martes, 30 de junio de 2009

Diecisiete buenas razones para no votar por la derecha.

Estamos a muy pocos días de las elecciones federales y locales del 5 de julio, mismas que se darán en el marco de la agudización de la crisis general del capitalismo (económica, social, política e ideológica), lo que las convierte en sumamente importantes para la patria, además de que serán un termómetro del grado de conciencia, organización y movilización de nuestro pueblo, y de la capacidad de los neoliberales en el poder para imponer o no a sus candidatos y programa reaccionario, todo lo cual definirá el rumbo del país para los próximos años.
El 5 de julio los mexicanos tendremos sólo dos opciones: votar por el continuismo neoliberal iniciado por Miguel de la Madrid y continuado por Salinas, Zedillo, Fox y Calderón, o votar por que se retome el camino de la independencia, soberanía y dignidad nacional, a favor de la elevación del nivel de vida del pueblo y de la verdadera ampliación del régimen democrático, opción esta última que constituye la verdadera salida a la gravísima crisis en la que México se encuentra. No votar o anular nuestro voto sólo beneficiaría a la derecha panista neoliberal que nos gobierna.
En estos momentos, en el que se ha formado un gran frente nacional con el lema “Ni un voto a la derecha”, se hace necesario recordar los orígenes y objetivos del Partido (de) Acción Nacional, y con ello clarificar las razones por las que los mexicanos no debemos darle ni un solo voto en los próximos procesos electorales:
1.- Por su origen reaccionario. El PAN fue fundado en 1939, en las oficinas del Banco de México, por banqueros y personajes de la gran burguesía nacional encabezados por Manuel Gómez Morín, grupo completamente alejado de los intereses del pueblo trabajador mexicano.
2.- Por sus tendencias fascistas. El PAN surgió a principios de la Segunda Guerra Mundial, cuando las fuerzas conservadoras y de derecha en el mundo pensaban y deseaban el triunfo de Hitler y del Eje fascista para gobernar de acuerdo con esta filosofía sus respectivos países.
3.- Por su oposición a la Revolución mexicana. El PAN nació para oponerse al gobierno revolucionario del general Lázaro Cárdenas del Río y a las medidas que éste adoptó en beneficio del pueblo y de la nación.
4.- Por ser enemigo de la Constitución y de las instituciones revolucionarias. El PAN es enemigo de la Constitución de la República, principalmente de los artículos 3º, 82, 27, 123 y 130, y desprecia las instituciones surgidas de ellos, y desde siempre ha luchado por su modificación regresiva o derogación, por lo que se aliaron con Salinas y Zedillo para aprobar diversas contrarreformas a los mismos, sentándose las bases para la privatización del ejido, de la educación, de la salud y de las diferentes empresas e instituciones del Estado, favoreciendo la participación del clero en política y creando las condiciones para que un hijo de extranjeros, como Fox, llegara a la Presidencia de la República.
5.- Porque representa sólo a los más ricos. El PAN es el representante de los intereses de los grandes empresarios nacionales y extranjeros, es decir, de las trasnacionales norteamericanas, del imperialismo norteamericano, y del clero político, de los cuales tiene el apoyo, y sin los cuales carecería de fuerza y no significaría nada en la vida política de nuestro país.
6.- Por ser el partido de la derecha. Los documentos básicos del PAN, su ideología y sus principios, lo hacen, aunque sus dirigentes lo nieguen, un partido de derecha, contrario al progreso, a la independencia del país y a la auténtica democracia.
7.- Por su doble careta y lenguaje. El PAN tiene dos caretas y un doble lenguaje: uno que muestra al pueblo, con el que pretenden engañarlo, y otro, el real, con el que, en los hechos, defiende a las clases más privilegiadas en contra de los intereses del pueblo. Como no puede servir a dos amos, siempre opta por favorecer a los grandes empresarios nacionales y extranjeros, nunca al pueblo.
8.- Por ser salinista. Durante el gobierno de Salinas, los líderes del PAN presumían que el Presidente estaba gobernando con el programa de su partido, por lo que Acción Nacional es el partido salinista por excelencia.
9.- Por su enorme responsabilidad en la actual crisis. Los panistas son moral y políticamente responsables de la actual crisis (que no es cierto que vino de fuera), porque son los principales impulsores de las políticas económicas neoliberales impuestas por el imperialismo norteamericano, que han sumido a los pueblos del mundo en la miseria, violencia e insalubridad, y a nuestra nación en una profunda dependencia política y económica respecto a los Estados Unidos, lo que ha generado que la crisis sea más aguda en México, además de un ambiente de violencia e inseguridad pública nunca antes vistas.
10.- Por privatizar los bienes de la nación. El PAN fue cómplice de los gobiernos neoliberales de De la Madrid, Salinas y Zedillo en la privatización de empresas e instituciones propiedad de la nación, como los bancos, la Conasupo, Teléfonos de México, la industria minera, ferrocarriles, ingenios azucareros, carreteras, la industria del acero (Altos Hornos de México), puertos, aeropuertos, líneas aéreas, etc., beneficiándose con ello sólo un pequeño grupo de ricos privilegiados.
