México: ¿En qué parte del Poder Legislativo y Judicial está representada la clase trabajadora mexicana? Las contrarreformas aprobadas demuestran que Peña y los integrantes de dichos poderes son enemigos de los trabajadores, y están al servicio de los monopolios trasnacionales y del gran capital nacional.
Por su parte, las declaraciones y resolutivos de los miembros del Poder Judicial, todos son y han sido en contra de los intereses de los trabajadores mexicanos.
Dice Peña que hay “paz laboral” en México, y como no la va a haber, pero es parecida a la “paz de los sepulcros” del dictador Porfirio Díaz, pues se desaparecen y desconocen a sindicatos democráticos, se encarcela a sus líderes, todas las huelgas son declaradas ilegales, y los más grandes sindicatos nacionales están dirigidos por elementos comprados por el gobierno, por los monopolios y por los grandes empresarios nacionales, y sus trabajadores son amenazados y presionados permanentemente y de múltiples maneras.
Su Reforma Educativa es contraria a la educación de calidad; con ella, el Estado se desentiende del mantenimiento y acondicionamiento de los planteles escolares y le deja esa responsabilidad a los padres de familia, maestros y directores de escuela, además atenta contra los derechos de TODOS los maestros al fomentar la inestabilidad laboral, y dejar a la discreción y criterio del gobierno si un maestro conserva o no su empleo.      
Por último, Peña basará la política exterior mexicana en cuatro tristes y grises “postulados”, y se olvida de que la Constitución de la República señala claramente los principios históricos que deben regir una política exterior digna y soberana. 
 
“Nerón está a punto de incendiar Roma”
 
La marea de protestas aumenta cada día, a ella se suman más y más ciudadanos, y todo tipo de organizaciones afectadas directamente por las Reformas Estructurales neoliberales, o inconformes por las injusticias y la situación general del país y del pueblo, constituyendo una masa cada vez más organizada y consciente, y más difícil de contener.
Desgraciadamente, y tratando de encender la llama, los monopolios televisivos, “intelectuales” de la derecha y los grandes empresarios, ya prácticamente “piden ver sangre” debido a las movilizaciones que lleva a cabo la CNTE en particular, claro, nunca lo dirán directamente pues sus voceros utilizan para ello todo tipo de gesticulaciones al dar este tipo de noticias o hacen uso de artilugios lingüísticos, pero está claro que le apuestan a la represión.
Así, “Nerón está a punto de incendiar Roma” y al grito de “Guaruras ¡llévenselos!” o del tradicional “mátenlos en caliente”, del dictador Porfirio Díaz, se pudiera encender la mecha de la represión y de la violencia, que sólo beneficiaría aún más al imperialismo norteamericano porque le daría el pretexto perfecto para una intervención armada en nuestro país, de lo cual el gobierno sería responsable.
No es cuento, ni estamos delirando, ni es un chiste: preguntémosles a los iraquíes, afganos, yugoslavos, libios y ahora a los sirios, coincidentemente ricos en petróleo la mayoría de ellos, que a pesar de estar a miles de kilómetros de distancia, sus pueblos han sido alcanzados por la criminal e insaciable garra imperialista.
Por todo lo anterior, hoy más que nunca es importante fortalecer la unidad de las fuerzas democráticas, patrióticas y progresistas, y que cada uno de los que estamos conscientes de lo nefasto de las políticas económicas neoliberales nos convirtamos en “agitadores profesionales”, como decía el maestro Vicente Lombardo Toledano, para difundir por todos los medios y en todos los lugares la necesidad del establecimiento en nuestro país de un gobierno de nuevo tipo en el que los neoliberales no tengan cabida.    
Correo electrónico: a_babor@hotmail.com

lunes, 2 de septiembre de 2013

La Constitución tiene la culpa: Peña Nieto


Por: Roberto ESCAMILLA PÉREZ.
 
En desagravio a la Constitución de la República.
 
Al culpar a “la rigidez del régimen constitucional” de la, según él, mala situación de Petróleos Mexicanos (PEMEX), Peña Nieto miente y comete un imperdonable agravio contra la Constitución de la República.
Además, con ello pretende ocultar que los únicos y verdaderos responsables de la situación de PEMEX, del país y del pueblo mexicano, son quienes nos han gobernado durante los últimos 30 años al aplicar fielmente las políticas económicas neoliberales que impulsan e imponen instituciones financieras del imperialismo norteamericano, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
A la Constitución de lo único que se le podría “culpar” es de mantener la paz social gracias a que perduran algunos de los más grandes logros que trajo consigo, junto con la Revolución Mexicana iniciada en 1910, como la Seguridad Social, la educación pública gratuita y empresas como PEMEX, pilar de la economía mexicana, a pesar del virus neoliberal que las carcome incesantemente desde hace tres décadas.  
 