Con el pretexto de “vender bienes para remediar males”, los neoliberales salinistas y el PAN entregaron en bandeja de plata los bienes del pueblo y de la nación a los grandes empresarios nacionales y extranjeros, esto sin que se resolvieran los grandes problemas de los mexicanos, al contrario, agravándolos.
11.- Porque sus dirigentes pertenecen a la gran burguesía reaccionaria. Los candidatos, dirigentes nacionales y estatales del PAN son millonarios en su mayoría, miembros de la gran burguesía nacional, muchos de ellos socios y prestanombres de empresas extranjeras, por lo que gobiernan para beneficiar a su clase, a los grandes empresarios y a las trasnacionales, y no para beneficiar a la gran mayoría del pueblo mexicano.
12.- Por ser cómplice y ejecutor de los enormes fraudes electorales de 1988 y 2006. El PAN fue el principal cómplice de Miguel de la Madrid y Salinas en uno de los fraudes electorales más grandes en la historia de nuestro país: el de 1988, cuando Cuauhtémoc Cárdenas ganó la Presidencia de la República encabezando al Frente Democrático Nacional (FDN).
Diego Fernández de Cevallos y sus huestes, entre ellos Calderón Hinojosa, se negaron a abrir los paquetes electorales guardados en la Cámara de Diputados para contar voto por voto, documentación que posteriormente fue incinerada con la total aprobación panista para borrar toda huella de su delito.
Acción Nacional aprendió tan bien que ya en el poder perpetró otro descomunal fraude en contra de la voluntad despueblo mexicano, imponiendo contra viento y marea, contra toda lógica y violando las leyes, en complicidad con los grandes empresarios y el clero político, a su candidato, a Felipe Calderón Hinojosa, en la Presidencia de la República.
13.- Por su vergonzosa complicidad en el FOBAPROA-IPAB. El PAN fue aliado de los gobiernos neoliberales en el mayor robo de la historia moderna de México: el FOBAPROA, hoy IPAB. El PAN, los neoliberales y el gobierno zedillista, lo aprobaron, echando sobre las espaldas del pueblo mexicano una deuda de 135 mil millones de dólares, misma que hoy seguimos pagando. Los responsables de este fraude bancario están libres y siguen siendo millonarios gracias a la protección del PAN y de los gobiernos neoliberales.
14.- Por su esencia corrupta. El PAN es sinónimo de derroche y corrupción, recuérdense las toallas de 7 mil pesos durante el gobierno de Fox, los vestidos de grandes diseñadores de la entonces “Primera Dama”, los costosos viajes de la ex familia presidencial, los negocios turbios de los Bibriesca, hijos de Marta Sahagún, relacionados con el FOBAPROA e IPAB, sin olvidar los costosísimos terrenos de “Punta Diamante”, Guerrero, de Diego Fernández de Cevallos, y la actividad de éste como legislador-litigante, utilizando su cargo público para presionar a las autoridades para fallar a favor de los clientes de su despacho, y, claro, el caso del “cuñado incómodo” de Calderón Hinojosa, quien hizo grandes negocios cuando éste fue Secretario de Energía, etc.
15.- Porque es un partido que atenta contra la autonomía municipal. Donde gobierna el PAN se privatizan los servicios básicos, como el de agua potable, recoja de basura y de transporte urbano, despidiendo a trabajadores y beneficiando a empresarios cercanos al PAN. Además, aumentan los impuestos y los precios de dichos servicios, y exhiben y amenazan con suspendérselos a quien no pague, en una clara actitud de cerrazón y soberbia. Es decir, los del PAN son unos Robin Hood al revés: les quitan a los pobres para dárselo a los ricos.
16.- Por su carácter demagógico. Los gobiernos panistas nunca cumplen lo que prometen. Fox prometió resolver el conflicto de Chiapas en 15 minutos, y éste continúa; prometió millones de empleos, pero el desempleo y los bajos salarios crecieron; prometió hacer crecer la economía en un 7%, y creció 0%, entre otras muchas cosas.
Calderón, quien se autocalificó como el “Presidente del empleo”, está resultando el del “desempleo y la crisis”, manipulando a su favor fenómenos como el de la epidemia de influenza y el del crimen organizado, sin importarle para nada la salud y la seguridad del pueblo mexicano, y poniendo en peligro a instituciones con tan alto prestigio como el Ejército mexicano, al cual pretende quitar su esencia progresista y origen popular, enfrentándolo al pueblo y exponiéndolo al gran poder corruptor del narcotráfico.
17.- Porque son responsables del sufrimiento del pueblo mexicano. Los panistas son moral y políticamente responsables de la muerte de 48 niños en una guardería subrogada (privatizada) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Sonora, pues han sido ellos los principales impulsores del proceso privatizador que está en marcha en todas las instituciones de seguridad social del país, y al que criminalmente se niegan a poner un alto.
Correo electrónico: a_babor@hotmail.com
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Muralla de humo.