La importancia del petróleo
 
El petróleo es un recurso no renovable e imprescindible en la sociedad actual, sin el cual ésta sería inconcebible, al menos como la conocemos actualmente, con todos sus avances económicos, científicos y tecnológicos, aun cuando los mismos no beneficien a la mayoría de los habitantes del planeta, sino a una minoría escandalosamente enriquecida.
Aparte, el petróleo, por su importancia en la vida actual, es y ha sido motivo de presiones políticas, guerras, intervenciones y agresiones armadas por parte de gobiernos de países desarrollados en contra de un sinnúmero de países que poseen este preciado recurso en sus territorios.
Asimismo, el petróleo es un enorme negocio que en manos de particulares ha generado algunas de las mayores fortunas en la historia y los más grandes monopolios, principalmente en los Estados Unidos de Norteamérica, lo que les permite influir de manera determinante en la política guerrerista del gobierno de ese país.
 
Preguntas obligadas
 
De acuerdo a lo anterior, surgen inevitablemente dos preguntas. Si el petróleo es tan importante para el mundo y para cualquier país, y constituye un fácil y muy redituable negocio: ¿Por qué Petróleos Mexicanos (PEMEX) se continúa desmantelando, privatizando y entregando en bandeja de plata a los monopolios trasnacionales, y Peña Nieto propone una iniciativa de Reforma Energética para acelerar este proceso antipatriota? ¿Tiene PEMEX problemas financieros como el mismo gobierno asegura?
 
La iniciativa reaccionaria de Peña Nieto
 
El discurso de presentación de la iniciativa de Reforma Energética de Peña Nieto va de lo absurdo a la mentira, y termina en la manipulación. Asegura que su propuesta no es privatizadora; que transformará y elevará la calidad de vida de los mexicanos; que las reformas a los artículos 27 y 28 constitucionales confirman la propiedad de la nación sobre el petróleo; que hará crecer la economía, creará miles de empleos, y que bajará los precios de la luz, del gas y de los fertilizantes, con lo que se beneficiará el campo mexicano y aumentará la producción a mejores precios; que restituirá las reservas petroleras más allá del 100% y aumentará la producción de petróleo y gas, etcétera.
Por otra parte, compara su iniciativa con la expropiación petrolera realizada por el general Lázaro Cárdenas el 18 de marzo de 1938, pues asegura que “retoma palabra por palabra el texto el artículo 27 constitucional del presidente Lázaro Cárdenas, eso permitirá al Gobierno de la República celebrar contratos de utilidad compartida con el sector privado cuando así convenga al interés nacional”.
Compara la situación de la industria petrolera mexicana nacionalizada con la de otros países al señalar que en años recientes “Canadá y Estados Unidos se convirtieron ya en potencias energéticas. Nuestro sector energético, en cambio, dada la rigidez del régimen constitucional, perdió dinamismo y, más grave aún, competitividad”.
Presume que “la Universidad Nacional Autónoma de México e Instituto Politécnico Nacional, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, el propio Instituto Mexicano del Petróleo, las demás instituciones de investigación y de educación superior del país así como los empresarios nacionales tendrán una responsabilidad fundamental en el renacimiento de la industria petrolera y de toda la industria nacional.”
Por último promete que se fortalecerá a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), aunque de manera contradictoria anuncia que se permitirá a los particulares invertir en la generación de energía eléctrica, que aunque admite que ya producen un tercio de la misma, no pueden comercializarla a la población en general, pero que con la reforma del artículo 27 se les permitirá, lo que disminuirá su costo para los usuarios de acuerdo a la ley de la oferta y la demanda.
 
La mentira
 
Por 31 años, los neoliberales priistas y panistas han prometido las mismas cosas que Peña Nieto: bajar precios, crear empleos, fortalecer nuestra economía y no privatizar, esgrimiendo tesis como las de “crear la riqueza para después repartirla” o “vender bienes para remediar males”, como hoy lo hacen con lo de las “reformas estructurales”.
Sin embargo, los efectos de sus políticas económicas han sido totalmente contrarios: mayor pobreza y miseria, quiebra de miles de pequeñas y medianas empresas mexicanas, pérdida de millones de empleos y del 80 por ciento del poder adquisitivo del salario, miseria en el campo, la privatización de la tierra y de miles de empresas estatales, una mayor dependencia de nuestra economía respecto a la norteamericana, además de aumento del crimen organizado, del narcotráfico, de la inseguridad pública y de la violencia a grados antes inconcebibles.  
 
Del agravio a lo absurdo
 
Peña difama y culpa a la Constitución de la República, a la “rigidez del régimen constitucional”, de la mala situación de PEMEX, y cae en lo absurdo al comparar su gobierno con el de Lázaro Cárdenas, y a nuestro país con los Estados Unidos en cuanto a que éste es una “potencia energética”.
Lo absurdo de estas comparaciones consiste en que, en primer lugar, el de Cárdenas fue un gobierno revolucionario y, por tanto, al proponer reformas o cambios constitucionales fueron con los propósitos de fortalecer nuestra independencia económica y política, elevar el nivel de vida del pueblo y ampliar nuestro régimen democrático; en cambio, el de Peña Nieto es un gobierno neoliberal, reaccionario, de ultraderecha, y los cambios constitucionales y contrarreformas que propone tienen el objetivo de beneficiar a los monopolios norteamericanos, no al pueblo mexicano.
Así, retomar “palabra por palabra el texto el artículo 27 constitucional del presidente Lázaro Cárdenas”, en las circunstancias y contexto actuales sólo constituye una sucia maniobra del gobierno de Peña Nieto para justificar la entrega del petróleo a los monopolios trasnacionales.
Claro, seguramente el imperialismo norteamericano es una “potencia energética”, pero el petróleo en ese país es propiedad de monopolios como la ExxonMobil, la Chevron y la Standard Oil, y no está en manos del pueblo norteamericano; además, gran parte de este recurso lo han obtenido mediante guerras de rapiña en contra de países ricos en petróleo o estratégicos para su transportación y saqueo, como Irak y la antigua Yugoeslavia, y ahora pretenden hacer lo mismo con Siria, sin importarles para nada los millones de vidas inocentes que se pierdan.
Irónicamente, México le vende la mayor parte de nuestro petróleo crudo (millones de barriles diarios) a los Estados Unidos para elevar sus reservas estratégicas: ¿Así cómo no va a ser ese país una “potencia energética”?   
 
Lo manipulador
 
Asimismo, en su discurso pretende dar “atole con el dedo” a la UNAM, al IPN, a los centros de investigación y a los empresarios mexicanos, asegurándoles que todos ellos serán parte importante de esta “cuasi” revolución energética.
Es absurdo que este señor Peña (quien ha demostrado ampliamente su falta de cultura) pretenda manipular y engañar a quienes dirigen las máximas instituciones de educación superior de México y a sus centros de investigación, que constituyen un semillero de talentos desgraciadamente aún desperdiciados gracias también a las políticas económicas neoliberales que desde hace más de 30 años vienen aplicando los gobiernos priistas y panistas.
Por último, en el colmo de la incongruencia, afirma que fortalecerá a la CFE, cuando a renglón seguido anuncia que dará más facilidades a la iniciativa privada para generar y comercializar la energía eléctrica, que porque con la competencia los recibos de luz nos vendrán más baratos. Permítanme reírme pues parece que en Los Pinos ya legalizaron la mariguana y por eso sus habitantes hablan de manera tan incongruente.
En México tenemos Comercial Mexicana, Chedraui, Wal-Mart, Aurrerá, Soriana, Liverpool, Sanborns, Sam’s Club, etcétera, es decir, muchos monopolios comerciales extranjeros, entonces se supone que hay “competencia”, pero: ¿Acaso eso ha hecho que bajen los precios de los productos, por lo menos de los básicos? ¡No! Los monopolios se ponen de acuerdo para establecer sus precios monopólicos.
La “libre competencia” es una farsa en esta época en la que la economía es avasallada por los monopolios privados trasnacionales, y si estos monopolios logran dominar la comercialización de la energía eléctrica, será una tragedia más para el pueblo mexicano.
 
Respuestas a las preguntas obligadas
 
Entonces: ¿Por qué Petróleos Mexicanos (PEMEX) se continúa desmantelando, privatizando y entregando en bandeja de plata a los monopolios trasnacionales, y Peña Nieto propone una iniciativa de Reforma Energética para acelerar este proceso antipatriota? Porque Peña Nieto pertenece a un partido de derecha, es neoliberal, fue impuesto en la Presidencia de la República por los grandes empresarios nacionales y los monopolios extranjeros, entonces a ellos sirve y servirá fielmente durante todo su sexenio, no al pueblo mexicano.
¿Tiene PEMEX problemas financieros? PEMEX, con todos sus problemas derivados de la corrupción e ineptitud de sus funcionarios neoliberales, provee a nuestro país de casi el 40 por ciento del presupuesto público nacional, que sirve para mantener muchas instituciones sociales y administrativas, para construir hospitales, escuelas, carreteras, y dotar de infraestructura básica a cientos de las poblaciones más pobres del país.
PEMEX, a pesar del sabotaje interno del que es objeto desde hace más de 30 años, es una empresa exitosa, con trabajadores, técnicos e ingenieros altamente capacitados. Es el pilar de la economía del país y asegura el bienestar de millones de mexicanos. Porque es una empresa del Estado, esos son sus propósitos fundamentales y a pesar de todo los cumple.
Si PEMEX se privatiza, sólo se beneficiarán unos cuántos como ocurrió con Teléfonos de México (TELMEX), que al privatizarse hizo de un solo hombre, de Carlos Slim, la persona más rica del mundo, en un país en el que año con año miles de niños mueren por enfermedades causadas por la desnutrición. Por eso debemos decir: ¡La culpa no es de la Constitución, es de la reacción! ¡No a la privatización de PEMEX ni de la CFE!
Correo electrónico: a_babor@hotmail.com

Nota: les invito atentamente a que busquen en este blog artículos anteriores relacionados con el petróleo y la Reforma Energética que espero les sean de interés y utilidad, así como a leer el libro “Nacionalizar es Descolonizar”, de Vicente Lombardo Toledano, que trata en su totalidad de este importante tema y que pueden obtener en la Av. Álvaro Obregón 182, colonia Roma, de la ciudad de México o solicitándolo a la dirección de correo electrónico ppsdn2003@yahoo.com.mx