Contra el narco “se hace lo que se puede”: Policía Federal.

Confundir, alejar al pueblo de sus organismos representativos, como los sindicatos y partidos políticos progresistas y de izquierda, y de la verdadera lucha revolucionaria, son algunos de los objetivos de la gran burguesía nacional y extranjera, del PAN, del gobierno neoliberal, del clero político, y de los partidos, grupos y sectores de derecha, de sus voceros e “intelectuales”, y de los monopolios televisivos a su servicio, contando para ello con una estrategia bien planificada, parte de la cual es hoy la falsa lucha contra la delincuencia organizada y la promoción del llamado “voto nulo”.

La “lucha” contra la delincuencia organizada.

La supuesta lucha contra el narco y la delincuencia organizada es parte de esa estrategia del gobierno neoliberal panista, en la que de manera ilegal ha obligado a participar al Ejército mexicano con el fin de romper sus lazos con el pueblo, corromperlo y minar su carácter progresista, fruto de su origen revolucionario.
Una lucha real y eficaz contra el narcotráfico y la delincuencia debe tener como base un análisis científico de estos fenómenos para determinar su origen, sus causas profundas, y elaborar de esta manera una estrategia integral para combatirlos.
Sin embargo, el gobierno neoliberal panista ha hecho un análisis sesgado, falso y subjetivo de estos fenómenos con el único propósito de utilizarlos como un arma político-electoral a su favor, tendiendo una verdadera muralla de humo alrededor de problemas más importantes para la nación y el pueblo mexicano, y de sus soluciones reales.
Muchos especialistas en el campo de las ciencias sociales, intelectuales, representantes de organismos nacionales e internacionales, inclusive de la misma Organización de las Naciones Unidas (ONU), así como sindicatos, organizaciones campesinas y partidos políticos progresistas y de izquierda, han señalado que el origen de fenómenos como el narcotráfico, la delincuencia organizada, la violencia, la inseguridad y el consumo de drogas, se encuentra en las desigualdades sociales, es decir, en el injusto reparto de la riqueza, en la pobreza, en el desempleo, en la insalubridad, en la falta de oportunidades educativas, etc.
Así, por simple razonamiento lógico es fácil concluir que para que un gobierno combata real y eficazmente al narcotráfico y a la delincuencia organizada, es necesario que tome medidas para lograr un menos injusto reparto de la riqueza nacional, una disminución real de la pobreza y el desempleo, y que aumenten los ingresos y salarios de los trabajadores de la ciudad y del campo, además de que se fortalezcan las instituciones de salud y de seguridad social del Estado, y la educación pública gratuita, todo lo cual implica abandonar la política económica neoliberal que hoy obstinadamente se aplica.
A la par de ello, es necesario adecuar las leyes para lograr una justicia pronta y expedita, para que los órganos encargados de impartirla, castiguen realmente el delito y no la pobreza, y para que las distintas policías, a todos los niveles, realicen sus actividades sin violar la Constitución y respetando los derechos de las personas, principalmente el de la libre manifestación de las ideas, para lo cual es necesario capacitar a sus elementos de manera integral y mejorar sus condiciones de vida, y de esta manera no sean presas fáciles de la corrupción por parte de la delincuencia organizada y los narcotraficantes.
¿Pero que ha hecho el gobierno panista neoliberal? En primer lugar ha utilizado su falsa lucha contra el narcotráfico y la delincuencia organizada para evadir la solución de problemas más importantes para el pueblo y la nación, como la crisis, la cada vez mayor dependencia económica, política, científica y tecnológica de nuestro país respecto a la economía norteamericana, la pobreza, el desempleo, los salarios e ingresos miserables, la insalubridad, la falta de oportunidades educativas para la juventud mexicana, etc. Los panistas saben que no tienen una solución para ello, que sus compromisos están con la gran burguesía nacional y extranjera, no con el pueblo mexicano ni con los intereses nacionales.
¿Cómo puede decir el gobierno panista que combate a la delincuencia organizada si la política económica neoliberal que aplica fomenta la pobreza, el desempleo, los bajos ingresos, el analfabetismo y las enfermedades, todo lo cual es caldo de cultivo para la comisión de todo tipo de delitos? Sus acciones no son más que propaganda, demagogia al más alto nivel, y parte de una verdadera muralla de humo para distraer al pueblo mexicano de sus problemas reales y de las soluciones a los mismos, además de pretexto perfecto para destruir al Ejército mexicano, por lo menos como lo conocemos hasta ahora, y para continuar fortaleciendo un régimen policíaco de corte claramente fascista.

El “voto nulo”

Si no fuera algo tan serio, sería para morirse de risa que algunos de los que llevaron al PAN al poder, y a Fox a la Presidencia de la República, sean los que hoy promueven el llamado “voto nulo”, en una acción por demás tenebrosa, y que esconde objetivos y propósitos inconfesables.
Este grupo de “intelectuales”, aventureros unos, burgueses venidos a menos otros, pero todos de derecha, piden a los mexicanos dejar de ejercer uno de los derechos conquistados a sangre y fuego por el pueblo en más de 200 años de lucha, como lo es el derecho al voto universal, libre, secreto y directo, del que por muchos años las mujeres y los jóvenes mexicanos no gozaron.
Este grupo de destacados elementos de la “suciedad civil” piden, además, que anulemos nuestro voto para que, entre otras cosas, se legalicen las candidaturas “independientes” o “ciudadanas”, y desaparezcan las diputaciones plurinominales, lo que nos hace pensar que piensan de idéntica manera a quienes en Perú, por ejemplo, llevaron a Alberto Fujimori al poder, un “candidato ciudadano”, “sin partido”, con las consecuencias dramáticas para el pueblo de ese país que hoy ya conocemos, y con el propio Fujimori encarcelado y condenado por sus múltiples crímenes y actos de corrupción.
Los “anulistas” piden además que desaparezcan las diputaciones plurinominales, cuando esto es una de los mayores conquistas del pueblo mexicano en cuanto a la ampliación del régimen democrático se refiere porque permitió la existencia de un Poder Legislativo plural, con la presencia de verdaderos elementos representativos de la clase trabajadora mexicana, como Vicente Lombardo Toledano, fundador del Partido Popular Socialista (PPS), entre muchos otros, por lo que, de darse, sería un golpe de muerte para el ya de por sí enormemente disminuido régimen democrático en nuestro país.
¿Por qué no, por ejemplo, piden que desaparezca la Cámara de Senadores, que es un organismo ya desfasado y anacrónico, y que se constituya un Poder Legislativo unicameral, con una Cámara de Diputados con mayores y más importantes responsabilidades? Se ahorrarían muchos recursos, si eso es lo que pretenden. ¿Por qué no piden que se establezca la representación proporcional integral para que los partidos políticos estén representados en el Poder Legislativo de acuerdo a su poder real y efectiva influencia entre el pueblo mexicano? Éstos sí serían verdaderos avances democráticos.
Así, anular nuestro voto sería favorecer al gobierno, al PAN, a los neoliberales, porque quienes potencialmente podrían anularlo serían los inconformes con el gobierno y con la situación de crisis actual, los que en un momento dado votarían por otros partidos, por candidatos progresistas; no lo anularían los que apoyan al PAN, los que están de acuerdo con el gobierno, por lo que se restarían votos efectivos a la oposición. Esta es la realidad.
Salir a votar, y hacerlo por partidos y candidatos progresistas, que se opongan abiertamente a la política económica neoliberal, es lo más correcto, es lo mejor para nuestra patria y para nosotros mismos. ¡Ni un voto a la derecha el próximo 5 de julio!

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Bodegas Infantiles ABC, S.A. de C.V.

Lo que debería estar en el debate nacional son las consecuencias negativas que han traído al pueblo mexicano las privatizaciones en general y la subrogación de las guarderías infantiles en particular, acciones éstas que sí constituyen un verdadero crimen cometido por los gobiernos neoliberales y por altos funcionarios públicos de carne y hueso, sobre los cuales debería caer todo el peso de la ley. Castigar a sus ejecutores y poner un alto al proceso privatizador, sería hacer verdadera justicia.
Correo electrónico: a_babor@hotmail.com
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